¿Sería posible refundar el PAN?
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Luego de haber hundido a su partido al tercer lugar de las preferencias electorales, Felipe Calderón cree poder refundarlo… ¡oh iluso!, el PAN es nave sin timón, rumbo, capitán ni marineros. Anda a la deriva entre chisme y chisme… ese es su fuerte, el escándalo, la estridencia difamatoria, las promesas incumplidas y sobre todo la ignorancia de lo que es la política, y la carencia de ética y moral de sus agremiados. Pandilla de vividores han sido estos 12 años.
Por otro lado la dirigencia del partido, no quiere que Calderón meta la mano porque su mano, amén de Non Sancta, es desarticulada, lerda y brusca. Y está acostumbrada a tomar lo que no es propio, además es zurda por naturaleza. Lo que los panistas creen hacer al estudiar el recuento de su fracaso y el balance confrontado de su pasado y presente para visualizar su futuro, no les va a funcionar porque parten de un punto ciego donde anida la impericia, la imbecilidad y el desconocimiento básico del quehacer político. Ignoran por ejemplo: Que la política es arte y ciencia y que su función es dar bienestar a la mayoría; impartir equitativamente la justicia y el reparto de los bienes nacionales. Distribuirlo justamente, dando prioridad a quienes menos son favorecidos en la sociedad. En suma, quieren otra oportunidad y dar borrón y cuenta nueva a sus barrabasadas. ¿Podrán lograrlo?... claro que no, están perdidos, y si tardaron 12 años en saber que no servían para nada, les costará el doble -4 sexenios- el aspirar a un retorno a los Pinos.
Su problema es que culpan de todo mal a otros, ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el propio, son producto de la pequeña burguesía convertida en canalla y devenida, políticamente hablando, a nada. Hoy la mayoría de sus agremiados, culpan a Calderón, y ¡claro!... este señor es culpable por antonomasia pero no es el único. Lo son Vicente Fox, Santiago Creel, Fernández de Cevallos, Juan Molinar y una lista de miles de ineptos y mal intencionados. Son buenos para cobrar sueldos y dietas pero no para desquitarlos. Son campeones del chisme y el melindre. ¿Cómo llegó Fox a los Pinos? Echándoles leña a las ratas, tepocatas y víboras prietas. ¿Y Calderón? Tildando a López Obrador de ser un peligro para México, cuando él lo era y lo es. Por todos estos dichos por el que esto escribe, ¿usted qué opina apreciable lector?
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