Camino difícil para el PRI en Coahuila
Pericles Dávila Cázares.
A pesar que el Tribunal Federal Electoral (Trife), aun no otorga la ratificación de triunfo como Presidente electo de México al priista Enrique Peña Nieto, no se esperan cambios que puedan modificar de manera importante los resultados de los comicios del pasado Primero de Julio.
Los izquierdistas aseguran que cuentan con pruebas suficientes para anular los comicios presidenciales y con eso mantienen viva la posibilidad de pedir a las autoridades correspondientes que se designe a un Presidente de la República interino en lo que se revisan y resuelve la compra del voto; eso a lo que los perredistas e izquierdistas llaman el fraude electoral más descarado de la historia en México, donde se involucra al grupo Soriana y a la empresa trasnacional Monex.
Pero parece ser que los conocedores de la política nacional anticipan que “se la van a volver a hacer” a Andrés Manuel López Obrador.
Quizá “El Peje” busca alcanzar el récord impuesto por su compañero de partido y ex líder del PRD Cuauhtémoc Cárdenas, a quien tampoco lo dejaron llegar a la silla presidencial. Podría ser éste el caso donde los dos perredistas presidenciables quieren hacer maestría en cómo los priistas les hagan fraudes electorales, esperando que al muy probable candidato a Presidente de la República del 2018, Marcelo Ebrard, espera que en el futuro no le pase lo mismo.
En este ámbito se han presentado cambios de importancia y es menester mencionar que las derrotas de los candidatos coahuilenses fueron un golpe bajo que tal vez los priistas en el fondo ya esperaban, porque a decir verdad la gente está todavía muy molesta y ha dejado de creer en los candidatos del tricolor, y buena parte de esto se debe a la cuestión de la llamada mega deuda del estado en la administración anterior, que con tanta mala publicidad sigue pesando y parece que continuará así por más tiempo.
Los resultados nada favorables a los priistas obligaron la destitución de Salvador Hernández Vélez para que entrara al relevo del timón en el Comité Directivo Estatal David Aguillón Rosales, quien tiene una tarea difícil al tratar de sacar adelante los próximos comicios de presidentes municipales en Coahuila, aunque Aguillón Rosales ya se curó en salud comentando a los medios de comunicación que se hará todo lo posible por sacar el llamado “carro completo” en las elecciones para presidentes municipales, pero será una tarea nada fácil.
Ciertamente el PRI de Coahuila buscará defender lo indefendible, lo que es una tarea casi imposible por el poco acercamiento hacia la sociedad y falta de compromiso de muchos de los actuales presidentes municipales del PRI que han tenido desempeños tan pobres que el pueblo nuevamente dará su voto de castigo a los candidatos tricolores; en Torreón, Monclova y Ramos Arizpe sólo por mencionar algunos municipios, la gente está muy molesta con la mala actuación de sus alcaldes y el poco crecimiento en materia de infraestructura de estos municipios.
Mientras tanto para el municipio de Saltillo sobran ‘gallos’ que quieren sustituir a Jericó Abramo Masso y se manejan los nombres de: Enrique Martínez Morales (como premio de consolación por haber perdido la diputación federal); Oscar Pimentel González quien ya fue alcalde de la Saltillo y que lo más destacado y notorio de su gestión fue que al final de su administración vendió muchas concesiones de taxis y permisos para expender alcohol, sin dejar de lado el super negocio que hizo con los españoles al venderles al agua de Saltillo por 20 años.
Otro de los que suenan fuerte es el ex líder nacional de PRI Humberto Moreira Valdés, aunque este último sólo sea un truco de pantalla porque sus aspiraciones están al lado de la líder vitalicia del SNTE, la dueña del PANAL, Elba Esther Gordillo. Asi que le deseamos suerte a David Aguillón Rosales y a su equipo de trabajo que tiene una tarea muy difícil, pero no imposible.
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