Poder popular
Salvador Hernández Vélez.
Adolfo Orive no fue ni es un facilitador para que la gente resuelva sus problemas, ni un
asesor de movimientos populares. Tampoco un consejero-consultor, mucho menos un proveedor
de servicios o un samaritano. Adolfo fue y es un organizador-sistematizador en el proceso en
el cual las masas construyen su propio poder: el poder popular. Es organizador y promotor de
la acción ciudadana y comunitaria. De sus propias palabras, sólo mencionaré la siguiente
cita: “La teoría es un arbusto pequeño y gris; la práctica es un enorme árbol multicolor”.
Respetuoso hasta el tuétano, se apegó a las experiencias de los movimientos populares,
promovió que los campesinos y los obreros contaran sus propias historias. Define a las masas
como los sujetos de poder popular, los protagonistas. Investiga un problema integrado con la
gente, viviendo con ellos, así fue con los campesinos y los colonos, lo analiza desde una
posición social endógena, la que permite incidir en la coyuntura y transformarla. He sido
testigo de ésta práctica, desde hace cuatro décadas, que tengo la fortuna de conocerlo.
Después de investigar conviviendo e interactuando con la gente, se tiene el diagnóstico
de la situación, a partir de la gente y con la gente y el compromiso de transformar la realidad.
Promoviendo siempre que los ciudadanos asuman su papel, al que tienen derecho y que
reclaman en el espacio público de su comunidades. Orive vivió y vive con y dentro de la
tensión de la lucha social.
El poder popular no es para abusar de los demás, es del pueblo, para exigir
reconocimiento, reciprocidad. Es la habilidad de actuar para ser reconocido y respetado. Por
eso, el método de pretextos y objetivos no es para ayudar a resolver un problema o una
demanda. Va mucho más allá, es para construir la organización, luchando, y así desarrollar
una base firme de poder ciudadano y comunitario.
La sistematización de lo anterior, de los movimientos sociales en varias entidades de
México, las presenta Orive en su más reciente libro, Poder Popular. En las páginas de su
obra, nos presenta el método y el estilo de trabajo con el cual la gente aprenda de la gente, y
también describe cómo organizar un poder permanente, construyendo ciudadanía y comunidad.
A través de los protagonistas de esos procesos político-sociales conocemos las luchas
de los campesinos de Chiapas para mejorar sus condiciones de vida, organizándose en uniones
de crédito. Describe el esfuerzo de transformación y de apropiación de los procesos
productivos de los campesinos de Bahía de Banderas, hoy Riviera Nayarita, en el cual pasaron
de cultivar parcelas individuales de maíz y frijol a producir colectivamente hortalizas para
exportación.
El documento da testimonio del proceso de participación de los campesinos de Sonora
para constituir sus ejidos colectivos, organizados en una unión de crédito que llegó a ser la
más grande del país. Tanto por el número de socios como por el monto de los recursos que
administraban los propios compañeros. Nos enseña en voz de los campesinos de la Montaña
de Guerrero los procesos de lucha y de organización social que campesinos de ese estado
realizaron para mejorar sus condiciones de existencia.
La lucha obrera de la sección 147 del sindicato minero en la Planta 1 de Altos Hornos
en Monclova, nos la transmiten los propios obreros. Relatan sus experiencias de lucha, de
organización, de estrategias y de formación teórica, a partir de los propios procesos de
transformación mediante un método y un estilo de trabajo. El método es el de “pretextos y
objetivos” a través del cual se atienden las demandas y necesidades de la gente, teniendo en
mente que lo principal es construir organización social, con la lucha empoderarse del espacio
público para fortalecerse, y defender sus intereses y de esta manera, construir poder popular.
Los anteriores conceptos y muchos otros planteados en el libro Poder Popular, de
Adolfo Orive y José Luis Torres fueron compartidos por el primero. Juan Monrreal y el que
esto escribe fuimos encargados de realizar la presentación a
finales de noviembre en el Museo de la Revolución. Fue un
emotivo punto de convergencia de numerosos brigadistas de
“Línea de masas”, actores de los movimientos populares,
estudiantil, campesino y obrero.
Poder Popular es un libro muy oportuno, después de
avanzar en la democracia electoral en nuestro país, ahora en
la nueva etapa hay que construir ciudadanía y comunidad, la
gente tiene que ir por el rescate de los espacios públicos. La
obra nos muestra algunos ejemplos. Al mismo tiempo Torres
y Orive nos dejan el reto para rescatar nuevos paradigmas
de construcción de ciudadanía. La Laguna debe hacer su
aportación. Los autores del mencionado texto, nos impulsan
a rescatar ese significativo fragmento de nuestra historia local,
del cual no existe ningún antecedente escrito. Ahí está el
reto.
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