El “Coco” de los padres de familia:
el regreso a clase de sus hijos
La educación en
México es cara
…y deficiente.
Connacionales
Jesús M. Moreno Mejía
A los problemas de inseguridad, desempleo, desconfianza y falta de credibilidad en las autoridades, los mexicanos padecemos una baja calidad educativa, además de ser muy cara.
Y afirmamos que es sumamente onerosa, pues los padres de familia se ven obligados a desembolsar fuertes cantidades de dinero desde antes de comenzar las clases; no sólo en el caso de los niños que se inscriben en los colegios particulares, sino también en las escuelas oficiales.
Es por ello que el presente mes de agosto se convierte en el “coco” de los padres de familia, porque ello lleva aparejado pagar la matrícula en el colegio particular y otros gastos, mientras que en las escuelas oficiales cubrir la cuota de la sociedad de padres y los desembolsos adicionales.
Porque en ambos casos hay que considerar la compra de útiles escolares, pues si bien los libros de texto del sistema educativo en México son gratuitos hay escuelas oficiales, pero sobre todo en los colegios particulares se agregan otros volúmenes que se consideran necesarios en apoyo a la instrucción elemental.
El caso es que los padres de familia que inscriben a sus hijos en colegios particulares, tienen que cubrir la inscripción estipulada en cada caso, mientras que en las escuelas oficiales se les exige la cuota marcada por la sociedad de padres, pero que se hace efectiva con el apoyo de la dirección escolar, misma que es cubierta en forma anual y en otros casos mensual o bianual.
Faltaría agregar (¡Como si lo anterior no fuera suficiente!) la compra del uniforme de diario, el de “gala”, el de deportes, los zapatos, tenis y las calcetas o calcetones (¡¡Uff!!).
Casi todos tenemos familiares en el extranjero, mismos que opinan: “La educación en México es cara … y es mala”.
Y tienen mucha razón en afirmar lo anterior, pues en otros países del llamado “Primer Mundo” son las autoridades las que se hacen cargo de los gastos de la educación de los niños, pues su sistema de instrucción primaria y pre-escolar es gratuito, e incluso no existen los colegios particulares en esos dos niveles.
Los ciudadanos estadounidenses, canadienses, holandeses, por sólo mencionar algunos, al enterarse de que en México los padres de familia se ven obligados a desembolsar considerables cantidades de dinero a favor de sus hijos que asisten a la escuela o al colegio, simplemente dicen “Vaya, los mexicanos si que son ricos”.
Consultando a un padre de familia de esta ciudad, que obviamente pide no revelar su nombre ni el de la escuela oficial en la que estudian dos de sus hijos, afirma que anualmente tiene que pagar $900.00 (novecientos pesos) como cuota a la sociedad de padres, cuya cantidad deben de entregar en efectivo a la dirección del plantel educativo.
Nos aclara que los novecientos pesos son por padre de familia, no por alumno pues lo mismo pueden ser uno, dos, tres, etc., además de $400.00 (cuatrocientos pesos) por dos o tres libros adicionales que deben utilizar los alumnos (en este caso si por cada alumno), ya sea como guía de estudios y por materias complementarias.
La lista de material didáctico incluye cuadernos, lápices y colores de determinada marca y clase, así como un frasco mediano o grande de jabón líquido antibacterial, una dotación de rollos de papel higiénico y un paquete de hojas tamaño carta para la elaboración de las pruebas que se les aplican a los alumnos, pero posteriormente se les exige otra cantidad en efectivo, dizque para cubrir el servicio de copiado.
Otra exacción es la del uniforme escolar, que también tiene que ser adquirido a través de la escuela primaria, consistente en una pantalonera, una playera y una chamarra ligera con el escudo estampado en estas dos últimas, con un valor mínimo de $450.00 (cuatrocientos cincuenta pesos), pero la cantidad es mayor si el niño es de talla grande.
Y desde luego, los padres de familia también tienen que comprar los zapatos, tenis, calcetones, así como ropa interior de sus hijos, si bien, en este caso, cada quien decide en que almacén adquirirlos.
El caso de los jardines de niños (pre-escolar) y secundarias oficiales, ocurre algo similar al del nivel primaria, si bien los padres no tienen que pagar la inscripción por ser gratuita, pero si las exigencias en cuanto a la compra de libros, cuadernos y resto de material didáctico, así como los uniformes, pues todo eso es trámite obligado.
En los colegios particulares los gastos son obviamente mayores, pues en tales casos hay que pagar una inscripción o matrícula, una cuota para la sociedad de padres (también tienen), y un seguro para el padre de familia a fin de garantizar los estudios del menor en caso de fallecimiento de aquel.
Pero también tienen que adquirir libros extra a los de texto gratuitos, el material didáctico (útiles escolares), los uniformes (el de diario, el de deportes y el de gala), y durante el año pagar las colegiaturas mensuales, incluyendo los impuestos correspondientes, y el servicio de transporte, así como algunas cooperaciones para eventuales festejos.
No cabe duda, la educación en México es muy cara… y es mala en términos generales, pues hay que admitir que existen casos de excepción en lo referente a la calidad de maestros, lo mismo en escuelas oficiales que en colegios particulares.
¡Hasta la próxima!
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