Abuso de autoridad del director
jurídico del municipio de Torreón
Manuel Padilla Muñoz.
El Director del Jurídico del municipio de Torreón, Martín Lozano Torres y el Director de Seguridad Pública Municipal, Adelaido Flores Díaz, se han convertido en delincuentes sin sentencia al utilizar sus cargos y coludirse para tomar venganzas personales contra ciudadanos a quienes envían hasta a la cárcel y siguen en sus cargos gozando de toda impunidad que, aseguran, les brinda el alcalde Eduardo Olmos Castro. Y puede ser cierto pues a pesar de haber cometido delitos como abuso de autoridad, siguen en sus funciones como directores municipales.
Aparte de otros casos que hemos documentado, el más reciente y grave lo cometieron el pasado jueves 30 de junio. La historia es la siguiente: Martín Lozano Torres, Director Jurídico del Municipio de Torreón y nuestro compañero Ernesto Ramírez Reyes, de la Revista Voz Libre, la cual dirigimos, son vecinos del Fraccionamiento Monterreal; ambos viven en el Circuito del Ocaso. Martín Lozano no es propietario de la vivienda que habita pero, desde que llegó a ese fraccionamiento, argumentando su poder de Director Municipal, se apoderó de la directiva de los cerca de 83 colonos de ese fraccionamiento e impuso una cuota de 250 pesos mensuales a cada uno de ellos, bajo el argumento de contar con una caseta policíaca y vigilancia, instalando una reja en la única entrada a la colonia. A todo aquel vecino, como es el caso de nuestro compañero Ernesto Ramírez, que no paga la cuota que Martín hizo “obligatoria” sin rendir cuentas a nadie, no solamente lo insulta verbalmente sino que le pone diversas trabas en la reja para que no pasen con su vehículo. Es ilegal porque no hay nada que obligue a una persona a pagar dichas “cuotas”: las calles son del municipio y no propiedad de una persona que se siente influyente.
El caso es que el pasado jueves 30 de junio, a las 10 de la mañana, nuestro compañero de periodismo, a bordo de su vehículo, llevaba a su esposa a su trabajo en las oficinas de la Cámara de Comercio de Torreón. En la carretera a Mieleras, fue perseguido por una camioneta King Ranch, Lincoln, manejada por Karla Montes Herrera, esposa de Martín Lozano y éste a bordo de una Seat color rojo, le cerró el paso a nuestro compañero hasta que lo detuvo. Se bajó el funcionario municipal, se hizo de palabras con nuestro compañero y llegaron a los golpes. Esto fue al oriente de la ciudad de Torreón. La peor parte la sacó Martín Lozano que, a pesar de su juventud, fue superado por una persona de casi 50 años.
Nuestro compañero Ernesto Ramírez siguió su camino rumbo a las oficinas de la Cámara de Comercio, ubicadas en la avenida Matamoros, a unos metros de lo que será la Gran Plaza y de nuestras oficinas de redacción. En ese lapso, Martín Lozano se comunicó con Adelaido Flores, Director de Seguridad Pública y ambos funcionarios municipales se coludieron para cometer el delito de abuso de autoridad, pues nuestro compañero fue detenido con lujo de violencia de parte de agentes municipales preventivos, en el crucero de Matamoros y Leona Vicario, a unos 50 metros de la Cámara de Comercio. Nuestro compañero fue detenido no en flagrancia de un delito pues los hechos ocurrieron a varios kilómetros de distancia y de lo anterior tenemos varios testigos, incluyendo a quien esto escribe.
La lógica y lo que establece la ley es que, si hubo daños materiales o lesiones, el afectado debió interponer su denuncia ante el Ministerio Público para que se procediera conforme a derecho. Pero no fue así, la Policía Preventiva actuó ilegalmente por órdenes de su director, eso ni duda cabe y éste se coludió con el Director del Jurídico para cometer un delito perfectamente tipificado en el Código Penal de Coahuila como abuso de autoridad.
Además, los hechos ocurrieron en horas en que supuestamente Martín Lozano debería estar trabajando en el municipio. Y no fue así.
Finalmente, estando detenido en forma por demás injusta nuestro compañero Ernesto Ramírez, el Director del Jurídico nunca se presentó a poner la denuncia ante el Ministerio Público a pesar de haber sido requerido. O sea, no hay denuncia formal. Pero eso sí, nuestro compañero pasó 48 horas en la cárcel municipal hasta que una agente del MP se dio cuenta del fondo del hecho y lo dejó en libertad el sábado 2 de julio. En realidad, Martín Lozano buscaba como venganza que nuestro compañero pasara dos días tras las rejas y gracias a su cargo de alto funcionario municipal, lo logró. Si esto no es una injusticia en Torreón y en cualquier parte del mundo, no sabemos que sea.
Lo más grave es que, el Director de Seguridad Pública Municipal, en el boletín de novedades diario que nos envía a los medios de comunicación, se convierte en un mentiroso y un falsario. Dice en dicho boletín del 1 de junio, cuya copia tenemos, que nuestro compañero fue detenido en el primer incidente en la carretera a Mieleras y que éste insultaba a las dos “blancas palomitas” que son Martín Lozano y su esposa Karla, lo que es una soberana falsedad. Además, en el boletín informativo, Adelaido Flores se cuida de no mencionar los apellidos de Martín Lozano y solamente lo cita como un tal Martín y su esposa Karla, sin establecer que es el Director del Jurídico del Municipio de Torreón. Esto es verdadera perversidad de parte del Director de la DSPM.
Por investigaciones periodísticas que hemos realizado sabemos que el alcalde Eduardo Olmos Castro no fue informado con verdad sobre este caso. La denuncia penal, por abuso de autoridad contra Martín Lozano y contra Adelaido Flores Díaz será presentada en unas horas más -escribimos el martes 5 de julio- para que los delincuentes reciban su castigo.
El alcalde de Torreón, Eduardo Olmos Castro, debe investigar a fondo el presente caso y, en primera instancia, separar de sus cargos a ambos funcionarios públicos para no entorpecer las investigaciones pues de otra manera, si les brinda total impunidad, volverán a cometer otros delitos y cada vez serán más graves, en contra de ciudadanos de Torreón ya que esto va en detrimento gigantesco de la imagen del alcalde y de la actual administración municipal.
A menos, claro está, que no haga nada el alcalde y nos demuestre, enfáticamente, que en Torreón hay ciudadanos de primera, de segunda y tercera clase. Los de primera serán, claro está, sus funcionarios y colaboradores, y los segundos, terceros y demás, los ciudadanos que les pagamos sus jugosos salarios.
A decir verdad, los ciudadanos de Torreón estamos libres por la “benevolencia” de Adelaido Flores Díaz y Martín Lozano pues ya hemos visto con que facilidad llevan a la cárcel a cualquier ciudadano, al que le pueden inventar todo tipo de cargos en forma impune y siguen enriqueciéndose en sus cargos.
Desde esta calurosa ciudad de Torreón, les deseo la mejor de las suertes rogándole al Creador que no tenga Usted la desgracia de toparse con Martín Lozano, Director Jurídico y Adelaido Flores, Director de la DSPM y sus ya temibles escoltas.
Por todos los dioses, no solamente estamos amenazados por el crimen organizado sino ahora por malos funcionarios municipales. Que el Señor nos tome confesados. Estábamos mejor cuando estábamos peor con Bibiano Villa.
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