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Diciembre 2011
Edición No. 274
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deudaLa deuda del gobierno federal
y los intereses que paga

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Para saber cómo andan nuestras finanzas, es imperativo saber cuánto tenemos, cuánto debemos y cuánto nos deben. Cuáles nuestros egresos y nuestros ingresos.

El Debe, el Haber y el Saldo dan el resultado que buscamos y nos indica como actuar para no empeorar nuestra economía.

En lo macroeconómico hay variantes para preveer catástrofes. Éstas permiten a la directriz de empresas o gobierno, nivelar ingresos y egresos y evitar lo que nos sucede en México, sobre todo con el gobierno federal.

Los factores que no se toman en cuenta, siendo los más importantes: Las capacidades de los políticos y funcionarios públicos y la honestidad de los mismos. Ahí es donde está el quid del desastre y, por no ponderar esos factores, las cosas andan de mal en peor.

Agustín Carstens, gobernador del Banco de México y ex secretario de Hacienda, se fundamenta para actuar en consecuencia a la economía, en cuatro puntos o variantes:

1.- Ocuparse de la evolución de la inflación.
2.- La balanza de pagos.
3.- Las finanzas públicas
4.- El sistema financiero.

Estos cuatro puntos, por sí mismos, son difíciles de entender y más aún de controlar porque quien provoca la inflación es el propio gobierno por su actuar indolente e ignorante, amén de deshonesto. ¿Es el gobernador del Banco de México quien debe ocuparse de vigilar la evolución de la inflación? En teoría es el responsable, pero hasta que ya todo es una catástrofe y el pueblo revienta su economía, el Banco de México y Hacienda, sabios en sus discursos nimios, dicen qué fue lo que causó la debacle, cuando su papel es, evitar el desastre.

El sistema financiero mexicano está en manos de extranjeros. Ganan mucho por las tasas altas de interés que cobran y las bajas que pagan a ahorradores. La balanza de pagos es un cuento y utopía como la plantea Hacienda y Banco de México. Las finanzas públicas están desbocadas. Gasta el gobierno más de lo que ingresa.

Calderón, al entrar a la Presidencia prometió empleos y finanzas claras. No hay empleos y nunca las finanzas fueron tan opacas y nebulosas. El gobierno federal debe más de 5 billones de pesos externa e internamente y paga intereses tan variables que van del 2.5% al 6% anual. El promedio serían 4.25% pero, suponiendo que nos cuesta el 3.5% de interés al año, los intereses anuales serían de 175 mil millones de pesos. O sean, más de 14,500 millones de pesos al mes. Diariamente el gobierno federal tiene que pagar de intereses 480 millones de pesos y cada hora, la friolera de 20 millones de pesos.

De ese tamaño es la deuda en la que Calderón nos metió y, a pesar de ello Guillermo Anaya y cómplices panistas, no dejan de meternos en la cabeza que Humberto Moreira nos endeudó con 33 mil millones de pesos, cantidad pagable a 20 años, cosa que la deuda del gobierno federal jamás será cubierta porque no hay con qué.

Por ello, Calderón hoy como Peña Nieto mañana, venderán, como lo están haciendo -violando flagrantemente nuestra Constitución- a PEMEX. O, ¿Usted que opina, apreciable lector?

 
ah.pd@hotmail.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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