Cierran 10 accesos al fraccionamiento
Campestre La Rosita
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Es legítimo que las personas vean por su seguridad y la de su familia y también por su comodidad, lo incorrecto e injusto es que lo hagan a costa de los demás. Esto representa el cierre de accesos a las colonias residenciales de quienes tienen ciertos privilegios económicos, como son los colonos del Campestre La Rosita, Los Ángeles, Torreón Jardín y otros espacios de nuestra ciudad. Cerrar calles es ilegal y contraproducente. La seguridad estriba, no en aislarse de la gente jodida sino en evitar que gente de menor acceso al bienestar social -quienes son el mayor segmento de la sociedad- continúen deteriorándose en todos los aspectos de su vida personal y familiar. Los habitantes de colonias residenciales, con el cierre de los accesos a su vecindario, lo que lograrán, es cierta comodidad porque habrá menor tránsito por sus calles pero la inseguridad continuará porque ella emana no del paso de la gente por sus calles sino del estado de cosas provocadas por la impunidad que es madre de todo deterioro social.
Quienes tienen para comer bien, tres veces al día y les sobra para divertirse, vestir y vacacionar, no deben ignorar que: 1.- Su esfuerzo e ingenio en muchos casos. 2.- las circunstancias, muchas veces fortuitas, y 3.- Las personas que menos tienen, son los factores que les ha permitido escalar al nivel económico que tienen y, si por no aceptar la molestia de ver pasar por sus domicilios a quienes menos tienen o a conciudadanos de otras colonias que deben trasladarse a sus trabajos o centros de estudio, muy prontos sus circunstancias favorables se revertirán y sus esfuerzos e ingenios de nada servirán. Los muros y aislamientos jamás han servido para nada bueno. Hay muchos ejemplos y el más paradigmático es el muro de la ignominia en Palestina, me explico: Los israelíes, beneficiarios de los mismos tres factores antes mencionados, han querido aislarse -por seguridad y bienestar- del pueblo al que le han arrebatado a la mala, sus tierras, su fortuna y cultura, construyeron un muro de concreto de 8 metros de altura y 800 kilómetros, convertidos en laberintos inhumanos. ¿Han logrado mayor comodidad y seguridad? No… cosecharon odios e inquinas porque eso es lo que sembraron, y sus frutos han sido el repudio y las condenas de todo el mundo. ¿Eso es lo que quieren los colonos de La Rosita, Los Ángeles y Torreón Jardín?... pues eso tendrán a corto plazo si continúan buscando la seguridad y la comodidad donde no la hay.
Las autoridades municipales de Torreón tienen sus culpas derivadas de su debilidad y pocas luces, porque a la ciudadanía toda, se le debe tratar de igual manera, y acotando los pasos por lugares de privilegio para unos cuantos, la seguridad y la comodidad se precariza para todos. Hace días, por el Paseo del Campestre hubo un accidente automovilístico al parecer sin importancia. Una señora joven, viniendo de una calle secundaria no hizo el alto en el Paseo del Campestre y chocó con el auto de la señora Lainer, vecina de la misma colonia, venía manejando y hablando por su celular, luego del impacto, no dejó el celular y continuó con su llamada. La señora Lainer no pudo bajar del auto porque el impacto, selló la puerta y bajando el vidrio de la ventanilla derecha, se dirigió a quien la chocó para que la auxiliara.
La responsable del accidente sólo bajó un momento el vidrio de su ventanilla para decirle ”sí, yo tuve la culpa” subió el vidrio y continuó con su llamada telefónica hasta que llegaron los representantes de las compañías de seguros, la chocante nunca le preguntó a la señora Lainer, si estaba bien e incluso, ni siquiera volteó a mirarla. Entonces… ¿de quienes deben cuidarse los habitantes de La Rosita?... ¿qué acaso no hay en todas las colonias, residenciales o precaristas, delincuentes de toda laya?... la responsable del accidente se comportó como cualquier delincuente, no huyó porque tenía seguro de daños a terceros, pero no auxilió a quien afectó por su imprudencia e irresponsabilidad.
Por lo anterior, hay que considerar que el cierre de los accesos a las colonias residenciales, es ilegal y que el mensaje que manda la autoridad a los ciudadanos es que todos los ciudadanos son iguales, pero… unos son más iguales que otros. O, ¿usted qué opina apreciable lector?
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