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Febrero 14, 2011
FEBRERO 2011, No. 263

El corredor del arte

José Luis Carrillo Hernández.
Recientemente, un grupo de creadores ha cuestionando mucho los saldos culturales del sexenio que está por terminar. Las críticas que se hacen son exactamente las mismas que se vierten cada seis años, las propuestas son pura retórica en la que nadie confía, pues parecen estar poco dispuestos a generar acciones o una organización de verdadera promoción cultural que atienda, defienda y proponga aquellas actividades que incidan positivamente en la producción y divulgación de la obra de los creadores, así como en la venta de la misma.

Sabemos que es obligación del estado promover y difundir la creación y las manifestaciones artísticas, y acercar a la ciudadanía a todas las formas del arte para su enriquecimiento, pero demandar estas obligaciones estatales sólo en periodos electorales es una postura demagogica y una oportunidad de oro para los trepadores de nóminas, simuladores y fingetalentos.

Se ha discutido y criticado lo insuficiente de la Ley Cultural, el papel de la burocracia de la cultura, la cubertura y alcance de los recursos dedicados a la creación local, la interlocución entre creadores e instituciones, y otros aspectos. Hay algunos avances, tal es el caso de los museos de Saltillo, que aunque pequeños cumplen una función importante, pues son recintos permanentes de divulgación de nuestros bienes culturales, pero la mayoría de éstos, tematicamente están desligados y nada tienen que ver con el quehacer de los creadores.

Sin embargo, la presencia en la ciudad de estos espacios culturales, los museos,  ha fortalecido la actividad turística y el esparcimiento de las familias saltillenses, lo cual es una ventaja, pues la producción artística y artesanal es un segmento del mercado que poco o nada ha sido aprovechada por los creadores y artesanos, porque carecen de un escaparate donde puedan exhibir su trabajo.

Es una tarea pendiente de las autoridades culturales dignificar el trabajo de los creadores, procurando que logren vivir de sus obras, creando las condiciones adecuadas para asegurarles un espacio digno donde el público pueda conocer sus trabajos.

El Corredor del Arte es una alternativa que no es nueva, pero si viable, para que los artistas plásticos puedan acercar su trabajo a los posibles compradores locales o turistas que transitan por las calles céntricas de nuestra ciudad. Estos espacios se han hecho en muchas ciudades del mundo. En nuestro país los tenemos en la delegación de Coyoacán, en el Distrito Federal; en la plaza Quiroga de Pátzcuaro, Michoacán; en el Paseo Montejo de Mérida, Yucatán; en el Corredor Roma-Condesa en el D. F.; y en Pachuca, Hidalgo al lado del reloj monumental que distingue a esa ciudad, por mencionar sólo algunos de estos espacios.

Un corredor de arte en Saltillo, Monclova y Torreón, donde hay una gran cantidades de creadores, sin duda fomentaría el encuentro de los artistas con el público, siempre y cuando los lugares en donde se instalen sea accesible y adecuado. En Saltillo por ejemplo, el espacio natural para el corredor de arte serían los callejones en torno al templo de San Esteban (Padre Flores, Abbott y Ocampo).

Allí los creadores podrían promover directa y personalmente su trabajo pictórico, escultórico, fotográfico, de grabados y otros. Este espacio sería para los creadores y artesanos cuya obra sea original. Saltillo es rico en manifestaciones artísticas, que debemos mostrar a los visitantes y a los lugareños.

Para hacer realidad El Corredor del Arte no se requiere de grandes inversiones, basta la voluntad de crear el espacio y promoverlo, lo que además es obligación de las autoridades. Muchísimos recursos públicos se han canalizado a la industria automotriz y a su mercado, a la construcción de puentes y vialidades, a los programas sociales, a estimular la economía y el consumo de grandes sectores de la sociedad, pero caben algunas preguntas: ¿Cuándo le tocará su turno al mercado del arte? ¿A quién le interesa apoyar a los creadores? ¿Cuándo se promoverá el trabajo de los artistas y artesanos coahuilenses?

Es cierto que falta mucho por hacer. El Corredor del Arte es sólo un pendiente de una serie de acciones pequeñas y grandes que las autoridades deben realizar para incentivar e impulsar la creación artística y la producción y protección de los bienes culturales que son generados por los coahuilenses.

 
contacto@elperiodicodesaltillo.com