¿Elección de Estado?

Manuel Padilla Muñoz.

¿Cómo creer que en Coahuila se lleve a cabo una elección limpia, de acuerdo a la ley y no una elección de estado si fue el gobernador Rubén Moreira, quien desde finales del año pasado, “destapó” a su candidato a la Presidencia Municipal de Torreón, Miguel Ángel Riquelme, violentando los tiempos que establece nuestra ley electoral? Pero el tiempo todo lo cobra, pues de acuerdo a los muestreos -que no encuestas- de organismos empresariales -para mi gusto los más creíbles-, Riquelme lleva más de seis meses de publicidad adelantada y en las preferencias de voto de los ciudadanos, en vez de subir, baja.

Tan mal candidato es Riquelme que los de la Iniciativa Privada, que tenían tradicionalmente la posición de Primer Regidor, no la quisieron ante la marcada sospecha de la derrota del PRI.

Otra grave violación del gobierno a la ley electoral es, de hecho, compra de votos a través de sus “promotores”. Un ejemplo nos brinda un panorama de lo que intenta el gobierno del estado. Agustina Gallegos, ex priista, es la presidenta del Comité Municipal del Partido Primero Coahuila (PPC) aunque la voz populi le llama “Pequeña Propiedad Contreras Pacheco”. Buena líder, juntó un grupo de “líderes sociales”, ex priistas también, ha realizado un excelente trabajo en las colonias populares de tal manera que tiene ya varios miles de seguidores. El PRI la tentó; Riquelme le propuso que trabajara para su candidatura y envió, hasta la casa de la dirigente al doctor Yazín, quien le mostró a Agustina 40 mil pesos en efectivo. La dirigente, burlonamente, le dijo que en muy poco valoraba su trabajo. “Tráigase un millón de pesos y luego hablamos”. Después le llevaron 400 mil pesos y hasta ahora no conozco si hubo “negocio”.

Esto, en cualquier parte del mundo es una compra de votos, que es un delito. Y así el PRI-gobierno lo lleva a cabo con cientos de líderes en todo el estado. Si estimáramos los millones de pesos que se gastan en este aspecto, aún antes de iniciar las campañas, la pregunta lógica es: ¿de dónde sale todo ese dinero? ¿Será verdad lo de la cargada regia de la llegada de recursos ilegales de los municipios de Monterrey y Santa Catarina, Nuevo León, a las campañas priistas de Torreón y Ramos Arizpe? Los candidatos nunca aportan cinco centavos de su peculio, todo lo hacen con los recursos del gobierno. Lo anterior nos lleva a suponer que salen del gobierno del estado.

¿Y el IEPEC, que se supone es el imparcial árbitro de las elecciones en Coahuila? El señor “Pollo” Lara Escalante nada hace porque está al servicio del gobernante en turno, del que le dio la chamba y si de verdad impone la ley, simplemente se queda sin trabajo. Su encargo es inclinar los dados a favor del PRI-gobierno.

¿Qué garantía tenemos los coahuilenses de que se realice una elección limpia, equitativa y creíble? En realidad, ninguna. Nuestros gobernantes pregonan y prometen una cosa pero hacen otra. Muerte a la democracia.

Sacapuntas
Mauro Esparza es un líder de las colonias del poniente de Torreón que es candidato a regidor en la planilla del PRI. Ha trascendido entre los priistas que, en caso de que gane Miguel Angel Riquelme, renunciará al cargo por motivos de salud y su lugar sería ocupado por su suplente que no es más que el controvertido líder profesor Mario Cepeda Ramírez. Aseguran nuestros informantes que se hizo la “jugada” porque Marío Cepeda Ramírez no puede ser candidato a un cargo público de elección popular por tener antecedentes penales. Agregan que a Mauro Esparza le pagarán el sueldo de los cuatro años y otros beneficios más y que, en caso de llevarse a cabo este enroque, Marío Cepeda Ramírez promoverá a su hijo, Mario Cepeda Villarreal, a una candidatura a diputado local. “Mayito”, como lo llama Eduardo Olmos fue contralor de Simas el cual abandonó hace meses para ser director de desarrollo social, que maneja los programas sociales y, por tanto, es promoción segura muy anticipada, como le gusta hacerlo al gobernador Rubén Moreira. Sin embargo, sus detractores acusan a “Mayito” de haber quebrado a Simas pues desde su puesto de contralor de Simas, donde ejercía el control absoluto de la paramunicipal gestionaba que los colonos de las colonias que dirige su padre, que son muchas, no pagaran el servicio de agua potable a Simas a cambio de sus votos para el PRI. O sea, los famosos “aguabonos” que supuestamente se habían eliminado.

Menudo problema tiene Miguel Ángel Riquelme con el escándalo que le han armado el grupo de Salomón Juan Marcos y su hijo Toñito, la belicosa líder social Paquita y Cristian Chairez, quienes, con toda justicia, reclamaron la candidatura a regidor del “ex panista” Luis Gurza Jaidar y una dama de no muy lejanas raíces panistas que ahora es priista. Hay otros ex panistas cercanos al grupo de Riquelme que seguramente tendrán chamba en el municipio. Bueno, si gana el priista: “El violín” Ignacio Pámanes, los hermanos Pérez Valenzuela, Manuel Villegas, entre otros más. Panistas y priistas se quitan la máscara para demostrarnos lo que verdaderamente son: iguales, es decir, el verdadero Prian.

Gerardo Alba Castillo, candidato a regidor priista, ex secretario general de la Sección 35 del SNTE, a la que saqueó y se volvió rico, derrotado apabullantemente cuando fue candidato a diputado federal, miembro del Panal, es otra aberración.

¿Qué no habrá militantes priistas con verdaderos méritos pero, sobre todo con capacidad para un cargo de regidores? Claro que los hay; y muchos. Por eso el descontento y el lógico cobro de facturas al PRI en las urnas.

Por otra parte, inédita la conformación de la planilla de Miguel Ángel Riquelme y su cercano grupo de próximos colaboradores. Es una verdadera planilla “incluyente” del Prian, más que de priistas de convicciones. Destaca el panista “arrepentido” Luis Gurza Jaidar -los panistas le llaman por su verdadero nombre: traidor-.