Lecciones ciudadanas
Juan Antonio Estrada Soto.
Las elecciones que se llevaron a cabo el 7 de julio, han dejado lecciones muy importantes para todos y cada uno de los partidos que participaron en esta justa electoral, ya que en los 14 estados en donde vivieron esta jornada cívica se tuvieron mensajes que no deben de dejarse de lado.
Por ejemplo, en el único Estado en donde se jugó la gubernatura, Baja California Norte, la lección que dejó no dista mucho de lo que sucedió en los inicios del gobierno de infausta memoria de Carlos Salinas de Gortari, quien inauguró las famosas concertacesiones, mismas que usó para legitimar su cuestionada victoria de 1988 y que tuvo como escenario precisamente este Estado, llevando a que el PAN -en la persona de Ernesto Ruffo- aceptara esta negociación que puso en el camino a este instituto político al frente de los destinos de los bajacafornianos por más de 20 años.
Se pensaba que en esta elección de 2013 terminarían las administraciones panistas, y que el candidato del PRI Fernando Castro Trenti, triunfaría para beneplácito de quienes creyeron en su proyecto de gobierno, pero no contaban con que había en el ambiente político federal otros planes con mucha similitud a lo acontecido en 1988, ya que el pacto por México fue utilizado como chantaje para que se reconociera el triunfo de la coalición que formaron, tanto el PAN como el PRD en la Persona de Francisco “Kiko” Vega de la Madrid, y que a la postre fue lo que pasó, ante los reclamos de los líderes de los partidos arriba mencionados de que su permanencia en el famoso pacto estaría garantizada solamente si se reconocía la victoria del candidato de la coalición PAN-PRD.
Lo que sucedió después ya lo conocemos de sobra, que tanto Castro Trenti, el candidato priista, como el presidente del PRI César Camacho, reconocieron que los resultados no les favorecían y por lo tanto reconocían el triunfo de “Kiko” Vega, a pesar de que la jornada electoral estuvo en el sospechosísmo porque el PREP del Instituto Electoral del Estado no validó los resultados que estuvo arrojando desde el cierre de las casillas, así que quedó para mejor ocasión la recuperación de la gubernatura de Baja California para el priismo que creía tener una buena oportunidad de esto, así que la lección es que según las conveniencias el voto cuenta para un lado o para otro, dejando con un palmo de narices a los electores que confían en que su voto cuenta.
Otros que tuvieron lecciones muy fuertes fueron los militantes del Partido de la Revolución Democrática, ya que los resultados generales en los 14 estados fueron desastrosos pues se confirmaron como la tercera fuerza política, después de haber sufrido la derrota presidencial del año pasado y que dio como resultado que su “Mesías” se saliera con la cola entre las patas y formara su propio partido.
Así que con estos resultados para el PRD y sin su mejor carta se desplomaron estrepitosamente y en caída libre, lo cual debe tener a la cúpula perredista muy preocupada pensando en cómo rehacerse de este daño, ya que se les avecinan elecciones internas por la presidencia de su partido, y los grupos o tribus -como se les denomina- ya están con el golpeteo natural propio de estos tiempos de renovación, y los resultados que obtengan van a ir en proporción a la unidad o discordancia que tengan. Por lo pronto Marcelo Ebrard, ya inició su campaña para ser líder y tener plataforma a modo para buscar la candidatura a la presidencia de la república, que si bien aún se ve lejana, no lo está tanto ya que el tiempo es muy relativo.
Por lo que respecta a nuestro estado, la elección dejó lecciones muy claras, pues se perdieron para el PRI ciudades muy importantes como Saltillo, Monclova y Acuña, lo que dejó un mal sabor de boca tanto al Gobierno del Estado, como a la plana mayor del instituto político, ya que representa perder la hegemonía que venía teniendo en los últimos años y que merma la cantidad de habitantes que se gobiernan, ya que estas tres ciudades concentran un número importante de ciudadanos que dejaron de ser priistas, y que por ende prende focos rojos ya que el año que viene se renovará el Congreso del Estado y se ven nubarrones negros ante los resultados obtenidos en esta elección.
En contra parte, la ciudad de Torreón y en general la región Laguna continua siendo priista, ya que ganó la elección Miguel Ángel Riquelme Solís, en quien confiaron los militantes de este partido para llevarlos a buen puerto, y lo consiguió con un resultado apretado pero que fue suficiente para dejar a los panistas con un palmo de narices, rumiando su desventura y deshojando la margarita para saber qué hacer en el próximo proceso electoral que se avecina a fin de tratar de revertir estos resultados negativos.
La lección para estas ciudades es que sus electores están al tanto de lo que pasa en sus entornos y a la hora de castigar o premiar lo hacen de una forma inteligente, lo importante ahora será saber si quien ganó tiene los tamaños suficientes para llevar a buen puerto los destinos de sus municipios y sabremos de que están hechos ¿o usted que cree?
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