Presa Pantalones
Rufino Rodríguez Garza.
Se trata de un sitio arqueológico ubicado en el ejido Pelillal, del municipio de Ramos Arizpe; cuenta con una cortina enrocada y su vertedero, que escurre el agua a minúsculas parcelas, que alguna vez se sembraron, sobre todo de chile, y en épocas más recientes pasturas.
No sabemos de donde proviene este raro nombre, pero así se conoce, tanto la presa como la modesta cordillera donde, en su parte media localizamos la cortina.
Ya de antiguo el agua de las escasas lluvias de por si se estancaba, lo que permitió asentamientos humanos en épocas pretéritas, de esto dan cuenta la gran cantidad de chimeneas y/o fogones, así como las lascas de talleres donde se fabricaron flechas, lanzas, raspadores, herramientas de molienda, cuentas para sus adornos y otros útiles con los que trabajaron la palma, la lechuguilla y el maguey, para extraer las fibras con las que elaboraron sandalias, cuerdas, faldillas y cordones para redes, etc.
La zona arqueológica del Pelillal está compuesta de innumerables sitios, cual más cual menos importante para la investigación de las antiguas culturas del desierto. Presa Pantalones apenas representa una mínima parte del territorio ejidal. El Pelillal está rodeado de otras comunidades que también tienen suficientes vestigios como para hacer exploraciones que nos arrojarían ensayos importantes.
Fuera de las modestas menciones que el compañero Ventura y un servidor hemos hecho de este lugar, las autoridades del INAH y sus arqueólogos sólo han realizado visitas de doctor, y sólo a lugares específicos, entiendo que sin proyecto, recursos, choferes, viáticos, el personal del Instituto no sale motu proprio, tendría que poner de sus recursos y éstos no son abundantes.
En algunos sitios hemos podido ver al Dr. Herb Eling, a la arqueóloga Cristina Martínez, al pasante de la ENA, Mauricio Sánchez de Mier, los antropólogos Leticia González, William Breen Murray y Lorenzo Encinas amigo de Monterrey, y mismo que con regular frecuencia se acerca a estos apartados lugares para elaborar ensayos y videos que podemos ver en canales televisivos de Monterrey y escritos en revistas de corte nacional.
El hecho de sus visitas no aterrizó en libros o en ensayos, sólo algunas modestas menciones en sus publicaciones de México y/o de Estados Unidos.
Aquí faltan los levantamientos topográficos, el registro de los sitios en fichas apropiadas, etc.
Históricamente el Prof. Carlos Cárdenas Villarreal, es el primero que menciona el sitio en cuestión, y en alguna de sus publicaciones utiliza fotos de grabados de Presa Pantalones, entre otros de los “hongos” que bien pudiera tratarse de raspadores, hondas o como lo interpreto desde mi punto de vista es un símbolo de territorialidad.
La Dra. Turpin, en su libro Arte Indígena en Coahuila (2011) usa imágenes de este lugar para ilustrar el mismo.
En los alrededores de la mencionada presa, hemos localizado pinturas, geoglifos y arte móvil.
La cordillera tiene una orientación Oriente-Poniente, pero en el lado Oriente cambia hacia el Sur. La longitud de este promontorio pasa de los tres kilómetros, y aproximadamente en la parte media se levantó la cortina y para el enrocado se utilizó piedra de allí mismo por lo que se destruyeron buena parte de los motivos grabados.
Llama la atención la antigüedad del sitio, pues en muchas de las rocas se observan palimpsestos, es decir, que la gente grabó, se retiraban, y a la vuelta de los años regresaban y de nuevo volvían a grabar. También, con la llegada de nuevos grupos, que dejaron sus mensajes, en la búsqueda de aguajes, frutos y cacería. Los empalmes se notan pues los grabados antiguos están mimetizados, casi del color de la roca, en cambio en los posteriores la pátina es de color claro, la oxidación es diferente.
El entorno no ha cambiado. Podemos decir que las lluvias, la flora y parte de la fauna se conservan, a través de los milenios. Claro, se acabaron los bisontes, los osos y el borrego cimarrón, el agua sigue siendo escasa como en el pasado; la vegetación es la misma, la propia de zonas áridas. Destaca la lechuguilla, los nopales cegador y rastreros, guapillas y palmas.
Este es un lugar importante pues aparte de los grabados hay espacios con pinturas. Otra curiosidad del sitio es que localizamos tres grabados diferentes de plantas de maíz. A la llegada de los europeos en el Siglo XVI ya se conocía esta planta domesticada en Mesoamérica; destaca también la Presa Pantalones porque en sus inmediaciones localizamos un dios mesoamericano, un Tláloc que nos dimos a la tarea de mostrarlo a los especialistas para que lo certificaran.
Aquí en Pantalones es frecuente la representación de una cruz enmarcada que viene siendo la representación de Venus o la estrella de la mañana o Quetzalcóatl.
Entre la fauna representada en los grabados de la presa Pantalones destaca el venado cola blanca y en dos o tres ocasiones el venado bura. Estos animales están representados por sus astas y/o por sus huellas finamente grabadas. Se puede observar, aunque en mínima escala huellas de oso y de bisonte.
Lo que más destaca es una buena cantidad de localidades con cuentas a base de puntos y en menor cuantía las cuentas a base de rayas cortas. Muy probablemente que todas estas cuentas estén relacionados con eventos solares o lunares, pues creemos que aquí hay representaciones de una supernova (1054) que fue debidamente documentada en países tan lejanos como China. Guardando toda proporción pensamos que aquí fue observado aquel evento y grabado en su momento.
Hay un elemento que es característico de estos lugares y que puede constituir parte de un estilo, me refiero a una serie de triángulos o flechas alineadas y casi siempre con la flecha o la punta hacia abajo (Ventura 1996). Otro motivo recurrente en este lomerío es el atlatl, lo que nos daría pistas para fechar el sitio, pues su uso es anterior, mucho antes de la “invención” del arco y la flecha.
Es de destacar la serie de navajas enmangadas que se grabaron, casi siempre en compañía de huellas o astas de venado.
Otro motivo que se repite una y otra vez es el de las cuadrículas o “grid” (parrillas) que pudiéramos asociar con redes para las trampas o para pescar en los arroyos que hay en los alrededores, por ejemplo el Patos y el Piedritas.
Notamos que la figura humana es muy escasa, que las pocas observadas más bien son muy esquemáticas y que son socorridos algunos elementos como las manos, una de ellas con discapacidad, pues le falta una parte de un dedo. El motivo más abundante es el pie humano.
El sitio de Presa Pantalones, tiene en las astas un estilo diferente, se caracteriza por las puntas muy alargadas, a diferencia de otros sitios aledaños donde las puntas son mas bien cortas.
En general podemos concluir que la Presa Pantalones es un sitio con vocación ligada a los aspectos inherentes a la cosmovisión y las concepciones mágico-religiosos de sus ejecutores (Martínez).
También, aunque el término está en desuso, “la magia simpática”, consistía en que el chamán pintaba y/o grababa la pieza que quería cazar, quizás pensando que al estar dibujada los dioses le harían el favor de facilitarle la caza y salir sin accidentes en sus correrías. |