Una estrategia exitosa en la campaña
política del PRI en Coahuila
Luis Fernando Hernández González.
Los retos y desafíos del estado para un hombre con cualidades perceptivas de servicio público como lo es Rubén Moreira Valdez, que de manera incansable recorre en su campaña política todos los rincones del estado.
La sensibilidad social como fenómeno de estudio en el interés colectivo se percibe cuando en los actos de concentración la población se manifiesta, mostrando su simpatía por la construcción de más y mejores niveles de bienestar, o bien exponiendo esquemas de preocupación que sean una garantía confiable para sus anhelos tanto personales como materiales, los ciudadanos quieren ver propuestas tangibles y realizables tanto en su entorno, como en aquellas que elevan su valor en su formación como personas.
Hasta este momento las distintas fuerzas de la política exhiben sus mejores armas, los criterios propositivos para el desarrollo de nuestras potencialidades, son los elementos que dan sentido a las propuestas alentadoras que generen la detonación de nuestras posibilidades físicas y humanas que demanda el Coahuila de ahora y hacia el futuro, en los ciclos y etapas electorales se valoran resultados hasta el momento y el acopio de aquellas necesidades del sentir de la población para el logro de expectativas exitosas.
Recordemos que dentro del ejercicio democrático electivo de todo proceso está el factor fundamental de la participación social tanto en el terreno legitimador de la propia práctica participativa, como elemento coadyuvante en la conformación de necesidades, planes y proyectos que arroja como respuesta la problemática comunitaria.
Surgen compromisos con visión de respuesta a corto, mediano y largo plazo, en donde los índices de atención de los distintos factores y variables se les examinan, visualizando soluciones que provoquen disposición de sinergia entre el Estado y la sociedad.
Al sentarse con ello las bases de una modernización pública tanto en los campos de la participación social, la innovación administrativa, como del crecimiento económico, los derechos humanos y la sustentabilidad ambiental, pretendiéndose sean estos dispositivos de coerción que estimulen nuevos y mejores horizontes tanto para los individuos como para la planeación regional, para que esta cohesión sea el soporte de una mejor calidad de vida en la entidad.
Motivando a la vez a los ciudadanos a ejercer los agentes que impulsen y alienten la llamada democracia directa, para fortalecer el marco normativo popular de toda democracia moderna, en donde el referéndum, el plebiscito y la iniciativa ciudadana despliegan un papel de fuerza y entendimiento con los ciudadanos. Al ser el primero de estos instrumentos un referente de entendimiento, como aquella expresión de la ciudadanía que mediante una votación directa, universal y secreta determina el sentido de una posible decisión de la representación popular; el segundo de ellos, utilizado para la ratificación o rechazo de un acto administrativo del gobierno; y el tercero, definido como la facultad que tienen los ciudadanos para presentar ante el organismo legislativo proyectos sensibles de ley que hagan de los instrumentos legales fuerza y presencia de la misma sociedad.
En los resultados de apreciación de esta campaña política, en la opinión casual vía telefónica o personalizada los ciudadanos, evalúan de manera diferencial entre uno y los otros contendientes, sean estos candidatos o partidos políticos, el criterio que tienen los ciudadanos según su estima sobre cada uno de los aspirantes al cargo de mayor responsabilidad pública estatal, demostrando una apreciación y diferencia abismal entre ellos tanto en el porcentaje numérico de valoración, como en el análisis del contenido de sus discursos y propuestas, en las cuales las apreciaciones de fondo están estimadas por el grueso de la población con aquellas que identifican y sienten como necesidad de su contexto vital, identificándose en todo con el candidato del PRI.
Así lo demuestran los resultados con mujeres al hablar cara a cara con ellas, con los jóvenes buscando alternativas de formación educativa y empleo, con los sectores productivos de cada región en donde se relacionan y platican situaciones de infraestructura para el desarrollo y fuentes alternativas de competitividad e inversión, lo mismo que en los planeamientos temáticos de salud, educación, justicia, administración publica, comunicaciones, recursos naturales y medio ambiente que demandan las condiciones de Coahuila.
Todos debemos de coincidir unidos con este importante esfuerzo, sumándonos a la lucha emprendida para vencer aquellos indicadores que le son desfavorables al estado, en los índices de medición que dan cuenta del nivel de bienestar y condiciones de calidad de vida existentes que contemplan organismos internacionales como la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE), que nos hablan de alta, mediana y baja marginalidad, y en donde las decisiones y esfuerzos asumidos por el actual gobierno coahuilense han trasladado al estado a esa lucha de abatimiento de rezagos, con el fin de alcanzar la dignidad a que tienen derecho todas las personas y la justicia social en el contexto estatal.
De ahí el por qué se dialoga, se examinan necesidades y criterios; se busca e indaga sobre alternativas; se suscriben compromisos y se formulan propuestas de trabajo; se demanda a través de esta campaña la participación social y democrática de todos los sectores que configuran y dan sentido a este gran estado emprendedor que es usted, que somos todos, que es Coahuila.
Se construyen acuerdos, expectativas y esperanzas con toda la población, sean hombres o mujeres, ahora y hacia adelante en donde el proyecto de Coahuila está en marcha para este siglo XXI. A todos los ciudadanos nos toca poner nuestra parte, al participar el 3 de julio con nuestro voto. Usted decida cuál Coahuila quiere.
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