La Palestina de Hoy
¿Palestina hoy; un berenjenal cultivado por EEUU-Israel para exterminar
al pueblo palestino *México, con la militarización, se está convirtiendo
en un Estado Fallido, como Israel. Cancelemos el TLC con ellos.
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
No cabe duda que los israelíes no aprenden ni siquiera de su propia historia; Palestina hoy es la muestra que los judíos, fuera de saber hacer negocios pecuniarios y comprar premios Nobel al por mayor, son lerdos en la política y lentos en la diplomacia; cuenta este estado paria con siete millones de habitantes o un poco más; un millón y 700 mil son árabes palestinos, la mayoría de ellos, musulmanes. Habitan en Israel otros 400 mil personas de otras nacionalidades y orígenes y sólo seis millones son judíos, o cuando menos, son reconocidos como judíos aunque no lo sean. Este estado policiaco y aprendiz de guerrero, cuenta con más de 600 mil agentes, compuestos entre soldados, gentes de inteligencia de sus tres dependencias del ramo, (Mossad, Shinbet y Hama) y policías comunes y corrientes. Además se maneja con una burocracia racista y parasitaria que lo único que aprendió, es obstaculizar todo aquello relacionado con la paz. En suma, es un proyecto socioeconómico menos eficiente que Haití, aunque no lo parezca.
Los mexicanos deberíamos estar interesados más sobre Israel, y del por qué es un Estado fallido… ¿por qué?... porque como vamos y vemos, nos estamos israelizando; cada día nos parecemos más a Israel que a cualquier nación progresista. Nos han militarizado al igual que a Israel, y los que lo han hecho son los mismos, Estados Unidos y sus cómplices que no aliados. México además, firmó –por sugerencias o presiones de EEUU- un Tratado de Libre Comercio con el Estado Judío, cuestión que nos cuesta millones de dólares cada año… ¿para qué?... para coadyuvar con la hegemonía del momento para hacer realidad lo imposible. Sí, imposible, ya que como país, no es sustentable por sí mismo; los judíos son gente inteligente, pero para su desgracia, tienen dirigentes procaces, inhumanos y codiciosos, al grado que el prestigio de tantos judíos que pueblan el mundo, está en entredicho; lo único que han logrado en menos de 14 lustros, es erigir un bodrio denominado Israel, y el repudio e incluso el odio, de miles de millones de seres no judíos.
Es justo y aceptable preguntarse… ¿por qué son odiados y su proyecto sionista se repudia en el mundo entero?... la respuesta es simple: Cada judío en el mundo se ha comprometido –por propio convencimiento o forzado por sus intereses particulares o de grupo- con una causa que demostró todo lo contrario para lo que fue diseñada o soñada como anhelo de contar con un hogar nacional judío. Están comprometidos, les guste o no; y si cooperan de alguna manera para el sostén del Estado belicoso, también, en cierta forma, se convierten en enemigos de una infinidad de pueblos, y además, no lo digo yo, lo ha dicho hasta la saciedad, el más connotado de ellos, el judío de EEUU, Noam Chomsky, a quien no pueden acusar de antisemita como lo hacen con quienes criticamos a Israel, de Estado racista y criminal, porque él sí es judío, e incluso declarado sionista, sin embargo no comulga con el racismo, ni con el maltrato y exterminio de los palestinos.
Como mexicano, reitero y afirmo que haber firmado un TLC con Israel, amén de costosos, también nos convierte en contrapartes, y o enemigos de pueblos que nada malo nos han hecho. Entonces… pugnemos en principio, que se cancele el Tratado de Libre Comercio México/Israel porque nos daña, es oneroso, y nos pone en línea de enemistad con pueblos con más historia que la nuestra y con mayor determinación patriótica que los mexicanos en nuestro conjunto. Concienzudamente hay que analizar dicho TLC; veamos qué es lo que intercambiamos con ellos y cuáles son los beneficios. Claramente veremos que ese tratado es un lastre económico, político y diplomático y, si Salinas de Gortari lo signó, fue por su mala fe y nulo patriotismo, inducido por su afán de poder desmedido, y por presión de Washington para favorecerlo y aceptarlo como presidente legítimo, cuando todos sabemos que se robó la elección de 1988. También fue obligado a imponernos eso que eufemísticamente se denomina neoliberalismo, lo que no es otra cosa, que un implemento de Washington para accionar el expolio de nuestras riquezas y abaratar la mano de obra, aduciendo falazmente, que ello nos hace competitivos. O, ¿usted qué opina apreciable lector?
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