¿México estado Demócrata o
despótico?
Apolinar Rodríguez Rocha.
La democracia, es un sistema político de organización social; ideada para gobernar con orden de acuerdo a la voluntad popular.
La democracia presupone la existencia de dos derechos: el de dignidad de la persona humana, y el de libertad. La democracia exige la integración de la voluntad colectiva libre.
Es la integración libre de la voluntad colectiva, lo que legitima la constitución, la decisión y la actuación gubernativa. La democracia supone otro elemento, presupone la libertad de diálogo, precisamente es ese diálogo el que integra la campaña electoral, es lo que crea la voluntad colectiva democrática.
La campaña electoral; es realmente un diálogo político, mediante el cual el candidato trasmite los valores y principios propios a sus conciudadanos; es la adhesión o coincidencia por el ciudadano destinatario (elector) de esos valores, lo que permite allegarse, sumar votos y asumir los cargos de elección popular.
La democracia, sin embargo no termina, ni con la campaña electoral, ni con la elección; La democracia es o debe ser un diálogo constate entre gobernante y gobernado, esto es: La democracia obliga a un diálogo y comunicación constate entre el pueblo (representado) constituido en asambleas y el representante (electo) constituido en gobernante.
El gobierno por tanto no es cosa de niños, sino cosa de personas con capacidad de decidir;
La actividad gubernativa, luego entonces debe ser una actividad democrática, la sumisión a la voluntad general por parte del elector. Cuando este diálogo democrático entre gobernante y gobernado se rompe, la democracia es sólo aparente; el derecho de ciudadanía, confiere el derecho de votar, pero no sólo eso, sino el derecho de tener voz. Se trata entonces al romperse el diálogo de un régimen autoritario y no de uno democrático.
En ese tenor, habremos de decir, que la actual guerra contra la delincuencia, ha roto inexplicablemente, el diálogo democrático, entre gobernante y gobernado. Tal impacto nos ha alcanzado a todos, en sus nefastas consecuencias.
La democracia reclama, diálogo y acuerdos: Sólo un camino nos puede llevar a conseguir la paz deseada, el diálogo: Existen muchos tipos de diálogo, y muchos variantes de resultado; en esta etapa del estado de cosas: debe recurrirse al estudio e investigación de la causas primeras del fenómeno: La proliferación de la delincuencia y la llegada de más individuos a sus filas, tiene varios orígenes internos o endógenos : la vulnerabilidad social, la inmovilidad social (Estadual, Monopólica competitiva) desigualdad social y la violencia estructural (aquella violencia generada por el Estado ante la omisión o negación de la atención digna a los seres humanos gobernados ( la negación o inadecuada, deficiente o absoluta falta de acceso de los servicios de asistencia social).
Sin embargo a sabe lo anterior, el gobierno y gobernados han optado ante el fenómeno delictivo por el diálogo bélico de las balas, (se dice con balas y se escucha por el destinatario ya muerto, otro sustituye al vocero en el diálogo de muerte. Se reclaman (gobernantes y gobernados) y se contestan con ráfagas de metralla (un diálogo de pretensiones caprichosas y necias, más que de razones, propio de un diálogo de niños berrinchudos. Como afirmo gobernar no es cosa de niños ¿o sí?; Proposiciones arbitrarias de uno y otro bando.
Un gobierno Mexicano, que así, da muestra de inmadurez democrática y de ser por hegemonía totalitario, y brabucón de que cuenta con las armas para el que se oponga al régimen.
La ciudadanía reclama restructuración social y reglamentación y no persecuciones sanguinarias.
Mucho se ha criticado, las propuestas del Ex presidente Fox y del Ex gobernador Clarión, respecto a convenir con la delincuencia organizada; el planteamiento es bien cierto ilógico, no se puede hablar de convenio sin previo diálogo, más que convenio a lo que se refieren es a diálogo; No están ellos en el error al plantear el diálogo, en una verdadera democracia el diálogo es primero, y sólo agotado y resuelto se acude a el convenio y en caso contrario a la última ratio: la Fuerza Coactiva.
En verdad el convenio, propuesto por Fox y Clarión, no es ni descabellado, ni inalcanzable; ellos no han ocasionado muertes con sus propuestas democráticas, en uso de la voz; en cambio el gobierno establecido ha ocasionado más de treinta y cuatro mil muertes; La locura del ciudadano (incluso del gobernante y el rebelde) en un régimen democrático, tiene un límite: la voluntad colectiva; la mayoría somete al impertinente e ilógico a la voluntad general; La evasión por el gobernante (régimen Calderonista) y el rebelde a la consulta democrática, no tiene más que una explicación el egoísmo individualista de ambos.
