El nuevo PRI no existe
Jorge Arturo Estrada García
El Nuevo PRI no existe. Es, sólo un mito que se construye como plataforma para el asalto a Los Pinos. Humberto Moreira se ha constituido en el fenómeno político del momento. De la mano de Enrique Peña Nieto, ha gozado de un manto protector que está aprovechando, casi a la perfección. Pronto será uno de los cuadros más relevantes de su partido. Y tal vez, una amenaza.
El tricolor está en un proceso de construc- ción de nuevas figuras. Intentan desplazar a las ya desgastadas. Pero un fondo pragmático y autoritario, plagado de viejos vicios, se consolida. El poder en el partido lo han tomado los goberna-dores. La ideología, ha sido sustituida por el uso intensivo de medios. Habladas y declaraciones, en vez de ideas y compromiso social. Tratan de reconstruir su fama de invencibles.
Moreira se mueve como pez en el agua en las grandes ligas, hasta el momento. Vive la luna de miel con el priísmo y sus sectores afines. Desde militantes, hasta empresarios y comunicadores. El gobernador mexiquense, lo escogió como alfil para su camino a Los Pinos. Sin embargo, la realidad es que le está surgiendo un rival, para dentro de un año.
El perfil del exgobernador de Coahuila crece y sube como la espuma. Pronto rebasará a las otras figuras del PRI nacional, y se pondrá a la par de Peña Nieto. Conocemos a Moreira, y sabe- mos que tiene más talento y carisma que el mexiquense.
Los grupos del PRI, apostaron a la unidad y aceptaron que Peña Nieto impusiera a Humberto. No tenían fuerza para oponerse. Moreira ya había hecho compadres a Carlos Salinas y Manlio Fabio Beltrones, desde que se casó hace unos cuantos años.
Los estrategas de Enrique Peña, lo escogieron por esas afinidades, por su perfil aguerrido, y su facilidad de comunicar y gastar grandes cantidades en medios. Los expertos dicen que el dinero de los coahuilenses y el de los mexiquenses, será el combustible para construir la candidatura presidencial del PRI para el 2012.
Así veremos a un Moreira, todavía, más locuaz y agresivo, tratando de conquistar espacios en los medios. Él no puede contener sus ansias de embestir al enemigo. Es un peleador, no un diplomático. Aunque deberá cuidar sus deslices, porque el ambiente nacional no está tan controlado, como el coahuilense.
En su corta trayectoria, el exgobernador coahuilense ha construido un estilo heterodoxo de hacer política. Y no lo va a cambiar ahora. Mucho menos, si le ha resultado tan exitoso.
De esta forma, el dinero, el trato, la cordialidad, las declaraciones y acciones extravagantes, junto a la actividad intensa en todos los frentes, serán los ejes sobre los que el PRI nacional se moverá a partir de ahora.
Lejos quedará la profundidad del discurso, la parsimonia y el comedimiento de Beatriz Paredes. El PRI ha conseguido ahora, un torbellino para encabezarlo. Un torbellino, difícil de controlar y difícil de contener.
El Nuevo PRI no existe. Las viejas figuras se irán. Con ellas, se irán también la ortodoxia y las reglas no escritas de la política. Las nuevas caras cargan los mismos vicios, sin el pudor, el talento y el sentido común de la vieja clase política. Actualmente, la regla es que no hay reglas. La lucha, es en Super Libre. No importan los medios. No importa el país o perjudicar a los ciudadanos.
El Nuevo PRI, no existe. El gobernador de Coahuila hizo candidato a su hermano. La audacia y fortuna de Humberto no se agotan.
En estos días, el dueto Moreira-Peña Nieto parece indestructible. Veremos si aguantan los misiles y la guerra sucia, de panistas y perredistas. Esto apenas comienza. Coahuila y el estado de México serán los escenarios de las batallas más encarnizadas.
Humberto nunca se ocupó en construir un blindaje. Su salida fue apresurada. Pecó de exceso de confianza ante panistas y perredistas locales, que divididos y con escaso trabajo, tienen pocas posibilidades de ganar. Y dejó un flanco abierto para el ruido y el escándalo.
