Ciudad Porfirio Díaz en los anales de la escuela
pública coahuilense
Alfredo Velázquez Valle.
Surgida como Colonia Militar en 1850, Piedras Negras comienza a tomar fisonomía propia a partir de 1855 con la desaparición de la Villa de Herrera y la activación de la vida económica que le reportó la reubicación de la Aduana Fronteriza que se encontraba en la Villa de Guerrero.
Frontera, punto de encuentro y choque de culturas disímiles, Piedras Negras ha sufrido las consecuencias de su peculiar situación geográfica que confrontaron sus habitantes. Momentos que le han dado un singular rostro a lo largo de los años. Invasiones de filibusteros tejanos como oleadas de pillaje y violencia de comanches, entre otros, es algo que ha aprendido a sobrellevar través de la segunda mitad del siglo XIX la población nigropetense.
Sin embargo, después de treinta y ocho años de fundado el poblado y de llevar el nombre de Piedras Negras, un grupo de ciudadanos “distinguidos” propuso un cambio de categoría para la población y en diciembre 1° de 1888 la Villa adquiere el rango de ciudad pero con una nueva denominación: Ciudad Porfirio Díaz. El nuevo apelativo correspondía a una nueva realidad que se expresaba en la calidad de vida que comenzaba a manifestarse en la infraestructura del poblado ya que para dicha fecha contaba con ferrocarril, puente nuevo que comunicaba a la ciudad con Eagle Pass (E.U.), y edificios civiles nuevos y funcionales como la Presidencia Municipal y el hermoso Edificio de la Aduana así como alumbrado público.
 Será en este contexto de progreso y modernidad, y bajo el nombre de Ciudad Porfirio Díaz, donde encontremos los primeros informes estadísticos y de Inspección generados por la Dirección de Instrucción Primaria del Estado.
A continuación demos lectura a los primeros informes que sobre esta localidad fronteriza existen en este Archivo Histórico de la Secretaría de Educación.
El primer informe de que tenemos registro, rendido por el Inspector del Distrito de Río Grande, Profr. Elías Gómez, corresponde a los días que van del 7 al 12 de diciembre de 1903.
En dicha hoja estadística aparece ya la Escuela Modelo, que fundada a finales del siglo pasado (septiembre de1897) estaba conformada por las Escuelas Oficiales Número 1 y 2 de niños (498 alumnos), las Escuelas Oficiales de Niñas No. 1 (265 alumnas) y No.2 (191 alumnas) y las Escuelas Rurales para Niños y Niñas de Villa de Fuente (141 alumnos) y las de Niños y Niñas del “Moral” (87 alumnos).
Si bien, las escuelas ubicadas en el perímetro de la ciudad se encontraban en “buenas condiciones”, las ubicadas en el campo (alejadas de la ciudad de 3 a 26 km.) se reportaban como regulares o definitivamente en malas condiciones.
Los sueldos de los maestros iban desde $140.00 para el Director de la Escuela Modelo hasta los $20.00 devengados por algún Ayudante de estas escuelas. En su mayoría no eran titulados de alguna Escuela Normal por lo que el promedio en cuanto a dedicación, aptitudes y Método de Enseñanza no rebasaba el siete de un puntaje de diez.
Bien, veamos que escribía en aquel año, tan lejano ya, el profesor Inspector de este Distrito Escolar de “Rio Grande” con respecto a las escuelas primarias de este Municipio de Piedras Negras:
Notas: 1ª. “El estado general que guardan las escuelas en este Municipio es bastante bueno, pues , exceptuando un corto número de maestros que han descuidado un poco la enseñanza de los grupos que se las han encomendado, todos se preocupan por el adelantamiento de sus alumnos, así como del suyo propio;”
2ª. “Dada la vigilancia que sobre todo el personal ejerce el Director, lo mucho que esta Inspección le recomendó a los maestros indolentes y el crecido empeño que la niñez tiene en la enseñanza, bien demostrado con el interés con que escucha las lecciones del maestro y con la regularidad con que a ellas asiste; es de esperarse que bien pronto desaparezca esta pequeña falta y que en todos los principales locales de enseñanza de este Municipio obtengamos buenos resultados al final del presenta año escolar.”
