Los mineros en México viven en el apartheid
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Para el gobierno de México siempre es tiempo de cacería contra los trabajadores, sobre todo contra los mineros y más aún, a partir del 16 de febrero del 2006 cuando una explosión terminó con la vida de más de cincuenta mineros en Coahuila. Me refiero a la mina de carbón, Pasta de Conchos en Sabinas. Propiedad de Germán Larrea (Grupo México). Fue un crimen industrial en el que los responsables son: Germán Larrea, Vicente Fox y en parte, Humberto Moreira. Este último poco hizo por alcanzar la justicia para los familiares y nada para rescatar los cuerpos de las víctimas, tuvo miedo de contraponerse a la autoridad federal.
Vicente Fox y un tipejo que figuraba como Secretario del Trabajo y que luego encumbraron a Senador de la República para el goce de impunidad. Encubrieron a Germán Larrea a cambio –por supuesto- de $algo$ y, responsabilizaron a los propios mineros. Indignados los compañeros y parientes de las víctimas, encabezados por el líder minero Napoleón Gómez Urrutia, protestaron enérgicamente y culparon a los verdaderos responsables, Germán Larrea Mota Velazco, al Secretario del Trabajo y a Vicente Fox por omisión y encubrir al empresario, quien según yo, es uno de los peores mexicanos.
Ante este conflicto, para limpiar culpas del crimen de lesa humanidad, Vicente Fox emprendió una guerra terrible contra Napoleón Gómez Urrutia, acusándolo de ladrón por haber robado millones de dólares del sindicato, cuestión absolutamente falsa. Las leyes internacionales ante la carencia de injusticia en México, han dado la razón al sindicato y a su líder, sin embargo Felipe Calderón, sirviente sumiso del poderoso empresario, Larrea, se hace de la vista gorda y abandonó a su suerte a los familiares de los muertos. Nada hace ni hará para rescatar sus cuerpos; es que don Felipe anda ocupado mintiendo sobre la economía, el empleo y en su guerra contra “el Crimen Organizado” matando a cuanto delincuente, sus esbirros se topan y por supuesto, sin escatimar víctimas inocentes. El infeliz las denomina: Daños Colaterales y que se matan entre ellos.
Esto viene a cuento porque ayer en África del Sur un grupo de mineros en huelga, fue acribillado por policías y militares entrenados por los que entrenan a los nuestros y… para los cien días que restan del gobierno de Calderón, cualquier cosa sucederá, ya que su procacidad ilimitada no para en mientes. Tomémoslo en serio, su actuar nefando, nefario y nefasto, ha sido su constante. Alegrémonos porque se va, pero… ¡Cuidado! Puede pasar algo -lo reitero- su procacidad sólo tiene el límite que su dipsomanía le permite. O ¿usted qué opina apreciable lector?
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