El fenómeno Mancera
Salvador Hernández Vélez.
La continuidad perredista en la capital del país, es un tema que debe ser analizado con cuidado. ¿Cómo explicar que un cuadro político tan cuestionado en su momento por asuntos relacionados con temas de seguridad pública de la ciudad de México, haya sido postulado a ser Jefe de Gobierno y haya ganado? Marcelo Ebrard fue Secretario de Seguridad Pública en el Distrito Federal, después fue postulado y ganó la elección con un amplio margen frente a Beatriz Paredes del PRI.
El partido del sol azteca, con Miguel Ángel Mancera Espinosa cumplirá más de dos décadas en el gobierno de la capital, el espacio de poder público más codiciado en México, después de la Presidencia de la República. Viví en la ciudad de México a principios de los noventa, y en aquellos años el sentir era que la capital del país era la ciudad más insegura. Ahora esa percepción ha cambiado. Si no, cómo explicar que un exprocurador como Mancera, con una muy corta experiencia en el servicio público y sin experiencia electoral, haya ganado la elección y en mejores condiciones que el propio Ebrard.
Nada al inicio de este sexenio perfilaba a Miguel Ángel Mancera como un aspirante con posibilidades a gobernar la ciudad; ni él mismo se lo planteaba: “… nunca lo pensé (competir por la jefatura de Gobierno), pero yo siempre he vivido con intensidad las ocupaciones y cargos, las responsabilidades que me encomiendan.”
El paso por el servicio público del exprocurador Mancera es relativamente corto, inició su carrera en la administración pública en asuntos policiacos y la continuó en el área de justicia. Marcelo Ebrard, en el 2002 lo designó Director de Investigaciones y Procedimientos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, y en 2004 lo integró a su equipo de asesores en la misma dependencia.
Después de los linchamientos en Tláhuac, Ebrard pasó a la Secretaría de Desarrollo Social del D.F. y a Mancera lo nombró Director Jurídico. Y en diciembre del 2006, al llegar Ebrard a Jefe de Gobierno de la ciudad, nombró a Mancera Subprocurador de Procesos en la Procuraduría local y, en junio de 2008, luego de la tragedia del News Divine, lo ascendió a Procurador, desde donde dio el salto a la candidatura perredista por el gobierno de la ciudad más poblada del país.
Las encuestas mostraron a un Mancera con un posicionamiento público y una preferencia electoral como nunca antes se ha visto a un Procurador y por qué no aceptarlo, incluso a un aspirante a un cargo de elección popular.
Comparemos las intenciones de voto para la Jefatura de Gobierno con las de la Presidencia de la República. Según el periódico Reforma, en el caso de las candidaturas a la silla grande, el 45% de los capitalinos votaría por Andrés Manuel López Obrador, mientras que el 35% lo haría por Enrique Peña Nieto, el 18% por Josefina Vázquez Mota y el 2% por Gabriel Quadri. Y con respecto a la contienda por el DF, Mancera recogía el 55% de las preferencias, diez puntos más que ALMO. Caso contrario con los priistas: Peña mantenía 10 puntos más que Paredes (35% contra 25%) y también Vázquez Mota por encima de Miranda en 5 puntos (18% contra 13%).
¿Estará presente el fenómeno Mancera dentro de seis años? ¿Estará compitiendo Mancera la candidatura presidencial perredista a Andrés Manuel y a Marcelo Ebrard? En esta coyuntura electoral en la capital de país, con un listado nominal de siete millones 218 mil 23, que representa poco menos del 10% del total nacional e inmersa en el espacio electoral regional más importante de la República, AMLO ha sufrido un desgaste considerable. En el 2006 obtuvo el 59% de los votos en el D.F. para Presidente de la República, mientras que Marcelo Ebrard tuvo el 47% de los sufragios para Jefe de Gobierno. Beatriz Paredes hace seis años quedó en tercer lugar de la contienda, con apenas el 21.59% de la votación total, a casi seis puntos porcentuales del panista Demetrio Sodi y a casi 25 del perredista Marcelo Ebrard.
El exprocurador capitalino obtuvo el 63.56 por ciento de la votación el pasado 1 de julio, es decir tres millones 31 mil 160 votos. Esto es, obtuvo medio millón más de votos que la candidatura presidencial de AMLO y 16 puntos por encima de Ebrard. Sin duda Mancera pinta para estar en la contienda del 2018.
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