Todos somos laguneros:
Salvemos al acuífero
Manuel Padilla Muñoz.
Cuando nos damos cuenta que, con el paso inexorable de los años, el problema de la falta de agua en la Comarca Lagunera (Coahuila y Durango que comprende 18 municipios) sigue igual, o peor, nos preguntamos: ¿de qué sirven los múltiples foros a nivel regional, nacional e internacional que se organizan para analizar, diagnosticar y proponer soluciones a esta aguda problemática? ¿Para qué conmemorar el Día Mundial del Agua si la situación, lejos de mejorar se agrava? Consideran los estudiosos que, en la Laguna, solamente tenemos agua para los próximos 8 o 10 años y luego…!la catástrofe!
De acuerdo a datos oficiales, extraemos del subsuelo entre 2,400 y 2,600 millones de metros cúbicos al año mientras la recarga, por lluvia y corrientes internas, es de apenas 870 millones de metros cúbicos. Un déficit considerable que ha abatido nuestros mantos freáticos peligrosamente.
Preocupado por la magnitud del problema, porque me importa la vida de mis hijos, de mis nietos, acudí con mi amigo, el ingeniero Leonel Chaul Chamut, acucioso investigador del tema y le espeté la pregunta. ¿A qué se debe el problema?
El problema -responde mi amigo- se agudiza porque es serio y requiere de gente seria para resolverlo; que el problema del abatimiento del manto acuífero se debe a la sobre explotación del acuífero que ha sido motivada por el cambio de cultivos adecuados a nuestro clima semi árido, por otros no adecuados para nuestras condiciones climatológicas.
En su momento -agrega convencido-, nadie protestó, ni las autoridades federales, estatales y municipales vinculadas, ni las instituciones superiores educativas en el ramo agrícola de nuestra región, ni los medios de comunicación, ni los que se hacen llamar ecologistas, ahora tan presentes, ni la ciudadanía en general, entre los que hay que incluirnos todos porque a pesar de conocer la primicia de nunca estar en contra de la naturaleza, no hicimos nada por advertir este desastre anunciado.
Si el problema es de todos, ahora sí que la solución somos todos. Pero necesitamos, todos, involucrarnos.
Conocedor del problema, el ingeniero Celso Castro Sánchez,, director de Cuencas Centrales del Norte, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), tiene bien establecido que el primer paso para la solución es estabilizar los mantos acuíferos de la Comarca.
En la década de los 50, sirva como ejemplo, con una extracción de agua del subsuelo, de una tercera parte del volumen extraído actualmente, de la presa, se sembraban 220 mil hectáreas y actualmente con un gasto mayor se siembran 115 mil hectáreas, de las cuales la mayor parte son del sector agropecuario. Estudios realizados por la Conagua han reportado descensos anuales que varían entre dos y tres metros del manto acuífero en las zonas más críticas.
Para el año 2005, la Conagua contabilizó 1925 pozos. Según esos datos, el volumen de recarga es de 519 millones de metros cúbicos mientras que el volumen concesionado es de 707 millones de metros cúbicos y estima una extracción de 1010 millones de m3. Ante esta situación resulta más que evidente que las autoridades en materia de administrar el recurso hídrico, han dejado de observar la legislación que regula los usos y aprovechamiento del vital líquido.
En la actualidad, hay muchos más pozos de extracción de aguas subterráneas, algunos de estos pozos funcionan hasta cuatro de ellos con una sola concesión y ni siquiera la mitad tienen medidores para su regulación. La ley respectiva estableció como causa de revocación de las concesiones “no contar con aparato, estructura, o sistema de medición de los volúmenes de agua en buenas condiciones, de acuerdo con lo establecido en el título de concesión. Por la corrupción imperante no pasa absolutamente nada. Estamos en México, el reino de la impunidad a pesar de que estamos en peligro de la debacle a unos cuantos años, cuando el destino nos alcance.
De ahí que debamos apoyar la intención del ingeniero Celso Castro Sánchez de iniciar, ¡pero ya!, la solución del problema
La visión apocalíptica de la catástrofe hidráulica en la Laguna nos conduce a remontar a la historia. Hace unos 20 años, la falta de plantas tratadoras de aguas residuales en la zona conurbada de la Laguna. Hoy, la de Torreón no puede vender el agua tratada para la industria porque no tiene la calidad suficiente ni para el campo porque resulta cara para regar los cultivos. La de Gómez Palacio, que servirá para recibir las aguas residuales del Parque Industrial, no se ha concretado.
La planta de Lerdo sigue teniendo problemas para empezar a vender el agua tratada a la Termoeléctrica Guadalupe Victoria por lo que continúa el consumo excesivo de la burbuja del acuífero más limpio de la región para los sistemas de enfriamiento de la planta eléctrica.
No obstante que la Conagua asegura que se han instalado ya medidores en el 75% de los pozos, también reconoce que la mayoría de los productores no respeta el límite de extracción y que no se cuenta con inspectores suficientes para supervisar a los infractores.
Ante la gravedad del problema, nace en la Comarca Lagunera una asociación civil con la premisa “Todos somos Laguneros; Salvemos al Acuífero”, encabezada por mi entrañable amigo, Leonel Chaul Chamut. Si Usted tiene interés en involucrarse en la solución del problema diríjase al teléfono 7-50-01-56, de Torreón, Coahuila, o al correo electrónico chaul1@hotmail.com.
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