El sueño mexicano,
Discursos demagógicos y compulsivos
José Luis Hernández Carrillo.
CHace unos días en las instalaciones de la Universidad Autónoma del Noreste tuvo lugar un singular evento convocado por la dirección de Turismo municipal y la Asociación Civil Emprendedores del Arte, la Cultura y el Turismo por México, en un auditorio repleto de estudiantes de gastronomía y turismo de la UANE, además de los artesanos y revendedores de la calle cobra vida, del Museo del Desierto y de la Casa del Artesano que son los mismos, entre otros llegados del interior del estado.
Con un auditorio lleno de interesados que acudimos pensando que en este foro se hablaría de las opciones y oportunidades que se ofertan a los creadores y artesanos para divulgar y ofrecer sus productos, pero nada de esto se dijo, sin embargo fuimos recibidos por sendos discursos de alabanzas que se propinaban entre si los miembros del presídium: Mario Mata de Turismo municipal centró su discurso en repetir como quince veces “muchas gracias”, más no pudo decir.
Sin embargo el alcalde Jericó Abramo Masso fue más allá y habló del “Sueño Mexicano” y para respaldar su palabras señaló en sus términos que su aportación es haber desalojado a los comerciantes que anteriormente ocupaban la alameda. Si, a los vendedores de refrescos y papitas, al de los jugos naturales y el del periódico, a los de los taquitos rojos y la de las gorditas, que en cambio, en “La calle cobra vida” estaba entregando estos espacios a los jóvenes artesanos y creadores para que puedan emprender y hacer su negocio y aprovechar el potencial cultural y turístico de la capital coahuilense.
Jericó habló del éxito de este dominguero paseo por la afluencia de las miles de gentes y por el éxito en las ventas de los comerciantes establecidos de calle Victoria que en un domingo venden muchísimo más que lo del resto de la semana, cosa que creemos, pues lo que más se oferta en la banqueta son churros, refrescos, elotes y frituras de todas con salsa valentina, nieves, yogurth, hamburguesas, hot dog y un tanto más de productos chatarra diseñados para el paladar y que hoy enferman gravemente a la población, además la altísima proliferación de puestos de chácharas y bisutería china y peruana entre otra gran cantidad de productos aparentemente artesanales o que si lo son, se compran por mayoreo a precios muy bajos en los centros de distribución en la ciudad de México y Guadalajara.
Esto pone de manifiesto la incapacidad y miopía que padece la burocracia al no poder distinguir entre un producto de manufactura artesanal y uno de origen industrial, entre una artesanía local y la ajena que es la que más se vende por ahí. En un verdadero tianguis se ha convertido este paseo y no podía ser de otra manera ante la escasez de diseño y producción artesanal, la nula capacitación y la falta de financiamiento y de promoción por parte de los organismos de cultura y turismo.
En nuestra región la artesanía no ha podido ir más allá del sarape, la terracota, los dulces y el pan de pulque, nos encontramos a la saga con otras regiones del país donde la creatividad y la producción artesanal son incluso detonantes de crecimiento económico y mayor calidad de vida entre los habitantes del lugar, aquí las instituciones dejaron de cumplir su tarea desde hace muchísimo tiempo sólo han servido de refugio de una clase política y sus vástagos que viven depredando el presupuesto generación tras generación, heredándose y negociando con los gobernantes en turno canonjías y posiciones políticas y administrativas jugosamente pagadas fuera de proporción de lo que realmente aportan a la sociedad, o sea que nada.
Los que asistimos a este supuesto foro y nos hemos dado la oportunidad de constatar lo que sucede los domingos en la calle de Victoria, sabemos que este espacio no es ni por un poco la panacea que de voz del alcalde le resolverá a los artesanos y los creadores sus necesidades convirtiéndolos en empresarios, por eso expresiones como las del “sueño Mexicano” están fuera de lugar y más que buenos deseos son ofensas cuando todos sabemos los problemas graves de corrupción con el endeudamiento que la clase política nos ha endosado gratuitamente, y que de esto nada haya parado en la creación, desarrollo, promoción y divulgación de las artes y la cultura, y en cambio la clase en el poder nos hable de un paraíso o un país de las maravillas que no existen más que en sus mentes y discursos demagógicos y compulsivos. |