En 1974, seis mil
obreros en lucha
Salvador Alcázar Aguilar.
Hace 37 años, en 1974, seis mil obreros de Cinsa y Cifunsa iniciaron una lucha laboral por una mejor calidad de vida, para liberarse del acoso sexual, la sobreexplotación productiva, la indebida rotación de turnos, la falta de seguridad en el empleo, la falta de capacitación, y el canje de prestaciones en cada revisión del contrato colectivo.
Por muchos años la CTM permitió la voracidad del patrón. Así fue como empresa y líderes “charros” revisaron en lo oscurito un contrato leonino, cuyo resultado fue un aumento salarial de 12.5 por ciento, mismo que hizo explotar a los obreros.
El 3 de abril de 1974, los obreros del primer turno entraban a laborar y a la salida los estaban esperando los trabajadores del segundo y tercer turno para asistir a una reunión sindical informativa.
En la asamblea los obreros se apoderaron del sindicato, y obligados por el patrón a informar a los obreros, los dirigentes “charros” estuvieron a punto de ser linchados.
Después de cinco horas de acalorada discusión, los obreros no fueron convencidos por los dirigentes, y aún cuando llegaron algunos esquiroles con ellos, nunca pudieron con la inconformidad de los trabajadores.
El 16 de abril se ponían las banderas en las puertas de Cinsa y Cifunsa uno y Cifunsa planta maleable. Así iniciaba la huelga. El Frente Auténtico del Trabajo (FAT) asesoró a Salvador Alcázar Aguilar, a quien la asamblea obrera nombró como su “representante”.
1.- No se reconocía la asamblea y sus decisiones.
2.- No se reconocía la existencia de la huelga.
3.- La empresa utilizó una táctica dilatoria contando voto por voto.
4.- Cuando el licenciado Arturo Alcalde Justiniani del FAT, planteó la huelga “por el desequilibrio en los factores de la producción no se reconocía ese término.
5.- La empresa dijo No al diálogo.
6.- El sindicato ganó el amparo en el colegiado de Torreón y se declaró la huelga legal.
7.- Al ganar se sentó una Jurisprudencia ante la Suprema Corte de la Nación.
Aún cuando el sempiterno líder de la CTM Fidel Velázquez, y su homólogo coahuilense Gaspar Valdez, prometieron en asamblea nacional aportar un peso por cada trabajador cetemista, el apoyo nunca llegó. 48 días después de iniciada la huelga, el 3 de junio de 1974 a las 7 de la mañana, los obreros recogían las banderas rojinegras.
Originalmente los huelguistas plantearon un aumento del 40 %, se tenía firmado un incremento del 12.5 %, y se consiguió el 20 %. Un mes después de la firma del nuevo contrato, el Presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, decretó para todos los trabajadores del país un aumento salarial de emergencia del 20 %, con el cual se alcanzó el incremento demandado por los huelguistas del 40 %.
La huelga se ganó con un 70 % de los salarios caídos, lo cual sentó un precedente nacional. Además se obtuvo un aumento en el salario mínimo de 4 pesos, y que la empresa pagara el impuesto sobre la renta y el seguro social. Se consiguió un seguro de vida de $ 25,000.00 y la base laboral autómatica a los seis meses de trabajo. Se firmó por la empresa y el sindicato “un pacto de caballeros” en donde los patrones se comprometían a no iniciar represalias en contra de los obreros que participaron en la huelga. La empresa incumplió este pacto y al mes se despidieron dos mil trabajadores.
Este fue un movimiento de regeneración sindical, en donde se paró por 48 días la industria siderúrgica del país. A 37 años de dicho acontecimiento, hoy existe un agradecimiento perenne a los campesinos, estudiantes, obreros y colonos de Saltillo; a los maestros de la Sección V y 38 del SNTE; a los estudiantes y profesores de Ateneo Fuente, de la Preparatoria Nocturna, del Tecnológico de Saltillo, de la Escuela de Agricultura Antonio Narro; a las lideresas de las colonias populares; a los líderes de las acereras Sección 23 y Altos Hornos de México; a los mineros, ferrocarrileros y electricistas; a los obreros de los sindicatos que desafiaron a la CTM y que le brindaron su apoyo a los huelguistas; al Frente Auténtico del Trabajo y al pueblo en ge- neral por su solidaridad. |