Para marzo del siguiente año (1904) los “buenos resultados” vaticinados por el c. Inspector se volvían una realidad afortunada:
“INFORME del estado que guardan las Escuelas Oficiales de la Municipalidad de Porfirio Díaz correspondiente a la 2ª visita de inspección practicada durante los días 22, 23, 24, 25 y 26 de marzo de 1904”.
Notas: “Practicado el primer examen semestral con la oportunidad debida resultó un 85% de los alumnos aprobado en las Escuelas de la Ciudad y un 80% en las de las Congregaciones, siendo de esperarse que estas cifras aumenten aún un 5% mas para el segundo semestre ó sea para el final del presente año escolar.”
“El dato anterior es la mejor prueba que pudiera darse en apoyo de la constancia con que han emprendido sus labores los maestros que se encargan de la instrucción en este Municipio y de que el Sr. Lara, su Director, ha sabido impartirles ayuda oportuna a los que por falta de conocimientos o aptitudes, son impotentes por si solos para interpretar con sabiduría nuestro credo pedagógico, así como de que con la vigilancia que se le recomendó en mi primera visita sobre aquellos profesores que por indolencia mal atendían a sus quehaceres escolares, desapareció en su mayor parte el defecto de que hablaba en mi primer informe sobre estas escuelas y que formaba la segunda nota del referido documento.”
“Cómo al observar con algún detenimiento la tabla de las calificaciones que cada uno de los maestros han merecido en este informe, fácil sería descubrir mala preparación en muchos de ellos y quién dice mala preparación piensa en lo mal que se interpreta el objetivo de la enseñanza, en el poco conocimiento que se tiene de lo que se ha de labrar, ignorante de los medios y poco conocimiento del método que ha de seguir en sus operaciones; pensando que con tal personal difícilmente se logren los resultados que ya dejo anotados, debo hacer constar una vez más que estas irregularidades del personal las subsana el Director General que siempre está cerca del más débil debiéndose á él mucho del aprovechamiento general como al auxilio que reciben del Boletín de las Escuelas Oficiales.”
Libertad y Constitución
Zaragoza, 3 de abril de 1904
Elías Gómez (rúbrica)
Por último, quisiera completar este primer acercamiento al ramo de Instrucción Primaria de este importante Municipio fronterizo con una lista de los maestros que se desempeñaban en las aulas de estas escuelas oficiales allá por el año 1903 y que mucho dieron a la comunidad nigropetense.
Escuela Oficial “Modelo”:
Víctor N. Lara Director 5° y 6° años
Fernando Bermea 5° año
Alonso González 4° año
Isidro Pérez 4° año
Enrique Flores 3° año
Enedina González 3° año
Dolores Guevara 2° año
María de Jesús González 2° año
Concepción Carrillo 2° año
Eloísa Treviño 1° año
Ana Bres 1° año
Josefa Cantú 1° año
Escuela Oficial de Niñas No. 1
Delfina Chapa 5° y 6° años
Juana Chapa 4° año
María de los A. Rodríguez Directora y 3° año
Florencia González 2° año
Isabel González 1° año
Melchora Castillo 1° año
Escuela Oficial de Niñas No. 2
Zapopa F. de Galindo Directora y 4° año
María D. González 3° año
María Flores 2° año
Martina Flores 1° año
Inés Torralba 1° año
Escuela Oficial de Niños de “Fuente”
Fabricio Barrera S. Director y 1°, 2° y 3° años
Escuela Oficial de Niñas de “Fuente”
María Ramírez Directora y 1°, 2° y 3° años
Escuela Oficial de Niños de “Minas”
Luis Dávila Director y 1°, 2° y 3° años
Escuela Oficial de Niñas “Minas”
Jovita Padilla Directora y 1° y 2° años
Escuela Oficial de Niños del “Moral”
Gregorio Pérez Director y 1°, 2| y 3° años
Escuela Oficial de Niñas del “Moral”
Eloísa Gloria Directora y 1°, 2° y 3° años
Escuela Oficial “Mixta”
Tomás Mata Director y 1° y 2° años.
Libertad y Constitución
Zaragoza, 15 de junio de 1904
Elías Gómez (Rúbrica)
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