Reconocimiento a una
transparencia inexistente
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Un organismo de gobierno y una ONG, recientemente han otorgado al municipio de Torreón un premio y reconocimiento por su transparencia en la gestión pública. Al parecer el representante de dicho organismo, Monitor de Transparencia, tiene de coordinador en Torreón a un joven que ciertamente tiene cultura y algún reconocimiento y, de manera menor, es columnista de un diario local en él que se autodenomina analista y politólogo. Me refiero a Carlos Castañón Cuadros, joven que promete, si no insiste en meterse en asuntos que no ha investigado a conciencia o no conoce con certeza.
¿Cómo y por qué se premia a un municipio de transparente, cuando existen puntos de suma opacidad, pendientes de aclarar como es el caso de la compra de terrenos para erigir el estacionamiento en la plaza principal de la ciudad, y la presidencia municipal? Cualquier tonto sabe el valor de terrenos y fincas en el área circunscrita entre las avenidas y calles Morelos, Abasolo, Ramón Corona y Galeana. Su valor ronda en los 3 mil pesos el metro cuadrado y el municipio los pagó en promedio, a 15 mil pesos.
Además, se otorgó a inversores particulares la franquicia del estacionamiento por 43 años, cuestión que al parecer se malogró gracias a un escándalo porque se favorecía a algunos familiares de funcionarios públicos. Para empezar a explicar el asunto: El gasto por la compra de los terrenos y las fincas fue superior a los 68 millones de pesos cuando debió ser alrededor de 30 millones como máximo. Sobre el estacionamiento, un negocio en el que podría ingresar más de un millón de pesos mensuales con utilidades de 800 mil pesos (9 millones 600 mil pesos anuales) en principio, y al paso de los 43 años, llegaría hasta los 3 millones cada 30 días.
¿Cuánto invertirían los empresarios particulares como para ganar durante 43 años, una suma que rebasaría los 500 millones de pesos a largo plazo? ¡Nada! El costo del estacionamiento es una suma equivalente al precio inflado que se pagó por los terrenos y fincas. ¿Así son los negocios de Moreira y socios?
¿De ese tamaño es el fraude perpetrado al erario? Aclaro; nuestro alcalde, amén de ser una persona de mi aprecio personal, no es tonto y él sabe que este negocio era de Humberto Moreira y asociados, pero el pecado y falta de Olmos -por omisión o comisión- está en que no hizo nada, por sometimiento -supongo- al gobernador, a quien le debía el puesto de alcalde de Torreón.
Por lo anterior opino: Ningún organismo estatal u ONG tiene derecho ni razón para calificar la gestión de la alcaldía actual de Torreón de trasparente, y me pregunto: ¿Quién es Carlos Castañón Cuadros y quien lo certifica como apto para coordinar dicha calificación y gestión premiadora a un municipio que tiene a más de la mitad de la población en su contra?... ¿Qué acaso para fungir en y coordinar monitor, no se debe ser experto en metodologías específicas al caso, estudiar lo que atañe a la verdad y a los hechos que prueben las acciones de gobierno y de quienes hacen el estudio? Creo que se dejó llevar por sus propios intereses y de los de algún grupo político. O, ¿usted qué opina apreciable lector?
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