El presidente electo y Coahuila
¿hacia dónde?
Juan Martínez Veloz
Con profunda preocupación hemos visto como el clima político y social de nuestro querido estado de Coahuila de Zaragoza se ha venido descomponiendo en las últimas semanas por diferentes acontecimientos negativos para la imagen de nuestra entidad ante la nación.
En momentos de crisis hay que mirar a los grandes hombres y a sus grandes valores. Creemos firmemente en la capacidad de los coahuilenses para afrontar grandes retos que se presenten. Allí está el ejemplo de nuestro grandes próceres que también enfrentaron situaciones adversas en diferentes momentos de la historia; Miguel Ramos Arizpe, Ignacio Zaragoza, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza. Nos enorgullece que sus nombres estén en el muro de honor del Congreso Mexicano.
En una anterior colaboración habíamos hecho una primera aproximación de los resultados de Coahuila en las recientes elecciones, presidencial y legislativa del 1º. de julio pasado. Hoy ante los acontecimientos recientes se impone hacer una segunda reflexión sobre el tema.
La pregunta obligada es ¿Cómo valorar la relación de Coahuila con el presidente electo de México Enrique Peña Nieto (EPN)? Hay muchas dudas que campean en este tema.
Coahuila se pude ubicar en el escenario electoral nacional como un estado priista (ciertamente no tiene el gran padrón electoral del Estado de México, Jalisco, Veracruz, Nuevo León) con matices, ya que en 2000 y 2006 el PRI perdió en elecciones presidenciales. En esta elección de julio pasado, el PRI y EPN triunfaron, con pequeño margen y perdiendo las 2 senadurías y 3 diputaciones federales, pero la elección presidencial que le interesaba a EPN la sacaron.
En las elecciones que se perdieron (senadores y diputados) jugaron un papel importante los votos nulos que en esta ocasión perjudicaron al PRI y el “voto de arrastre” de Andrés Manuel López Obrador en senadores y diputados, que le quita un gran porcentaje de votación al Tricolor. “De panzazo” pero los priistas coahuilenses le cumplieron a EPN, las cosas no deberían estar tan mal en “teoría”.
No fue el caso de otros estados priistas cuyos gobernadores y militantes no hicieron trabajo eficaz a favor de su partido como Quintana Roo, Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Tlaxcala (Atn. CEN del PRI).
Sin embargo el papel más importante de Coahuila y de Humberto Moreira en apoyo a EPN fue cualitativo (de operación política) en la elección interna de su partido, ya que logró sacar la candidatura presidencial sin fracturas y evitando una división que probablemente hubiera hecho que el PRI perdiera la elección presidencial. Hay que reconocerlo.
Reconocemos el talento político del hoy líder de la Cámara de Diputados Manlio Fabio Beltrones, pero una elección interna hubiera probablemente dividido al PRI. El camino que se escogió fue el menos costoso al exterior y de menos desgaste interno para las partes interesadas. Además EPN ya como presidente electo le ha dado su lugar a los sonorenses que le operan en el Congreso sus propuestas legislativas. Hoy todos contentos.
Somos demócratas, nos hubieran gustado unas elecciones primarias tipo EEUU o Argentina, pero las internas o primarias abiertas a los militantes en los partidos solo podrán hacerse realidad en México si todos los partidos caminan algún día en el mismo sentido en el futuro.
Ciertamente Humberto Moreira ha sido cuestionado por el problema de la deuda pública de los coahuilenses. Al parecer este es el hecho que ha distanciado a EPN de Coahuila. Es un tema que se debe aclarar y castigar a los responsables, pero también hay que contextualizar como sucedieron las cosas en una polémica que se explotó como más como un asunto de propaganda electoral negativa por parte de algunos candidatos y precandidatos.
La legislación en este tema no es la mejor para evitar el sobreendeudamiento de los estados; la Secretaria de Hacienda federal en su momento no dicto medidas preventivas e informo a la sociedad de lo que estaba pasando, dejaron correr el asunto; los bancos prestamistas también actuaron con mucha ligereza; el Congreso coahuilense y sus diputados de la época son los responsables directos al incumplir sus obligaciones constitucionales de control del endeudamiento público.
Ya más tranquilo EPN y habiendo pasado la elección presidencial, sería importante para Coahuila que fijará su posición en el tema de las deudas locales y de la federación con una propuesta de política pública.
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