Rubén y el futuro coahuilense


Ernesto Lenin Robledo Romero.
El pasado miércoles 5 de enero se inició formalmente la carrera a la gubernatura de Coahuila para el período 2011-2017. Ese día, Rubén Moreira Valdez se registró como precandidato del PRI al gobierno del Estado a las 10 de la mañana. Una hora más tarde hizo lo propio el precandidato del PAN Guillermo Anaya Llamas. Ese mismo día a las 18 horas, el PRI declaró a Rubén Moreira como su candidato de unidad a la gubernatura.

La delantera en talento, capacidad, experiencia y trabajo la lleva por mucho el candidato priista. Por otra parte, en las preferencias electorales Rubén Moreira supera a Guillermo Anaya en más del 50%. Por tal razón, sólo una catástrofe de grandes dimensiones pondría a Guillermo Anaya al frente del Estado para el próximo período. Todo esto sin contar que la elección más importante para el recién nombrado Presidente del CEN del PRI, Humberto Moreira, será la de Coahuila, su estado natal, porque será la carta de recomendación fundamental que consolidará sus aspiraciones políticas para la próxima administración federal.

A pesar que desde hace años se sabía que Rubén Moreira era el más indicado para ser el candidato priista a la gubernatura de Coahuila, posición que él mismo se ganó a pulso, todavía hay quienes siguen pensando que esto es obra sólo de su parentesco con el gobernador con licencia Humberto Moreira, y nada tuvo que ver su trabajo desempeñado con esfuerzo y dedicación en todos los ámbitos sociales y políticos del estado. Rubén revitalizó al PRI y convirtió a Coahuila en el estado más priista de la república mexicana.

Para los que conocemos de cerca el funcionamiento de la administración pública, sabemos que uno de los factores que frena por un tiempo las acciones de los gobiernos estatales, es el período de entrenamiento y capacitación de los nuevos funcionarios. Eso sucede cada seis años por la sucesión gubernamental. Y esto no es exclusivo de nuestra entidad, sucede en todo el país. En México la inmovilidad de esos cambios le cuestan mucho al estado. Pero en Coahuila, la candidatura de Rubén Moreira promete la continuidad al buen trabajo desempeñado por Humberto Moreira, ya que el ahora candidato priista ha sido reconocido por los analistas políticos como el ideólogo o el más influyente colaborador del ahora gobernador con licencia en el diseño de las estrategias y programas sociales del gobierno moreirista. Y tomando en cuenta la satisfacción que ha dejado en los coahuilenses la administración de Humberto Moreira, esperamos que tal continuidad prosiga, porque asegura de antemano un rumbo positivo para el estado.

Por otra parte, el candidato panista, Guillermo Anaya Llamas, inició su campaña con ilegalidades y empantanada en la descalificación y la desconfianza, empezando por las señalamientos que se le han hecho, ciertos o falsos, de tener nexos con el narcotráfico. Su reciente intento de sofocar la libertad de expresión de un connotado periodista coahuilense, Arturo Rodríguez García y de la prestigiada revista Proceso, revela que estos errores cometidos se deben a la inmadurez política, a la falta de conocimiento de la realidad coahuilense y a los pésimos asesores políticos que tiene, aunque a decir del propio Anaya, su único consejero es la divinidad, por lo que la explicación lógica al inútil enfrentamiento que está sosteniendo con el gremio periodístico en vísperas de la más importante de sus campañas, es que no entendió bien los consejos celestiales. Si fuera así, entonces el candidato panista se debe conseguir lo más pronto posible un buen diccionario que traduzca el lenguaje de los dioses al español con claridad y precisión para que no dé lugar a malas interpretaciones, ¿no lo creen?

Las cartas están echadas, y dadas las circunstancias actuales del estado y de los candidatos, la elección del próximo 3 de julio será exclusivamente protocolaria, y por tal razón el próximo gobernador de Coahuila se llamará: Rubén Moreira Valdez, y si no al tiempo...

Sibi Coeptum

“Un hombre con ideas es fuerte, pero un hombre con ideales es invencible.”