Elección manchada,
los mexicanos divididos...
Todo estaba claro antes de votar. Se sabía, al menos así lo decían todas las encuestas, que el candidato priista Enrique Peña Nieto era el puntero en la preferencia de los votantes. De allí que sólo había dos posibilidades de que fuera derrotado: 1.- Que lo traicionaran los gobernadores priistas como lo hicieron con Labastida en 2000 y con Madrazo en 2006. 2.- Que surgiera un gran escándalo de la corrupción priista antes de las elecciones.
Por lo visto ninguna de estas posibilidades se dio, pero si le hizo mucho daño a EPN la corrupción de los gobernadores priistas que timidamente se denunció al principio del proceso electoral, pero una vez que Peña Nieto negoció con Calderón, la corrupción de los políticos partidistas fue ocultada, pues no valía la pena destruirse, si los partidos tienen secuestrado el poder.
También supimos que el PAN entregaría la Presidencia de México después de 12 años de gobernar, cuando los panistas ¿o el Presidente Calderón? decidieron lanzar a contender a Josefina Vázquez Mota, y se hizo más evidente cuando la dejaron sola, para que cometiera todos los errores políticos de que era capaz. Según ella ahora no tuvo apoyo, la traicionaron y nunca la ayudaron, es decir la lanzaron como bulto.
Sabíamos que si Andrés Manuel López Obrador no ganaba las elecciones, no reconocería el triunfo de ningún otro, tampoco hubiera reconocido a Josefina. AMLO decidió participar de nuevo en un juego adverso a él, porque creía que los 14 millones de jóvenes que ingresaban al padrón electoral por mayoría de edad, votarían por su proyecto.
Pero no fue así, pese a la influyente participación juvenil, los nuevos votantes brillaron por su ausencia, de los 14 millones sólo alrededor de 2.5 millones acudieron a las urnas, si es que los 5 puntos que aumentó la votación entre la elección del 2006 y 2012 son del sector juvenil, porque podrían ser de los abstencionistas de siempre, que ahora se decidieron ir a votar. En 2006 votó el 58 % del padrón, en 2012 votó el 63%.
Andrés Manuel como era de esperarse se inconformó porque el PRI gastó miles de millones de pesos en comprar votos a favor de su candidato. Ese es el tema principal de la protesta de AMLO y su movimiento, pero me preguntó ¿Qué partido político en México no compra votos? Por desgracia para los demócratas electoreros, todos los partidos compran votos, dan y reciben dádivas, están infiltrados y engañan a los ciudadanos. La diferencia entre partidos es ¿Quién tiene más dinero para comprar votos?
Hay lopezobradoristas que discretamente consideran que la compra de votos no es la única causa de la derrota de AMLO, y recomiendan una autocrítica para darse cuenta que un importante porcentaje de las casillas electorales no fueron cubiertas por los seguidores de Andrés Manuel, y que tuvieron muchos traidores dentro del PRD, unos vendieron a su candidato en las casillas y otros, como en el caso de Coahuila, estuvieron abiertamente en contra de AMLO, de tal manera que no publicitaron a su candidato.
Pero independientemente de cómo terminara el escándalo de las elecciones, lo cierto es que la elección presidencial está manchada, los mexicanos divididos, el próximo mandatario tendrá el estigma de haber comprado votos para encumbrarse, AMLO será el perdedor de siempre, y Josefina fue el bulto traicionado... |