Catarsis o realismo (I)
Mario H. Arizpe García.
La visita inesperada.- Un día cualquiera del 2011, llegó a mi oficina un amigo casi abatido, pidiendo ser escuchado; Su rostro, caminar y semblante, reflejaban una enorme carga que deseaba aligerar o cuando menos compartir, por elemental cortesía y cierta dosis de humanismo amistoso, acepte con gusto su petición, las anclas que portaba se veían pesadas y un incipiente prólogo inicial despertó mi curiosidad; Mi inesperado visitante se llama Marcos y así prosiguió su historia:
Las primeras palabras.- La mayor parte del tiempo en mi vida, creo haber sido optimista, de hecho casi podría decir que amo la vida y me gusta porque en cada día que venía y llegaba, descubría sorpresas inesperadas y que sumadas a las esperadas me procuraban un buen presente: sin duda una percepción optimista, no sé qué tan realista.
No obstante lo anterior ayer 14 de abril 2011, las cosas fueron un tanto diferente; no puedo asegurar que fue primero, si un estado de ánimo producto de un análisis o un análisis después del mismo estado de ánimo,; como quiera que haya sido me fue difícil poner orden a las ideas y aún no estoy tan convencido de que lo logré, usted sabe las emociones negativas son persistentes y difíciles de extirpar.
Una historia actual.- Quizás el inicio de toda esta historia que le vengo a contar, la desencadenaron varios hechos, a saber:
El conocimiento de los perfiles de la mayoría de los que nos gobiernan, se encuentran: repletos de soberbia e ignorancia, parecen ser maestros del engaño y la simulación, incongruentes entre su discurso y su actuación, miopes y frívolos de horizontes y repletos de ambiciones sin límites. En una palabra, enarbolan y dirigen liderazgos fallidos y hacen de su quehacer un tributo a la mediocridad.
El anfitrión.- Después de este inesperado comienzo, sólo acerté permanecer callado y asentir con mi cabeza que prosiguiera, el gesto de asentimiento pareció darle a Marcos, la suficiente confianza para seguir en un dudoso dialogo y enseguida dijo:
Marcos.- La inseguridad manifiesta nos tienen al resto de los ciudadanos mortales atrapados en pueblos y ciudades como en jaulas un poco más grandes que las prisiones, me tiene fuera de quicio al igual que a mucha gente, este escenario; no concibo este impune secuestro forzado que restringe lo que yo pensaba era ya un logro consumado: “ la libertad y sus manifestaciones implícitas”; ni en la más terrible de mis pesadillas pensé que salir a la calle o transitar por las carreteras se pudiera convertir en una experiencia mortal o en una vivencia que marcara un rumbo traumático como a tantas familias les está pasando.
El anfitrión.- El lenguaje corporal de Marcos era muy elocuente, movimientos de manos, brazos y expresiones faciales no lo dejaban mentir, lo menos que pensaba mientras lo escuchaba es que realmente el así percibía las cosas y opté por seguir escuchando:
La guerra.- Los medios de comunicación en general o callan o manipulan, si no fuera por algunos medios cibernéticos estaríamos en el limbo, pues los chismes de café reflejan ignorancia, desinformación y bastante morbosidad, si no fuera por que algún amigo o familiar se ha visto afectado, la mayoría de los asiduos a estos centros dudaría de lo que realmente está pasando afuera y cuáles son las causas y motivos de esta absurda guerra, o realmente tiene razón de ser?. El sentimiento o percepción de lo que ocurre se agudiza aún más por las repercusiones en la economía en general, parece ser que el tamaño del bolsillo de la gente común es un valioso micro indicador.
La pirámide pizarra.- El alcalde espera del gobernador y el gobernador responsabiliza al presidente y el presidente se descarga y culpa al crimen organizado y al vecino del norte y todos según esto tienen su parte de verdad, pero nadie reconoce su pequeña o grande dosis de impunidad, corrupción, involucramiento, indiferencia o miedo, o cuando ya no se tiene disculpa, la despreciada y discreta omisión o la complicidad disfrazada. Pareciera ser que el techo de satisfacción compensación y permisividad es encontrar y castigar a los presuntos culpables o culpables infraganti y no en evitar las tragedias y dramas diarios que enlutan a cientos de familias; es tanto el golpeteo diario que a fuerza de exhibirse y mostrarse con tanta frecuencia , termina o minimiza la capacidad de asombro y aumenta proporcionalmente el calculado aclimatamiento social.
Los círculos rojos.- En los círculos rojos de los tres niveles de poder todo se desarrolla como el cocimiento de una gran barbacoa cubierta de grasa aderezada y por una gran ensalada, todos presentan interpretaciones y percepciones diferentes, son muchas carnes y verduras al mismo tiempo pero como son inertes y viven y se cocinan en la misma olla, la olla y ensaladera sólo sirven como burbuja y protección tapadera de sus propios caldos y en donde cada uno de los titulares de esa barbacoa-ensalada, manda y decide sin réplicas, como debe preparse, coserse y servirse el trágico banquete ofrecido a la sociedad civil.
La olla exprés.- Por supuesto que la burbuja principal que alberga estas criaturas, está totalmente desvinculada de las burbujas que la rodean o por necesidad o por mala fortuna o por las dos cosas juntas y se encuentran poco conscientes de que están en la misma olla exprés; es tan fuerte el olor a dinero e intereses que no se dan cuenta que la olla ha generado una temperatura que rebasa sus capacidades. |