Javier Villarreal, el hombre del momento
José María Mena Rentería
Buscado por las autoridades mexicanas, el gobierno de Estados Unidos y la Interpol, Javier Villarreal, ex titular del Servicio de Administración Tributaria de Coahuila, (SATEC), es el hombre del momento.
Sobre él están enfocadas las baterías para ubicarlo y re aprehenderlo a fin de que responda por falsear documentos oficiales para contratar deuda por tres mil millones de pesos a nombre del estado de Coahuila.
Siete ex funcionarios más, señalados como autores de manejos fraudulentos mientras estuvieron en funciones para el gobierno de la entidad, están prófugos de la justicia, de acuerdo a lo declarado recientemente por el sub procurador especializado en delitos federales, Irving Barrios Mojica.
Mil millones de pesos contratados con documentos apócrifos con el Banco del Bajío, ha logrado comprobar el Ministerio Público Federal según información oficial emitida el 9 de febrero.
En torno puede establecerse que para el actuar de la sub Procuraduría General de la República, (PGR), no cabe descalificación, sin embargo, la “punta del iceberg” es lo que en torno al caso asoma apenas. Al igual que las masas de hielo a la deriva en los océanos, sólo un 10 por ciento de su mole es visible.
Treinta y cinco mil millones de pesos…más los intereses que deban pagarse durante dos décadas, conforman la mega-deuda cuya aplicación, en detalle, permanece sin aclarar por el ex gobernador Humberto Moreira Valdés y Jorge Torres, que cubriera como ejecutivo estatal el interinato a que obligó su predecesor para ir a buscar la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, (PRI), con el desenlace público y notorio que en México exhibiera al porta estandarte del “gobierno de la gente” de frontera a frontera y de mar a mar.
Considerar que Javier Villarreal y otros implicados lograron su objetivo mientras Humberto Moreira Valdés y Jorge Torres lo ignoraban no es posible. El autoritarismo imperante en la pasada administración lo hace impensable. Aquellos fueron los días en que “no se movía la hoja del árbol” sin mandato de por medio mientras gasto a raudales con recursos del erario público ocurría en todos los órdenes.
El que los coahuilenses se sienten seriamente lastimados es la primera consecuencia de pasados derroches generadores a la postre de la desconfianza de los gobernados para con su gobernante en turno; Rubén, hermano de Humberto Moreira Valdés del que no puede esperarse vaya actuar para hacer luz en torno al caso de la llamada mega-deuda, silicio de los coahuilenses. El silencio observado por el gobernante en turno es elocuente.
Los integrantes de la Cámara de Comercio de Torreón, cabe citar, están entre los lastimados a que se hace referencia porque, según su presidente, Antonio Gutiérrez Jardón, están en contra de que recursos del Impuesto Sobre Nómina, (ISN), sean incluídos en el Plan de Infraestructura 2012, como pretende la administración al frente del gobierno del estado, para terminar obras que dejó inconclusas la pasada y para las que los miembros de la Canaco hicieron, a su tiempo, las aportaciones correspondientes.
Entre otras, el Sistema Vial Alianza, el bulevar Laguna y la modernización del Periférico son, a la fecha, obras que dejó inconclusas la pasada administración.
“Que saquen dinero de otros lados. Ésas obras ya fueron presupuestadas. No se vale que se vuelvan a pagar”, sostiene el presidente de la Cámara de Comercio Antonio Gutiérrez Jardón. Por su parte, el presidente de la Coparmex, Víctor Alducín, externó: “Si no se pagaron ésas obras, entonces…¿para qué fue la deuda? Es más de lo mismo. El gobernador copió el proyecto de obras que necesitamos sean terminadas porque ya fueron planeadas, ejecutadas, y pagadas, en La Laguna”.
Tal es la resultante de los enjuages alguna vez vigentes al interior del gobierno de estado durante la pasada administración. De ahí que el caso de Javier Villarreal, el hombre “del momento”…sea apenas la “punta del iceberg”. A usted amable lector, corresponde deducir y sacar conclusiones.
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