El Centro Histórico de Torreón
Los ciudadanos no creen en las autoridades; sólo se han dedicado a hacer negocios, vía obras. *Amén de ello, la autoridad se molesta por críticas y señalamientos en su contra. ¿Hasta cuándo Olmos, hasta cuándo?
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
He recibido un telefonema de un amigo mío, y colaborador en el municipio de Olmos, en el que recrimina mis críticas, las que califica de fuertes, desinformadas y con visos de grosería; dice que el arquitecto Sama, director del Centro Histórico de Torreón “hace lo que puede” por embellecer ese espacio: mi respuesta fue: ¿No es una grosería que Olmos pague a 15 mil pesos metro cuadrado de fincas y terrenos para La Plaza Mayor, valiendo 3 mil, y que hagan negocios particulares con la obra de la presidencia y la concesión del estacionamiento bajo la plaza?... ¿Acaso no es grosero que ignore todos los señalamientos sobre el despilfarro que hace -42 dos millones de pesos- para “echar a andar el paseo de la Av. Morelos” cuando hay otras prioridades más ingentes para la ciudadanía?... ¿Y dilapidar 155 millones de pesos en el Bosque Urbano cuando se montaron en una obra maravillosa, Parque Las Etnias, que tuvo un costo de 12 millones; lo remodelaron con no más de 40 millones, desviando -presumiblemente- cerca de 100 millones, no es grosero?
La realidad: Lo grosero es que el alcalde y sus colaboradores desvíen fondos del erario y engañen a la población con baratijas, que no son más que eso, sus obras. Tengo un botón de muestra que lo que digo es cierto, y no una grosería; los llamados de atención a la ciudadanía para que despierte de la pesadilla en la que la estulticia de quienes dicen gobernarnos. Nos han mentido y engañado con silencios y verdades a medias, lo expongo: Un número superior a 100 ciudadanos de Torreón y Gómez Palacio, a petición del municipio de Torreón, coadyuvamos pecuniariamente con la presidencia en tres obras: 1.- El Primer Par Vial de Torreón -Calle 12 y Cuauhtémoc- con un costo cercano a los 800 mil pesos para semáforos y señalamientos, de las dos vialidades de sur a norte. 2.- Un monumento en la Alameda Zaragoza, el de Gibrán Jalil Gibrán, al lado sur de la biblioteca de dicha Alameda, obra de Vladimir Alvarado, reputado escultor lagunero, 3.- Una colaboración más pequeña con PAPRO para la construcción de la biblioteca de la Alameda, y ¿qué ha pasado?
Hace dos años, le avisamos al municipio que se estaban robando el monumento para luego venderlo por kilos; nos informaron que: “Avisamos al director del Centro Histórico, el arquitecto Sama, que pusiera atención al respecto”; dos meses después ya se habían robado la mitad del monumento; posteriormente se robaron la parte superior, dejando un pedazo de bronce de la parte central, la que al decir de los vecinos, lo recogieron funcionarios del municipio. Nadie hizo caso, sin embargo, por medio del Secretario Mery Ayub y la directora de cultura del municipio, los invitamos a reponer el monumento, compartiendo el costo; el silencio como burla, fue la única respuesta. Luego… ¿por qué se ofenden porque les hicimos los pertinentes señalamientos, en lugar de responder al reclamo?... ¿no es acaso la estulticia con la que actúan, una fea grosería? Aún luego de eso, el alcalde en un programa de TV del Señor Carrillo y Marcela Moreno dice que le ha sido muy difícil lidiar con tres gobernadores y no para en mientes, qué corrió a toda la policía.
¿Lidiar con gobernadores como los Moreira y el sustituto de Humberto fue difícil para él… cómo lo habrá sido para la ciudadanía, y no la actual, si no la que va a pagar con sus impuestos la deuda pavorosa que dejó el primer Moreira y que tanto el sustituto como Rubén su hermano, encubren a la diestra y a la siniestra?... el alcalde Olmos debe entender qué la gente está harta de sus mentiras y de que no atienda a nadie, y más de los cuantiosos desvíos del dinero público; esas y no otras, son las causas de los reclamos y señalamientos, no sólo míos si no de infinidad de grupos ciudadanos como el que dirige –al parecer- el señor Segura Montaña, Grupo del que se han burlado los funcionarios de SIMAS, comenzando por Jesús Campos, un experto en finanzas que está a punto de quebrar SIMAS, y ¿para qué?... para privatizar la empresa, como lo hicieron en Saltillo y Ramos Arizpe. |