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Mayo 2013
Edición No. 291
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despensas
Cuestión de “costos”.


José María Mena Rentería.


Entre “políticos” usual es considerar costos -en dinero- como los asignados a alcaldías o diputaciones locales, por mencionar sólo algunos de esos “rubros”.

Certeza para el caso es dejar de lado dichos “costos”, que suelen tasarse millonarios simple y sencillamente porque no lo son tanto en este México donde los ubicados en el mundo de la “política” tergiversan el hacer y promover beneficio común, es decir, la política.

En tal ámbito, hasta hoy día, prevalece la “escuela” del partido que aflorara bajo las siglas PNR durante los remotos días del año de 1929, con el propósito de aglutinar la “ideología” de sus ariscos miembros cuando en el ambiente aún podía olerse la pólvora de los disparos de la revolución que por otra parte dejara una miríada de generales que por el solo hecho de serlo se sentían con derecho a ocupar el cargo de Presidente de la República.

Corren actualmente los del segundo decenio del siglo 21 y “sui géneris” es, hoy por hoy, hacer “política” bajo la manipulación de la miseria de miles de ciudadanos cuyo voto, en tiempos electorales es “demandado” por “políticos” y sus falanges a cambio de despensas pomposamente así dsignadas, o bien de cubetas de pintura, “vales” para materiales de construcción, o de tinacos para almacenamiento de agua.

De ello lo acontecido en el estado de Coahuila es elocuente ejemplo y, asómbrese, amable lector, en la práctica de tal “estrategia”, disfrazada de “programas sociales” participan Presidentes Municipales y funcionarios que condicionan lo que ordenan entregar a cambio de votos, más no sin haber recabado antes credenciales de elector y de ellas tomado datos con los que engrosan las filas de sus “correligionarios”.

Tal manipulación “política” ocurre en colonias y sectores habitacionales citadinos. Los marginados principalmente, cuya población jamás se ha alejado de su estrechez y penuria en tanto los “políticos” -tras depredar 4 o 6 años- llenan sus bolsillos como émulos sobrados de Alí Babá y sus 40 ladrones.

¿Por qué asignar entonces costos millonarios a las “campañas electorales? Al contrario. No tienen costo para quienes las emprenden porque una vez ocupantes de algún cargo, tiempo y esfuerzo dedicados son con creces a resarcir sus “inversiones” con dinero público.

Ahí está para establecerlo el caso de ex gobernante de Coahuila, profesor de ocupación, que a todo lujo habita en España pagándolo todo -tiene la osadía de afirmar- si de sus exorbitantes gastos se trata, con sus “ahorros”, tras haber dejado temblando a Coahuila, estado que para general infortunio gobernó dejando a sus ciudadanos con “una mano atrás y otra adelante”.

Otros casos son a nivel municipal, los de Torreón y Matamoros de La Laguna. En el primero su gestión que concluye en diciembre próximo, ha mal gobernado el “alcalde” impuesto en ese cargo por el ejecutivo estatal en turno a quién el “Presidente Municipal” sirve con invariable lacayunismo mientras el municipio adolece de todo, en todos los términos.

En el segundo municipio como candidato por el partido al que pertenece, aparece -POR TERCERA OCASIÓN- Raúl Onofre Contreras, de cuyos gobiernos los matamorenses tienen ingratos recuerdos forjados por oscuros manejos y excesos que en 2009 tuvieron como “corolario” la gestión y obtención de un préstamo al municipio de Banobras, por 53 millones de pesos cuyo manejo presumen fraudulento habitantes de dicho municipio.

¡Puros cochupos! Dicen los que en Matamoros ven impotentes como el gobierno municipal convertido está en instrumento de lucro para “políticos” de esos amantes, como candidatos, de adjudicar costos millonarios a cargos como los de presidente municipal o diputados, que por otra parte suelen pasar al pueblo facturas usureramente onerosas por sus “servicios”.

 
 
 
mena_josemaria@hotmail.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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