Comentarios taurinos
Pamplona 7 de julio San Fermin
La feria taurina más famosa del mundo
Alberto Santos Flores
El 6 de julio a las doce del mediodía se cumple un año más al dar el tradicional lanzamiento del chupinazo (cohete) desde el balcón del ayuntamiento de Pamplona, que marca el inicio de las tradicionales fiestas en honor a San Fermín en la víspera de su onomástico. Donde el pueblo se junta en la plaza y acompaña al ayuntamiento por un recorrido hasta la iglesia de San Lorenzo para celebrar al santo. Cantando una melodía durante el trayecto que se conoce como el Riau-Riau, llamado el vals de Astrain, en honor a su autor y que era ya tocada desde 1883, a la que más tarde se le añadió la letra y se entona una y otra vez por la cantidad de personas que se animan a tararearla en el corto trayecto de unos 500 metros que separa el ayuntamiento de la capilla, en 1980 se cantó 181 veces. Con la letra “A las 4 el 6 de julio “Pamplona gozando va/ las vísperas a cantar al glorioso San Fermín, etc. Con este canto se inician las fiestas que se terminan el día 14 de julio a las doce de la noche con la canción de despedida “Pobre de mí”
Los Sanfermines se remontan a varios siglos desde la época medieval, teniendo como origen motivos religiosos, comerciales y taurinos, la iglesia celebraba el 10 octubre la festividad de dicho Santo, Patrono de Navarra, comunidad cuya capital es Pamplona. Organizaba su feria con siete días de duración, pero debido a la fecha tan avanzada de la estación del año ya próxima al invierno invariablemente las inclemencias climatológicas daban al traste con dicha festividad. Por aquella época también se celebraban ferias en Pamplona, durante las fiestas de San Juan y San Pedro a finales de junio (24 y 29) principios del verano, como las ferias aglutinan en un mismo lugar a comerciantes ganaderos y lugareños, comenzaron a darse corridas de toros como parte de la tradición, estas dos festividades que se efectúan en Pamplona al principio y al final del verano se unificaron a petición expresa del propio Ayuntamiento al obispo, para aprovechar el mejor tiempo a lo cual el obispo accedió, comenzando dichos festejos el día séptimo del séptimo mes (El siete de julio). Coincidiendo entre la celebración del ferial religioso y comercial con las corridas de toros que jugaban un papel esencial, por lo que es creencia errónea pensar que san Fermín es patrón de Pamplona, cuando lo es de toda Navarra ya que el patrón de la ciudad es san Saturnino, que lo celebran modestamente el 29 de noviembre, este hecho causa confusión al pensar que san Fermín es el patrono de la ciudad.
Como anotábamos arriba el chupinazo marca el comienzo de los festejos; tradicionalmente los cohetes se lanzaban en forma espontánea desde la plaza del castillo para avisar el inicio de Sanfermin, labor que era realizada por encargo y nadie le otorgaba ningún valor. A partir de 1931 el republicano pamplonés Etxepare fue el encargado de prender la mecha del cohetón para conmemorar la proclamación de la república y lo hizo hasta 1936. Cuando comenzó la guerra y fue fusilado, gracias a él la gente se empezó a reunir para estar presente y oír la pequeña explosión que da el punto de partida a los nueve días que duran las celebraciones.
Los Sanfermines han evolucionado y han ido perdiendo mucho de su componente religioso, aunque las procesiones son tumultuarias el aspecto pagano se ha impuesto y la mayoría de la gente asiste a ver los encierros. Contribuyendo en forma especial a la divulgación internacional de estas fiestas, el escritor estadunidense Ernest Hemingway quien influenciado por la escritora norteamericana Gertrude Stein, amiga del pintor Picasso, despertó el interés de Hemingway hacia el mundo de los toros y éste con sus escritos y crónicas y la publicación de su libro Fiesta, había puesto en marcha una cascada incontenible de la popularidad y la internacionalización de las fiestas de Pamplona, cuyo efecto se sigue sintiendo es progresivo sus ondas expansivas traspasan el tiempo, actualmente durante la semana que duran, su población pasa de 190 mil habitantes a más de un millón de personas, que concurren de todos los países del mundo.
Lo más espectacular para todos los asistentes a la feria es presenciar el encierro, que consiste en abrir el corral para que salgan los toros y efectúen un recorrido de 850 metros aproximadamente, en el cual deberán los corredores estar al frente del trayecto que recorrerán los toros que serán lidiados esa misma tarde, los cuales irán arropados por cabestros (toros mansos) que guían a la manada por el recorrido y evitan que los bravos se aparten del grupo, lo cual representa el mayor peligro para los corredores ya que estando el toro solo, sin encontrar el cobijo de la manada, se defiende y embiste que no atropella como cuando va en carrera, también a veces en el recorrido hay caídas en cadena de los propios corredores que suelen provocar amontonamientos que se convierten en tapones en el recorrido cerrándole el paso por completo a los toros. Generalmente es en el callejón de la entrada a la plaza por lo estrecho que es y la gran cantidad de gente que se arremolina, cuando esto sucede, los toros suelen saltar por encima del tapón de gentes dándoles una paliza a los amotinados, levantando sus cabezas al herir y pateando a los caídos en su intento de continuar su camino, se cuentan por cientos sus heridos y algunos muertos en estas circunstancias, afortunadamente son poco frecuentes estos amontonamientos, pero podemos mencionar algunos por la magnitud de la tragedia: el 7 de julio de 1922, los toros al pasar por encima de la masa humana dejaron una estela de 100 heridos. En 1960, 20 heridos; en 1970, 40 heridos; en 1975, 16 heridos graves y un muerto dentro de la plaza de nombre Gregorio Gorriz de 41 años oriundo de Navarra; en 1977, 35 heridos y un muerto por asfixia , el joven pamplonés José Joaquín esparza de 17 años. Como puede apreciarse en transcurso de la historia se pueden contar miles de heridos, mas los encierros trágicos que han enlutado en 16 ocasiones estas festividades empezando en el año de 1910 que se registro la primer cornada mortal, aunque la víctima falleció en enero del siguiente año a consecuencia de las heridas que recibió; y la más reciente el 10 de julio de 2009.
Destacando como dato curioso que dentro de la lista de los toros más peligrosos, de los miles que se han corrido, algunos que han pasado a la posteridad por su comportamiento agresivo o por el pánico que siembran en su rápido recorrido, sobresaliendo los toros Antioquío, de la ganadería de Guardiola y el toro Semillero, de Antonio Urquijo ambos cornearon de muerte a dos corredores en un mismo encierro, el primero el 13 de julio de 1980 y el segundo el 10 de julio de 1947.
Estos son algunos datos de la feria de Pamplona dirigidos sobre todo al público que no está muy avezado en las cosas taurinas, espero les sean de interés.
En la espuerta:
El encierro: lo más peligroso, carrera contra la muerte, con saldo de tragedia y de satisfacción. Símbolo de la feria y embrujo para los visitantes. Me pregunto ¿Existen las corridas de toros en el siglo XXI o es una visión remota de un pasado que nos persigue de cerca y no queremos dejar?, ¿será una fiesta postiza para estos tiempos de violencia y crueldad en todos los órdenes o es contemporánea por su brutalidad reflejo menor circunscrita a un ruedo o por el contrario se alza sobre la sociedad y dice aquí estoy soy un aprendiz de salvajismo comparado con ustedes; lo único que necesito para seguir es un toro bravo y un hombre que esté dispuesto a enfrentarlo a un acosta de su propia vida?
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