Lactantes ayer, hoy… y siempre

José María Mena Rentería

Lactantes, ayer, hoy y siempre, son los que sin empacho acechan para ubicarse como “candidatos” de partidos políticos si proceso electoral hay a la vista.

Por ejemplo, el del primer domingo de julio próximo. Un acontecer cercano donde no va exento el estado de Coahuila. En el estado, el partido político invicto “electoralmente” hasta el año 2000 optó por ungir como candidatos, a ex funcionarios públicos que con su continuada presencia tienen a la ciudadanía harta hasta la naúsea.

Por ejemplo, Salomón Juan Marcos, “lactante” que aspira a ser diputado federal; ex presidente municipal de Torreón, de cuya gestión, en tiempos que vieron la gubernatura de Rogelio Montemayor Seguy, fue de una grisura sin desperdicio porque ni asomo de registros positivos quedaron de su gestión..

Después, el ex alcalde mencionado, hizo lo que pudo para alcanzar la diputación local que llegó a ostentar sin jamás  haber asumido a fondo su encargo como Edil de Torreón.

Hoy está de nuevo en el carril de la “carrera” política emprendida sin más ánimo que servirse de las oportunidades “aprovechables” que puedan surgir en tanto para las mayorías quedan “jarabe de pico”, inseguridad, falta de oportunidades, creciente desempleo, deplorables condiciones de vida, y rancias “despensas” como las entregadas muy de vez en cuando a los humildes, igualmente “beneficiados” con cubetas de pintura, tinacos y “vales” para la adquisición de cemento a bajo precio.

Tales suelen ser recurrentemente, los “alcances” y “capacidad política” de quienes han buscado -y obtenido- cargos de elección popular faraónicamente retribuidos con dineros del erario público, sólo que sin respuesta por parte de los que han estado dispuestos a “sacrificarse” en aras del bienestar común.

Fernando de las Fuentes quiere ser diputado federal después de haberlo sido local y “pastor” de un Congreso del Estado en su tiempo atiborrado de proclives al decúbito ventral además de diestro “chapulín”, incansable y capaz de ir de un cargo a otro con tal de “no vivir en el error”, es decir, fuera del presupuesto, como si por el rumbo de la región sureste del estado o en el resto del territorio de Coahuila no hubiese personalidades respetables capaces de  desempeñarse con rectitud en cargos de elección popular. Obviamente los hay.

Si toda posibilidad de hacer presencia les es vedada a los dueños de auténtica vocación ciudadana es porque “candidatos” como los mencionados mantienen secuestrado -con los cuerpos de gobierno en turno- el ámbito en que pululan para velar por intereses personales y de grupo. Coahuila es en el presente insustituible escenario de tan deplorable ejercicio. Recuérdese que más de 36 mil millones de pesos adeuda la entidad después de la pantagruélica debacle del “gobierno de la gente”.

También “lactantes” pueden ser considerados Enrique Martínez Morales y Norma González. Igualmente, en Durango no se “cantan mal las rancheras”, pues igual condición observan el ex gobernador Ismael Hernández Deras, y la ex alcaldesa de Gómez Palacio. Ambos aspiran a una senaduría.

En Coahuila y en plan de aspirante a senador figura el ex presidente municipal de Torreón: Braulio Fernández Aguirre, a quién más de uno de los que afirman saber de estas cosas, atribuye el deseo de retornar a la política después de los remotos días que lo vieron como alcalde del actualmente tan desgobernado municipio cuyas riendas incapaz de sujetar con propiedad es hasta hoy día, ¡ay!, el Edil Eduardo Olmos Castro, dueño del mérito, único, de unificar criterios…en contra por parte de representantes ciudadanos que desean -vehementemente- se aleje lo más posible para que deje de causar daño a diestra y siniestra. Cierto pues que la historia suele repetirse. En este caso, la de los “lactantes”, de ayer, hoy…y siempre.