La deuda enorme, la inseguridad, el desorden financiero, el enriquecimiento y los derroches serán puestos sobre la mesa. Las complicidades, amistades inconvenientes y negocios turbios, serán ventilados.
Esto ya trae complicaciones al propio Humberto, al candidato Rubén y al gobernador interino, Jorge Torres. La propaganda bobalicona del PRI estatal, además de obsoleta, carece de mensaje que impacte la mente del ciudadano.
Coahuila tiene zonas de guerra entre la delincuencia organizada. La entidad es calificada como un paraíso para los criminales por el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Y Jesús Torres Charles sigue anclado en la etapa de los pretextos, sin depurar y profesionalizar las corporaciones estatales. Secuestros, asesinatos, balaceras, extorsiones y robos se dispararon. Delitos del fuero común que no se pueden contener. Los ciudadanos están molestos y cansados de excusas.
En lo financiero, el gobierno estatal es un desastre. Más de 135 mil millones de pesos de presupuesto no ajustaron. Los puentes sólo costaron 5 mil millones. Los museos, teatros, parques y prepas dos mil millones. Cero Marginación menos de 2 mil millones. ¿Y dónde quedó el resto?
Se cae el maquillaje de las cifras del informe. Javier Villareal lleva tres años mandando el mismo presupuesto de poco más de 30 mil millones. Aunque finalmente se gastan más de 34 mil, cada año. En el primero que hizo se quedó corto, y convenció al gobernador de que reclamara miles de millones inexistentes. No supo presupuestar.
Los años siguientes, presupuestó muy bajo para poder presumir que Coahuila destina más del 25 por ciento de su presupuesto anual a inversión pública. Sólo así le cuadran las cifras para colocar a la entidad en primer lugar en este rubro. Lo cierto es, que 5 mil millones de gasto corriente son ocultados, al enviar la propuesta cada año. Maquillaje burdo. Engaño ridículo.
En tanto, Villarreal sigue con sus poses de diva. Quiso ser el gobernador interino, Y ahora, es escrutado por los opositores, ante su afición de comprar costosos terrenos y construir mansiones.
La deuda se disparó hasta los 10 mil millones, más los pasivos con los proveedores. Y los gastos aumentan. Es año electoral. El dinero de Coahuila y el Edomex, será el combustible para el Nuevo PRI en su camino a Los Pinos, aseguran los enterados.
El desempleo de Coahuila, uno de los más altos del país. No se construyeron nuevos clústers. Los sueldos son cada vez menores. De apenas 500 pesos por semana. Eso no se veía en el estado, desde tiempos de Mendoza Berrueto. Hay un déficit de 100 mil empleos y en La Laguna ya hizo crisis.
Jorge Torres deberá volverse trabajador. El nuevo gobernador debe olvidarse de la comodidad de su despacho. Además tiene que tomar el control de las finanzas estatales y del gabinete de Seguridad. Javier Villarreal ha probado ser incompetente y desleal, y David Aguillón, es novato en su cargo, aunque es más talentoso que Armando Luna.
Rubén Moreira conoce a la perfección los problemas de la entidad. También conoce las deficiencias e incompetencias de los miembros del gabinete estatal. El desprestigio con el que llegan al final de la administración, no será cargado por el candidato. Ya están muy desgastados. Y serán un lastre.
Guillermo Anaya, sólo tiene hasta el mes de mayo para intentar balancear la contienda. Deberá aprovechar el tiempo, y jugar con el “librito”. La regla número uno que aconseja, es destruir la percepción de invencible del PRI en Coahuila. La número dos: si no crece el panista hay que bajar al puntero, con ataques a las debilidades y campaña negra intensiva. Y la tres: escoger sólo tres temas relevantes a posicionar como máximo.
Sólo así tendría posibilidades ante Rubén. El priísta trabajó su proyecto con dedicación durante años. Lleva mucha ventaja.
En el escenario nacional, el PRI tiene un fajador estelar, y una figura principal que parece sacado de telenovela. Veremos cuánto aguante y habilidad tienen. Será un año político muy interesante. Estaremos atentos.
|