¿No queda sino soñar?
David Guillén Patiño.
Jaime Maussan figuró como reportero estrella del programa televisivo de investigación periodís- tica “60 Minutos”, espacio de Televisa que luego “heredó” de Juan Ruiz Healy.
Como suele suceder a quienes trabajamos para los medios de comunicación, al paso del tiempo este periodista mexicano habría de especializarse en algún tema, convirtiéndose en lo que ahora es: una verdadera autoridad en ufología a nivel internacional.
Llama la atención que el asunto de los OVNIs y vida extraterrestre no sea para este investigador mexicano una cuestión que se circunscrita al plano científico o literario o, menos aún, que se considere como una simple posibilidad.
Las últimas veces que ha tratado este fenómeno, Maussan ha empleado un tono inusual de alarma, cosa que vale la pena hacer notar, no vaya a ser que su “locura” no lo sea tanto.
A través de Twitter (@jaimemaussan1), nuestro aludido observa: “Es necesario que alguien informe lo que está sucediendo con un fenómeno real que va a cambiar a la humanidad. Existen muchos intereses para que ese cambio se retrase. Yo creo que es la única posibilidad de supervivencia para la humanidad”.
El 8 de marzo pasado, agregaría en la red: “Como se darán cuenta, aquí mismo en esta red se trata de evitar el cambio. Va a ocurrir. Espero que no sea demasiado tarde. Allá afuera -en el espacio sideral- existen leyes, reglas, que nos obligarían a ser diferentes”.
Luego citó a Adolfo Torres quien en 1928 dijo: “Los grandes pensadores tienen que ser héroes también como idealistas. Sólo aquel que... ha sentido en su derredor el golfo negro de la soledad y ha persistido en su voluntad inamovible, es aquel que ha triunfado. Aquel que sabe que mucho después de estar muerto y olvidado, personas que nunca hayan escuchado su nombre, avanzaran al ritmo de sus pensamientos”. Con relación a estas ideas, me pregunto si Jaime Maussan estaría hablando de sí mismo.
Su siguiente reflexión así parece confirmarlo: “¿Qué puedo decir? He intentado los cambios. Ocurren, pero no tan rápido como quisiera. La vida se acaba. La humanidad sigue. ¿Qué sucederá? ¿Habrá valido la pena? ¿Habremos dado sentido a nuestra existencia? Por ahora, no lo sé. No tengo alternativa, más que seguir. Vivir, sólo por vivir, no tiene caso si no le damos un sentido profundo a nuestra existencia. Leo sus mensajes. Algún día entenderán lo que escribo aquí. Antes de ir a dormir, les dejo a cada uno una pregunta: ¿Han dado a sus vidas un verdadero sentido, profundo? ¿O sólo han vivido? No me respondan. Sólo piensen en eso. Hasta mañana, amigos. Espero que estos apuntes muy personales los hayan hecho pensar en el verdadero sentido de la vida.
La vida es lo mejor que tenemos. Es la oportunidad de estar cerca de la creación, de hacer algo por los que aún no han nacido. Hasta mañana. Soñemos con un mundo justo, equitativo y sin injusticias. Sólo soñemos”, concluyó el productor de “Tercer Milenio”.
Sin palabras...
|