Otra derrota más, fallaron
los candidatos reciclados
Jorge Arturo Estrada García.
Segunda derrota consecutiva. Desplome de decenas de miles de votos. Saltillo, el bastión del moreirismo fue perdido. Torreón está en disputa y dividido. La maquinaria del PRI Coahuila dejó de funcionar, y ya hasta en lo electoral el moreirismo está desgastado.
El gobierno estatal priísta fue reprobado. Coahuila sigue polarizado y sin conciliación. El gobernador ha llegado al punto más bajo de su gestión. Y apenas lleva la cuarta parte de su sexenio.
Para Rubén Moreira lo electoral siempre ha sido una prioridad. Hombre de partido y conocedor profundo de elecciones y maquinarias, las derrotas lo molestaron muchísimo. Lo colocaron en una posición delicada.
Su gobierno sigue sin arrancar. Las circunstancias en las que llegó y cómo encontró el gobierno ya no existen. Hay problemáticas que persisten pero ya mutaron, al cambiar los contextos y los escenarios.
Rubén tiene el perfil adecuado para ser un buen gobernador. Sin embargo, al porvenir de un proyecto autoritario, se ha enfocado más en ganar elecciones que en sumar voluntades y aliados entre los ciudadanos para su gobierno. El gobernador ha buscado más vencer que convencer a los coahuilenses.
Los votos del PRI desaparecieron y la maquinaria no fue eficiente. Los problemas no resueltos y mal administrados explotaron en las urnas. El voto de castigo aplastó la maquinaria del PRI.
Los candidatos reciclados fallaron. El PRI perdió más de 100 mil votos y sufrió una enorme derrota. Falló David Aguillón en su prueba de fuego. No se comprendieron las circunstancias ni se interpretaron correctamente las señales en el cielo y las derrotas llegaron aplastantes.
Con todo y la restrictiva ley electoral de Coahuila, diseñada para hacer ganar a las maquinarias, el tricolor no pudo salir adelante. Eso es un aviso. Los candidatos opositores, con escasos días para hacer campaña y darse a conocer vencieron al PRI. El carro completo que David pronosticó quedó en una fantasía. El sufrido triunfo en Torreón fue lo que le aligeró la avalancha a Rubén.
Estos resultados también reconfiguran los escenarios políticos para el futuro y reacomodan a los personajes.
David seguirá como uno de los colabora- dores más cercanos a Rubén. Aguillón ha sido eficiente en sus anteriores encomiendas, apenas inicia su carrera como político. Aunque perdió, por lo pronto, la oportunidad de seguir la ruta del gobernador hacia la candidatura al Palacio Rosa.
Armando Luna se coloca como puntero, entre los “delfines”, señalan los observadores. Riquelme apenas pudo superar por menos de un punto porcentual al dividido panismo de Torreón. Aunque contó con todo el apoyo y grandes recursos, su triunfo parece derrota.
La oposición en Coahuila toma un nuevo aire. El moreirismo está muy debilitado en este momento. Los triunfos son oxígeno puro para Acción Nacional, que pasa por sus peores momentos en Coahuila, no sólo a nivel nacional. Son pocos y están muy divididos y peleados. El gran ganador fue el PAN, aunque las grietas en este partido son enormes.
En Saltillo los panistas son tan pocos que no importaron los pleitos intestinos, ni Víctor Mohamar ni sus escasos seguidores tienen arrastre e impacto social relevante. Las diferencias de Miguel Ángel Wheelock son principalmente con Carlos Orta y no con Isidro López.
El PAN ya tiene una nueva figura. Un nuevo paladín para intentar terminar con el moreirismo dentro de cuatro años. No será nada fácil para Isidro López llegar bien posicionado al final de su mandato. Isidro y Rosendo se convierten en personajes predominantes del PAN Coahuila. Anaya quedaría rezagado.
El frente amplio opositor nunca se consolidó, pero aún así derrotaron a un PRI ineficiente. Las grietas en el PAN son muy visibles pero en el PRI también existen pero aún no son evidentes.
Las causas de la debacle son muchas. Lalo Olmos, Jericó Abramo, Melchor Sánchez, e”El Conejo” Aguirre y Ramón Oceguera encabezan pésimas administraciones municipales. Y los ciudadanos molestos se manifestaron.
Es evidente que la clase política en la entidad está muy desprestigiada, se requieren nuevos cuadros. El voto de castigo aumenta. El moreirismo y su maquinaria se desgastan lo mismo que sus cuadros. Son dos años consecutivos con derrotas estatales.
Para Rubén Moreira es un momento clave. Sus proyectos y planes deben ser revisados. Ahora ya conoce mejor las prioridades que demanda Coahuila para su desarrollo armónico. Todas las regiones requieren nuevos clústers. El modelo industrial es obsoleto a nivel mundial. Los nuevos empleos deben ser bien pagados y para profesionistas e ingenieros. Para ello se necesita un sistema educativo de clase mundial.
Se requieren parques tecnológicos y no industriales. Se necesita hace el énfasis en la innovación, la ciencia y la tecnología.
Las ciudades demandan metros y metrobuses y no más puentes. Los ciudadanos exigen policías confiables y suficientes para que cuiden a sus familias y patrimonios. Se requiere rescatar barrios y colonias de la inseguridad y de la delincuencia. Se debe recuperar el ambiente armónico para que los coahuilenses puedan prosperar y ver crecer a sus familias con una calidad de vida óptima.
El gabinete estatal no funciona. No hay resultados para presumir. Como funcionarios son mediocres y como candidatos no ganan elecciones. Rubén ha tratado de reeducarlos, pero ellos no tienen los alcances suficientes.
Armando Luna muestra más pasión en su pleito con Homero Ramos Gloria que en su trabajo. Saracho y Jesús Ochoa se esconden para no dar la cara por la falta de obras nuevas y recursos para terminar las de hace tres años.
Es momento de dar un golpe de timón. De replantearse metas estratégicas y formas de gobernar. El divorcio entre ciudadanos y sus gobiernos es muy marcado en Coahuila. La sociedad no ha sido consultada y está marginada de las decisiones. Las encuestas y los votos reprueban a los malos gobiernos. Hay que hacer política entre los coahuilenses. Es momento de sumar.
El gobernador y su gobierno requieren reinventarse. Reposicionarse. Colocar su perfil en sus mejores ángulos. Sus acciones positivas deben tocar la vida de las familias, no sólo los problemas heredados y no resueltos. Hay que cambiar la propaganda por la comunicación. Coahuila está paralizado, estancado y amenazado.
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