Gasolina, tarahumaras y
campaña de lodo
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Más de 110 mil millones de dólares ha dilapidado el gobierno de Calderón en la compra de gasolina al extranjero, cuando con la sola comisión que los intermediarios y funcionarios públicos se embolsan, alcanzaría para construir más de una refinería y con las utilidades que las petroleras, por esas ventas obtienen, se podrían construir hasta tres refinerías en el país. No se hizo ni siquiera la refinería que prometió el de Michoacán porque es más negocio, seguramente para él y sus allegados, seguir despilfarrando dólares en lugar de crear infraestructura. Recordemos que primero prometió ser el presidente del empleo y fracaso. Luego se dijo presidente de la seguridad y nos metió a un berenjenal que ya ha cobrado más de 60 mil vidas y un millón de millones de pesos. En últimas fechas se autodenominó, el presidente de la infraestructura y, estas promesas y otras, incumplidas, lo único que me indican es que se está burlando de México y de los mexicanos, me huele a venganza porque siente el repudio de las mayorías y cuando menos se desquita enriqueciéndose a nuestra costa, al fin y al cabo somos lo que nos dijo Paulina Peña, hija de Peña Nieto, prole, pendejos y envidiosos.
En Villa Matamoros, Chihuahua, Calderón, el día de La Candelaria, prometió
-seguramente después de atracarse de tamales- que la ayuda a los tarahumaras se haría completa y por meses si es necesario y por años también, olvidando que su mandato termina en unos meses. ¡Bueno!... que importa otra promesa incumplida. En los Mochis y Parral, antes, formó cadena humana junto al almirante de la marina para ayudar a descargar helicópteros con ayuda humanitaria y subirla en camiones, y por supuesto, rodeado de medio centenar de fotógrafos y camarógrafos. Fue una puesta en escena maravillosa, digna del más brillante director cinematográfico.
Y a cinco meses de las elecciones presidenciales, dio banderazo de salida a la campaña de lodo y excremento contra el PRI, el PRD e incluso contra PAN. Lo hace porque siente que esa es su tarea, desestabilizar los comicios y dar un golpe de timón para crear un estado de excepción, circunstancia única que le permitiría blindarse contra el odio que ha generado en la mayoría de la clase política nacional, en su contra. En el PAN insiste en dejar de sucesor a Cordero –el Chavo del 8- mote que le endilgó Humberto Moreira porque dentro de las preferencias dentro del partido blanquiazul, hace meses, el 38% se inclinaba a favor de Josefina Vázquez Mota, un 23% hacia Santiago Creel Miranda y solo un 8% por Cordero. Cree que sólo este último, le encubriría sus pifias y desvíos. Así las cosas. O ¿usted qué opina, apreciable lector? |