De conseguirse un diálogo, solución o acuerdo con el narcotráfico , definitivamente necesario, (sin precisar contenidos) independientemente de cuál sea éste, si el de libre mercado, el de reglamentación de la producción, trasporte, almacenamiento, comercialización de narcóticos y del régimen contributivo fiscal.
Una tregua de diálogo, es pertinente: No como premio a la rebeldía, sino como actividad democrática (cese o no el fuego) el diálogo entre los factores de la producción del narcotráfico y el congreso (nuestros representantes). Los Narcotraficantes, bien pueden civilizadamente presentar un proyecto de Ley arancelaria y de regulación de la producción y comercialización del narcotráfico, que se sometiera a los Congresos federal y de las entidades Federativas. Debidamente revisado y sancionado por el Constituyente permanente; se podría elevar a rango constitucional el derecho de los mexicanos a producir, trasportar, almacenar, comercializar y distribuir narcóticos de acuerdo a las Leyes que los regulen; como se elevó a rango constitucional el estado Permanente de Excepción a las garantías individuales a la delincuencia organizada.
El Problema de narcotráfico, es una tarea que excede a las capacidades intelectivas y profesionales de un solo hombre; sólo el constituyente permanente (Congresos), puede someter el fenómeno a la Ley. El ejecutivo Federal y los Estatales son incapaces de contener el fenómeno. ¿Si son tantos los que se ha unidos a ese movimiento de guerra, para uno y otro bando, debe tener una razón humana justificada? nadie se afilia a un contrato que promete la muerte y no la vida, sin una razón suficiente; razones de peso, para los ciudadanos ya existen muchas que obligan al diálogo.
No es verdad que un diálogo en el asunto que comentamos ofenda la moral de nadie: el diálogo confirma la autoridad del Estado Mexicano de dar “cuartel”; y por otra parte si “Rápido y Furioso” no fue inmoral, ni transgredió el derecho internacional, lo mismo el convenio de Estados Unidos para que “El Vicentillo” traficara impunemente, y para que las fortunas de los capos del narcotráfico descansen en bienes muebles e inmuebles en territorio estadounidense, en bancos estadounidenses; que empresas y gobierno estadounidense se enriquezcan con el comercio de armas a México, y con el comercio de narcóticos, monopolio y utilidades que subsisten a costa de la muerte de muchos mexicanos.
Hemos transformado, ausentes de toda capacidad de raciocinio, a México, al antojo de los Estados Unidos de América, en un gran coliseo romano, para nuestro mal y su comodidad, e incluso hasta su alegría, los mexicanos en su tierra estadounidense o en la nuestra somos para ellos, aun en su defensa, mera y despreciable carne de cañón o de presidio.
A como van las cosas; próximos estamos a transformarnos de amigos a víctimas de los Estados Unidos, una invasión a México es inminente (que crueldad enfrentar la sangre mexicana de sus soldados, contra la sangre mexicana de los nuestros, pensaran acabar así con la invasión Azteca).
Es oportuno el diálogo. Ciertamente el diálogo e incluso la tregua, pondría a temblar a muchos en el extranjero (lo que no importa México para los mexicanos ) ya que de constituirse o conseguirse ahora la paz y la unidad nacional, la fuerza del país y su desarrollo económico y tecnológico están garantizados y aumentaría en forma desmedida, más que duplicarse se reproduciría hasta un 1000% (mil por ciento), de conseguirse en el país, la reconstrucción nacional arrastraría capitales extranjeros al por mayor, el aumento de fuentes de empleo, turismo, aumento del capital interno bruto y el ingreso per cápita.
Todo esto, tal vez, y digo sólo tal vez, a cambio por un lado de regulación legal de la comercialización de narcóticos y por el otro de retiro de apoyo económico y bélico a grupos armados e incluso el desarme.
La lucha esta distrayendo al gobierno mexicano y a los mexicanos de asuntos contemporáneos más urgentes, combatimos en una lucha intestinal, mientras nuestra patria se desmorona a nuestras espaldas, contaminación, fenómenos naturales devastadores, saqueos y aumento de la pobreza, etc.……..
Por lo pronto, para experiencia internacional, el partido en el poder habrá de sufrir, en las urnas este año 2012, además de la injerencia, la sanción del voto de los delincuentes mexicanos organizados, sus familiares y beneficiarios. Un problema real que es imposible de digerir.
“MÉXICO ES UN PAÍS DEMOCRÁTICO, NO TOTALITARIO”
“Gobernar con el poder político de la razón y no por la fuerza de las armas, es cuestión de democracia” |