publicación Online
 
 
  ir a pagina principal regresar     
Septiembre 2012
Edición No. 283
ir a ediciones anteriores  

AMLO: Dar vuelta a la hoja y proponer agenda


Juan Martínez Veloz

La verdad es que no entendemos a Andrés Manuel López Obrador. Su pretensión de tratar de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal invalide la elección, en poco o nada ayudará a corregir al sistema electoral mexicano sus defectos estructurales.

La izquierda electoral mexicana representada en la elección del 1º. del julio por AMLO y el Frente Progresista es indudable que representa una gran fuerza electoral, sin embrago no es la fuerza mayoritaria en el país, y en 2012 perdió influencia en relación a los comicios del 2006.

Tenemos respeto por las izquierdas sobre todo por lo que representa el Cardenismo, el sindicalismo de la UNAM, los estudiantes libertarios de 1968. Hay que reconocer que existen personalidades valiosas que pueden jugar un gran papel en la construcción de los grandes acuerdos políticos y económicos que el país necesita como el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas, Arturo Núñez, Graco Ramírez, Miguel Ángel Mancera y el propio AMLO si no repite sus mismos errores pos- electorales que en 2006.

Veamos cifras*: en 2012 AMLO y el Frente Progresista obtienen 15.9 millones de votos (31.64%) de una lista nominal de electores de 79.5 millones de ciudadanos; en cambio en 2006 AMLO y la entonces Coalición Por el Bien de Todos logran 14. 8 millones de votos (35.31%) de una lista nominal de 71.3 millones de ciudadanos, es decir el porcentaje de la votación total emitida a favor de las izquierdas en 2012, aunque aumento en casi 800 mil votos en relación a 2006, en porcentaje disminuyo casi 4%. (3.67%), ya que la lista nominal de electores creció más de 8 millones de una elección a otra (*se redondean cifras para facilitar la explicación).

En 2012 AMLO y las izquierdas perdieron más de la mitad (8) de las entidades que ganaron en 2006 (16). En los comicios del 1º de julio de este año solo ganaron en el Distrito Federal, Guerrero, Morelos, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Tlaxcala y Puebla y perdieron estados que habían ganado en los comicios presidenciales de 2006; Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Hidalgo, Estado de México, Nayarit, Veracruz y Zacatecas, destacando el Estado de México con una lista de electores de 10.9 millones (la más grande) y Veracruz con 4.1 millones.

Aparte un gran porcentaje de votación que obtiene AMLO en las elecciones presidenciales no es propiamente perredista, sino es un voto de castigo, que pasando la elección presidencial vuelve a ser voto priista, tal es el caso de Coahuila y Durango y otros estados. Hay que descontar también a un gran porcentaje de ciudadanos que se abstiene de acudir a las urnas y no vota (cerca del 38%) y que rechaza y desprecia a todos los partidos políticos de los 84.5 millones de ciudadanos que forman parte del Padrón Electoral.

En este contexto de que las izquierdas son minoría electoral hasta ahora, no entendemos porque lo le aceptaron al presidente Felipe Calderón la segunda vuelta electoral presidencial (SVE). En diciembre de 2009, se presentó ante el Senado de la República una iniciativa de Reforma Política Electoral donde planteaba varias reformas y también la SVE en la elección presidencial (conocida como ballotage).

Cuando vi la noticia pensé en aquél momento “Es la coyuntura y la formula que estaba esperando AMLO y las izquierdas para ganar con claridad una elección presidencial y sobretodo garantizar gobernabilidad”. Es más, bastaba solo una reforma al código electoral federal para ello en los términos del artículo 81 constitucional que señala “La elección de Presidente será directa en los términos que disponga la ley electoral”. No fue así, la propuesta fue rechazada en las Cámaras, sin discutirse ampliamente.

La SVE es una modalidad del sistema electoral de mayoría, para que en una elección, el candidato ganador deba obtener una mayoría absoluta (sobre el 50% de los votos) o una mayoría relativa (el más alto en la votación 35% por ejem.) con una diferencia importante sobre el segundo lugar (5% por ejemplo).

En caso de que ninguno de los contendientes alcance porcentaje mínimo en una primera vuelta electoral, debe celebrarse una SVE entre los dos primeros candidatos, resultando ganador el que obtenga el mayor número de votos.

La izquierda no tiene pretexto hoy para quejarse, desaprovechó la mesa de la Reforma Electoral y debe acatar (proponiendo agenda en temas electorales y del DF) la sentencia próxima del Tribunal Electoral del Poder Judicial.

 
juuanmave21@hotmail.com.
JUANMEX2000 en twiteer
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino