“Es justicia, no venganza, lo que
se necesita en el país”: AMLO
El pasado 25 de julio, ante un zócalo capitalino repleto de simpatizantes y militantes de su movimiento político, Andrés Manuel López Obrador, el político más connotado, influyente y atacado de la izquierda mexicana, presentó su Proyecto Alternativo de Nación, y lo más importante: manifestó su decisión de participar como candidato presidencial en las elecciones de 2012, adelántandose a las leyes electorales que establecen que en abril de ese año comienzan las campañas políticas por la Presidencia de la República, las cuales son limitadas en tiempo a tres meses. Según justificó López Obrador: “Es imposible esperar hasta 2012, ya que así sólo ganaría el candidato de la televisión (Televisa), Enrique Peña Nieto”.
Andrés Manuel confía en que su partido, el PRD, junto con el PT y Convergencia le den el registro a su movimiento para lanzarlo como candidato a la Presidencia. Aunque reconoció que la ausencia de los dirigentes perredistas en el macroevento del zócalo capitalino se debe a “las diferencias que tengo con ellos”, pero privilegió el apoyo que tiene de las bases de su partido. Y es que en el PRD no hay contrincante para López Obrador.
En su Proyecto Alternativo de Nación, Andrés Manuel insiste en que es tiempo de reconstruir México para enfrentar la crisis moral, económica, ambiental, política y social que causa daño a las conquistas históricas de los mexicanos y pone en riesgo nuestra viabilidad como nación. También hace énfasis sobre la rapacidad sin límites de la mafia que tiene secuestrado el poder y las instituciones nacionales.
Haciendo a un lado su fama de político confrontador, López Obraador se ha mostrado en esta nueva etapa tranquilo y conciliador, por ejemplo ya no tuvo para Felipe Calderón su constante reclamo de espurio, pero señaló que “El Presidente está comprometido, atado de pies y manos, por los que lo impusieron y lo tienen sometido”. En su nuevo discurso, el de la nueva campaña, AMLO incorporó nuevos conceptos: felicidad, espiritualidad y generosidad.
Pero en lo sustancial, Andrés Manuel no ha cambiado, continúa denunciando a los potentados, que ahora ha enlistado en una nómina de 30 personajes que controlan el poder político y económico en México, a quienes con justicia acusa de ser los responsables de los graves problemas que tiene México. En su nuevo libro de reciente edición: “La mafia que se adueñó de México... y el 2012”, el tabasqueño que ha resistido por cuatro años la campaña negra orquestada desde las cúpulas, se revela como un hombre sin resentimientos ni odios, y aclara: “yo estoy contra la riqueza mal habida”.
A pesar de la importancia de que AMLO haya externado su decisión de participar como candidato presidencial en el 2012, la mayoría de los medios, principalmente los electrónicos, omitieron el hecho o lo minimizaron. Pero aún así, Andrés Manuel continúa vigente en la política nacional a pesar de sus detractores, y su proyecto de nación representa una visión nacionalista en la historia del México contemporáneo.
Andrés Manuel López Obrador contenderá de nueva cuenta por la Presidencia de la República, en momentos históricos en que los mexicanos esperan con ansiedad que nuestro país recupere el rumbo perdido, y retorne a la legalidad con un futuro promisorio. Y nadie tiene el derecho de truncar las esperanzas de un pueblo que busca la reivindicación y un mejor destino...
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