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Enero 15, 2011
ENERO 2011, No. 262

El Fobaproa contra el campo

Fidencio Treviño Maldonado

Los banqueros no tienen llenadero. Los políticos no tienen vergüenza y mientras esto sucede el pueblo mudo, sordo, ciego y manco, sólo acepta lo que la clase o casta divina propone. Nadie levantó la voz en San Lázaro ante el atropello que los jefes y expertos en finanzas de México hicieron, no sólo en el campo en general, sino en el agro en particular.

Ahora resulta que en el presupuesto para el año 2011 se contempla el pago al IPAB (antes era el Fobaproa o Robaproa) que para estas fechas ya está aprobado, algo así como el ahorro bancario de los mexicanos regalado a los banqueros por orden de Ernesto Zedillo y recuas que le acompañaban en ese periodo.

Total que los mexicanos les regalamos a los banqueros cada año por un perverso capricho y por la debacle del país en el año de 1994, cuando los ahora honestos priistas aun tenían el poder absoluto y la hegemonía del estado, entregaron en mazorca los bancos a puros extranjeros.

Por este año nos toca pagar una cantidad de (más-menos) 30 mil millones de pesos sólo de intereses y un pequeño abono a la cuenta que según expertos extranjeros durará unos 16 años más.

Los más de 30 mil millones de pesos que este año están presupuestados para el pago a los banqueros, son un regalo anual por el flaco favor de rescatar a México (según ellos), mientras al campo se le destina un presupuesto de 13 mil millones de pesos, es decir, pasó de un escuálido 5.3 % a un flaco 6.1 %.

En lo referente al otro rublo amolado y menoscabado en el país como lo es la educación , entre subsidios, ayudas y programas no rebasa los 20 mil millones de pesos; y la investigación en el Poli, en la UNAM, en las diferentes Universidades y otros Institutos incluyendo el IMSS, su presupuesto no llega ni a la mitad de lo destinado a los banqueros.

Ernesto Cordero Arroyo, secretario de la celosa Hacienda, con sus expertos en economía y con estudios en otras latitudes, poco o nada sabe de lo que acontece en el México real, el otro México, en donde millones de mexicanos luchan a diario para sobrevivir, en donde miles de familias tienen puestas sus esperanzas en sus hijos que dejaron las parcelas para irse de espaldas mojadas.

Más allá de que la CNC fue en los años 80 y sigue siendo un nido de líderes fósiles y ratas, es -queramos o no- nuestra única expectativa de generar alimentos. Por ese motivo no puede ser soslayado el campo y su mala, mediana o mediocre producción, que sin embargo es con el noble fin de producir alimentos.

Por eso no se le debe negar más presupuesto ni darle menor importancia que al IFE, y al mismo inflado gasto de las diferentes Cámaras del poder legislativo. Alguien pensó que tal vez el actual líder de la CNC, Cruz López, defendería el presupuesto, sin embargo en oscuras negociaciones, don Cruz López bajó los brazos y aceptó lo que le destinaron.

Agustín Carstens, ex secretario de Hacienda y ahora gobernador del Banco de México, dice que las finanzas son sanas en el país, que la Bolsa de valores está a la alza, y que la reserva en dólares en el país está como nunca. ¿Y eso de qué le sirve al campesino si recibe 850 pesos de ayuda por hectárea sembrada (ni para el barbecho)?

Guillermo Ortiz, ex secretario de Hacienda y ex del Banco de México, como siempre farsante e irónico sabe que el trato con los banqueros en el Robaproa (IPAB) fue toda una injusticia por el lado que se le vea o quiera mirar, en la comedia o parodia nacional.
Ahora que nuestra clase política le echa la culpa de todo lo malo en el país al Presidente Calderón (hasta del clima), ellos, los Senadores y Diputados de la más alta tribuna, incluyendo a los Ministros de Justicia (la Tremenda Corte) ¿Qué han hecho por el país y por el agro en particular? ¿Cuál reforma de peso han sacado que beneficie al ejidatario? Ninguna.

La violencia sigue viva, la injusticia y corrupción campea en los salones de justicia, el desempleo es indefendible, la corrupción está metida en la clase gobernante más que en ninguna parte, la improductividad e incompetencia es tangible en todos los rublos; la educación, la salud y los servicios sociales al garete, de nada le sirve al país ser el cuarto o quinto productor de petróleo si al pueblo el monopolio de esta empresa paraestatal le vende los combustibles muy caros, inclusive el mismo fertilizante que se extrae del petróleo en nuestro país es de los más caros en el mundo.

Destinar poco para el campo es comprensible, y queda demostrado que los preceptos de Zapata son sólo eso: voces que se escuchan muy bonitas en los diferentes estrados y tribunas cuando se trata de alabar a los que hicieron la revolución. En otros países a los que producen alimentos se les tiene en otros conceptos y se les respeta, aquí en México la clase gobernante los ve como discapacitados, indios pata rajada, sombrerudos y más, y sólo los utiliza para sus momentos políticos-electorales, el día de las votaciones.¡Pobre México!

 
kinotre@hotmail.com