Paso de Guadalupe
Rufino Rodríguez Garza.
En el triángulo que se forma entre las comunidades de Amargos, Anhelo y Paredón, se localizan las ruinas de una hacienda ganadera que fue importante en el Siglo XIX y principios del XX. Ahora sólo unos cimientos, algunas tapias a punto de caerse, un bordo para retener agua de lluvia, y en el filo de la loma una derruida capilla que fue dedicada a la Virgen de Guadalupe, dan fe de aquel importante rancho. De la capilla se deduce el nombre de lo que fuera próspera hacienda. La capilla ha sufrido constante vandalismo de los buscadores de tesoros, o los que quieren afinar su puntería.
A un lado de la propiedad pasa el camino que conduce a las comunidades de Anhelo y El Coyote, sitio en donde desde hace varios años se extrae de una ladera de la montaña, mármol de excelente calidad y el cual es llevado a la Laguna (Torreón y Gómez Palacio) para procesarlo.
El camino está destruido por el constante paso de tráileres con más de 60 toneladas, lo que ha provocado que se borre la carretera y que la terracería esté a punto de desaparecer. Todo está lleno de grandes y enormes baches que cuando llueve, los vehículos se quedan atascados. Con tantas ganancias que les deja la explotación de la cantera de mármol, los dueños deberían mantener un camino digno y en buenas condiciones para el tránsito de vehículos.
Este camino fue paso obligado en tiempos de la Colonia, pues aquí se cruza el Arroyo de Patos (lo más parecido a un río en el sureste de Coahuila), para dirigirse a Anhelo, El Coyote, Carlos Pereyra, General Coss, Espinazo, etc. hasta llegar a Monclova. Se dice que por este caminó pasó el arroyo el cura Hidalgo, Juárez, Porfirio Díaz y otros personajes de la historia.
La loma sin nombre que corre paralela al Arroyo de Patos es una biblioteca de mensajes del pasado. Primero por grabados muy antiguos de tribus desaparecidas. Después tribus más tardías que también dejaron sus mensajes sin descifrar para nosotros hombres del siglo XXI, y por último el colonizador, tanto español como tlaxcalteca que también usaron la roca para grabar fechas, nombres e inclinaciones religiosas. Estos sitios con vestigios rupestres, se multiplican en este escabroso valle formando una zona arqueológica poco o casi nada estudiada.
La loma en mención, donde la capilla constituye una referencia, para localizar los petroglifos. La Sierra Pinta del lado norte y el Arroyo de Patos en el lado sur, enmarcan el lomerío donde los nativos dejaron para la prosperidad “su escritura” aun sin descifrar. Este lugar también es importante para los estudiosos de la paleontología, pues en sus inmediaciones se han localizados cangrejos fósiles en muy buenas condiciones de conservación. Este mes de enero, en compañía del ing. José Guadalupe Flores Ventura y del Lic. Ariel Colín Morales, empezamos a documentar el sitio con petroglifos, donde se observa que en más de una laja de las antiguas playas del Cretácico quedaron impresas huellas de aves que los paleontólogos tendrán que clasificar.
En las crestas de esta loma pudimos observar una “enredadera” que produce algodón, no sería remoto que fuera el utilizado por las antiguas tribus para elaborar prendas de vestir, pues a la llegada de los españoles ya se conocía el algodón. Siempre queda la duda pero serán los biólogos los que revisarán y dirán la última palabra.
Lo más interesante del sitio son los motivos zoomorfos. Aquí los nativos plasmaron en la piedra parte de la fauna que ellos cazaron. Aquí las huellas son abundantes, van desde las de venados hasta las de bisonte. Aquí se grabaron astas de venado cola blanca y también las herramientas con las que los cazaban, las navajas con las que destazaban el animal para aprovecharlo todo: desde las astas hasta los huesos, los nervios, los tendones, la carne y por supuesto la piel. Con los huesos fabricaron punzones, agujas y adornos.
También aquí se observan los “hongos” o “medusas”, que para nosotros representan territorialidad, y parentesco y afinidad con sitios del Pelillal y Presa de la Mula.
Otra fauna registrada por primera ocasión en los alrededores de Paso de Guadalupe es lo que se refiere a tres animales grabados que fácilmente podemos relacionar con felinos (pumas). Estos felinos, que tienen su cola larga y sus orejas redondas, tienen su “par” en la Biblioteca, en Ojo Frío y la Puerta, donde se representaron animales muy parecidos, y de una hechura muy detallada. En Ojo Frío, el felino es alzado por un Chamán, caso único en el norte de México. Ojo Frío está justo en la línea divisoria entre Nuevo León y Coahuila. En la representación de los felinos de Paso de Guadalupe los grabados están muy claros, finamente dibujados, dos completos y uno a la mitad, pues la erosión rompió la roca y no se localizó en las inmediaciones.
Otro motivo zoomorfo es el de una lagartija que se parece a las observadas en el Pelillal y la Puerta. También, gracias a que el arroyo casi siempre cuenta con agua, aún en estas fechas invernales, se representó al borrego cimarrón, donde la sierra Pinta cuenta con alturas impresionantes, permitió la reproducción de este mamífero y quedó registrado por las astas que son inconfundibles para los observadores.
Si habláramos del estilo, lo podemos relacionar con el del Pelillal. Algunos motivos son similares como sería el “hongo”, el atlatl y las armas (proyectiles y navajas). Una característica de los “hongos” de Paso de Guadalupe, es el de que el “hongo” está de cabeza.
Llama la atención que en este sitio, el grabado se ha realizado permanentemente. Primero las diferentes tribus, luego los colonizadores españoles, después los tlaxcaltecas desde finales del siglo XVI, durante toda la Colonia y hasta la época actual. Lo más abundante son las cruces católicas, las cuales están grabadas desde muy simples, otras muy elaboradas, bizantinas, varias con pedestal y la cruz de la pasión. Se puede admirar una cruz de un metro de altura fechada en 1889, y en su lado derecho una oración a la virgen María.
La presencia del arroyo de Patos, con sus corrientes intermitentes y más de un ojo de agua, permitió la vida, tanto de las tribus como de la fauna. |