EPN; primer acto fuerte de
legitimación jurídica

Juan Martínez Veloz.

Quienes algo entendemos del presidencialismo mexicano; sabíamos que iba a pasar; lo que no sabíamos, era ¿quién y cuándo?

El hecho que llamó la atención de la opinión pública (8 columnas en los principales diarios nacionales) y en las redes sociales de facebook y twiteer la semana pasada fue la detención de por parte de la (PGR) Procuraduría General de la República (por orden judicial) de la Sra. Elba Esther Gordillo (EEG) lideresa vitalicia del Sindicato Nacional de Maestros.

El titulo de mi artículo quizás les parecerá un poco empequeñecedor de las diversas e importantes funciones que la Constitución (Art. 89) le confiere al Presidente de la República, sin embargo, no todas las acciones que el Ejecutivo realiza tienen el mismo impacto en la sociedad, como el caso en comento.

El tema da para muchos comentarios desde el punto de vista político y jurídico, solo resaltaremos los más importantes.

* Podemos entender el acto de enjuiciamiento de EEG como un primer paso para intentar detener el clima de impunidad y abuso de poder que existe en México, sin embargo el problema es tan grave y tan profundo que la medida tomada puede ser insuficiente y quedarse solo en un golpe mediático diluido con el paso del tiempo en unas semanas.

¿Cuántos otros líderes están en la misma situación? Además frecuentemente los personajes como la hoy presunta responsable no actúan solas, tienen un equipo de trabajo hacia abajo y hacia arriba (secretarios de estado y presidentes) que los han apoyado.

* La aceptación social que generó el acto, independientemente de lo que digan los jueces en su momento, debe tomarse con cautela. El generoso y trabajador pueblo mexicano reprueba la forma de vida tan ostentosa de líderes que han hecho su modo de vida al amparo del poder saliendo prácticamente de la nada, sin embargo también desconfía que las instituciones de justicia lleguen al fondo del asunto.

* Con este acto el presidente EPN se fortalece y legitima (no hay intocables) dado que por las facultades que la Constitución le otorga, es el único poder que puede detener el abuso de los otros niveles de poder. La pregunta obligada es ¿si esto incluye a ex presidentes?

El mensaje que presidente EPN dijo en la TV posterior a la detención de EEG fue breve y conciso, simplemente para precisar que se aplicará la ley en México. La tarea no está fácil, México cayó enormemente los últimos años en procuración e impartición de justicia, cada estado y municipio resuelve sus cosas como puede (sin ayuda efectiva de nadie). Existe la sensación de abandono en varias regiones del país como la Laguna.

* En el caso Gordillo, el estado mexicano debe ser cuidadoso de las formas jurídicas, de las garantías procedimentales penales. No queremos que el tipo de “delincuencia organizada” sea un nuevo tipo penal abierto similar al antiguo “delito de disolución social” que estuvo vigente en México a mediados del siglo XX.

La PGR y la Secretaria de Hacienda no deben ser un instrumento de persecución política por consigna, pero también deben actuar firmemente con pruebas en la mano; el Poder Judicial y La CNDH deberán hacer un trabajo muy fino y hacer respetar las garantías penales a la presunta responsable, desde la primera instancia; queremos justicia pronta, expedita e imparcial.

* La impresión que da el caso EEG es que México se había tardado casi 20 años (un caso a destiempo) para poder aplicarle la ley y permitir que los maestros elijan libremente a sus líderes sindicales y modernizar la educación pública. Los liderazgos vitalicios van en contra de los principios constitucionales en materia de derechos políticos. México necesita de un sindicalismo magisterial libre donde primeramente los maestros se dediquen a enseñar y después a lo que más les guste.

* Finalmente, una pregunta también obligada es ¿qué va a pasar con todos los amigos de la maestra, muchos de los cuales ahora están en posiciones importantes de poder?

EPN debe ser muy audaz, le pegó a una corporación (holding-político) y tiene que “cerrar el círculo” para que puedan surgir liderazgos jóvenes simpatizantes del nuevo presidente. No queremos sustituir un viejo cacicazgo sindical con otro “cacique nuevo” como ha sucedido en pasado.

Bien por México y EPN en este primer paso por recuperar el Estado de Derecho y una institución presidencial fuerte respetuosa de las garantías individuales y derechos humanos.