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Agosto 2013
Edición No. 294
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venta de votos
El espíritu lagunero se torna  
al estado de La Laguna



*En 60 años de crisis continua en La Laguna, los políticos
y empresarios más ricos y los laguneros más pobres.



Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Hace 51 años llegué a La Laguna y lo más sorprendente que encontré en los laguneros fue su bonhomía y gran amistad hacia quienes llegamos de otros lares; me encantó oír de la gente su decir, que aquí rondaba entre los habitantes un espíritu, el espíritu lagunero; por muchos años creí que así era, que la gente tenía un orgullo especial traducido en ese espíritu que creían tener, pero el tiempo me enseñó que tal espíritu no existía, que era sólo un anhelo de regionalismo que en cada rincón del país hay y que da alguna característica a su gente; con la llegada de gobiernos como el de Flores Tapia y sobre todo los de Rogelio Montemayor, y de la dinastía de los Moreira, pude percatarme que dicho espíritu lagunero en realidad era un deseo intrínseco de sacudirse a los poderes políticos exógenos, los que siempre han dominado en La Laguna y que poco o nada han hecho por la comarca y sus habitantes, como no sea el de saquear sus riquezas.

Del 10 de agosto de 1962 -fecha en que me asenté en La Laguna- hasta nuestros días, he visto cómo la clase política y los grandes empresarios se han envilecido y cebado contra los laguneros; los ricos más ricos y los pobres más pobres, ésta es la realidad y la suma de las malas acciones y la poca capacidad de políticos y grandes empresarios; en este medio siglo La Laguna ha pasado de una crisis a otra, y a pesar de ello, los oligarcas que no llegan ni al 2% de la población se han enriquecido desmesuradamente, mientras el 98% y más de los laguneros sobrevive y se empobrece. Todo esto no tiene que ver con la buena o la mala suerte sino con las malas acciones de quienes manejan nuestro destino; lo han hecho de la forma más corrupta, se han montado sobre el lomo de la gente pobre, inmisericordemente, y aun así pretenden ir por más; gobierno y empresarios, no conformes con empobrecer a los laguneros, pretenden esquilmarlos de su patrimonio cultural, adueñándose de todo lo que represente su orgullo, como punto de control de las masas empobrecidas para seguir esquilmándolos y hacerlos su servidumbre.

Un pueblo jodido como el nuestro tiene que vender el voto; su sufragio le da para comer un día o dos, pero al votar por equis candidato -Moreira, Olmos o Riquelme, por mencionar a algunos- lo único que le ofrecen es la miseria continua: los líderes y políticos en estos 50 años son los mismos; las mismas familias que ya se han acostumbrado a vivir del erario, del dinero de los jodidos; son la pus de nuestra sociedad y sin embargo ahí están enquistados. Hay grupos de personas que se están organizando para boicotear a LALA porque vende leche que, según estudios del propio gobierno de los Moreira, contiene hasta 0.39 microgramos de arsénico por litro, cuando contra los que tiene que manifestarse es contra las autoridades del estado y municipio; esa es mi visión, no la de los grupos mencionados. Lo grave de las condiciones del ciudadano lagunero está en que el gobernador Rubén Moreira, al saber lo del arsénico en la leche LALA guardó silencio y ello sólo indica que es cómplice de quienes nos envenenan, y también nos da la pauta para repudiar al gobierno de él y de todos los que en complicidad con la clase empresarial abusan del pueblo.

Algo habrá que hacer para quitar de nuestra sociedad estos quistes malignos que están a la vista y que se representan como la autoridad y la oligarquía; francamente no sé qué debe hacerse pero debe haber alguna fórmula para que la sociedad lagunera se libere de estas lacras; la forma debe ser pacífica porque el gobierno sabe que el pueblo está harto de ellos, y se blindó militarizando al país con el pretexto de combatir a la delincuencia organizada, cuestión que es en lo absoluto falsa porque la delincuencia organizada la representan y se compone de la clase política/empresarial; estas dos clases de mexicanos, una más que la otra, encontraron el modo de enriquecerse sin trabajar, de ahí que unos han mudado de empresarios a “políticos” y con ello han acrecentado sus capitales hasta el infinito, de ahí el envilecimiento de la clase política y el hartazgo del pueblo, ¿cómo es posible que Rogelio Montemayor pueda estar al lado de los Moreira trabajando en la UAC, y Eliseo Mendoza Berrueto presidiendo el congreso, cuando ambos debieran estar en la cárcel? Y no conformes con el daño que nos hacen, pretenden por medio de testaferros, crear el estado de La Laguna. ¡Pamplinas! O ¿usted qué opina apreciable lector?

 
 
 
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