Saldos de una guerra fallida

Juan Antonio Estrada Soto.

A lo largo de estos últimos años la sociedad en general ha padecido la inseguridad que va en incremento conforme va terminando este sexenio que encabeza el Presidente Felipe Calderón Hinojosa.

En sus últimos discursos que ya se sienten de despedida ha manifestado que quiere ser recordado por su lucha contra el crimen organizado, sin embargo al jefe del ejecutivo federal se le olvida que esta guerra personal que emprendió ha dejado más saldos negativos que positivos, ya la percepción general de la sociedad es que a pesar de la intervención de las fuerzas armadas tanto del ejército como de la marina, esta lucha se va perdiendo dejando reflejos de una mayor inseguridad que permea a todos los ámbitos del país.

Tan grandes son los saldos negativos, que a últimas fechas las fuerzas armadas se han puesto en una situación comprometida por la detención de oficiales del ejército de alto rango, a quienes ligan con grupos del crimen organizado dedicados al narcotráfico.

Esta situación pone a dudar a la ciudadanía si valía la pena sacar de sus cuarteles a los soldados y marinos, para ponerlos en la mira de la delincuencia organizada que con sus miles de millones de dólares que reciben por sus actividades ilícitas han corrompido tanto a la tropa como a los mandos medios y ahora hasta los altos mandos, pues recordemos que uno de los involucrados, el General Tomás Ángeles Dauahare, fue el Subsecretario de la Defensa Nacional o sea el número dos en el mando de la SEDENA.

De ese tamaño era la infiltración que tenían los líderes del cártel de los Beltrán Leyva, quienes sentaron sus reales en varios estados pero sobre todo en el estado de Morelos y el estado de México, lugar en el que finalmente perdió la vida el líder Alfredo Beltrán Leyva “El Barbas”, en un enfrentamiento entre sus lugartenientes y miembros de la Marina, en estos operativos fueron detenidos Edgar Valdez “La Barbie y Sergio Villarreal “El Grande”.

De estas detenciones se inició una investigación en torno a quienes eran los que proveían de información confidencial sobre los operativos en su contra, y que en estos días dio como resultado la detención de varios militares de alto rango a quienes se les decretó un arraigo en algunos de los centros que para este efecto tiene la Procuraduría General de la República en el Distrito federal.

Para los conocedores de estos temas, todavía va a dar más de qué hablar porque se rumora que ahora estas autoridades van en contra de personal de la policía federal que comanda Genaro García Luna, recordando que en los últimos años, esta dependencia ha sido la más dañada ya que varios de sus mandos están en la cárcel por sus vínculos con la delincuecia oganizada.

Sobre estos temas seguirán saliendo cosas malas en la medida en que se termina la administración que encabeza Felipe Calderón, quien quiere que la historia lo juzgue, como el primero que confrontó al crimen organizado. Lo que se le olvida al Presidente y seguramente para la sociedad mexicana será su juicio final, son los grados de inseguridad que padecen millones de compatriotas, la falta de inversión redundando en la falta de empleos, la alta carestía de la vida, los altos costos de la canasta básica de alimentos y los altos precios de los combustibles, pero sobre todo lo que olvida son las más de 80 mil muertos que han enlutado a miles de familias y que tiene como saldo esta lucha fallida; éstos serán los ejes en los que giren los juicios ciudadanos para calificar su gestión de gobierno, ojalá y el cinismo que hoy muestra sea menor al final de año cuando entregue la banda Presidencial, muy seguramente a un personaje que no será de su mismo partido político.

A partir de diciembre de este año, inicia su juicio en la historia política de México, sin embargo el primero de julio, al término de la contienda electoral, se conocerá cuál será un primer saldo, a favor o en contra. Ya lo veremos.