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Mayo 2013
Edición No. 291
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soloY... ¿A quién le importa?


Eloy Dewey Castilla.

La impotencia y la indignación toman lugar cuando vemos el estado de nuestra democracia con autoritarismo, falta de valores, violación de los derechos humanos, los que padecen hambre, corrupción, inseguridad y violencia, abusos de poder, creciente drogadicción, desintegración familiar, deficiente educación, etc. etc.

¿A quién le importa?
Ojalá fuera a todos, pero por sentirnos incapaces de influir en esa impotencia e indignación nos quedamos sin hacer nada. (incorrecto)

Pero eso no lo voy a tratar hoy.

Quiero entrar a algo humano, más sensible: Entrar a los momentos difíciles en la vida cuando de repente estamos en un hospital herido, cuando en la plenitud de la vida hay un ser solo, enfermo y abandonado, cuando en el mundo de los negocios, las cosas se ponen súper difíciles sin recursos con que hacer frente a las enormes deudas, cuando expulsan a un hijo de la escuela por falta de pago, cuando llega un abogado a embargar la casa, cuando sin razón aparente, llega la policía y te lleva a la cárcel, cuando fuiste balaceado al borde de la muerte, cuando al llegar a la casa encuentras a tu pareja desmayada, o cuando llegas y tu pareja te dejó una nota de su abandono, cuando te avisan de la muerte de un ser querido, cuando te corren del trabajo, etc. etc., situaciones en las cuales piensas en voz alta y dices ¿a quién le importa mi tragedia, mi desdicha, mi soledad?

Te sales a meditar, y observas que hay papás alegres de que haya nacido su hijo, que al hijo le dieron un ascenso en su trabajo, que hay cantidad de personas disfrutando de la vida, bailando y departiendo con sus amigos, que el hijo de un amigo está casándose, que a otro le dieron un premio por sus logros, que el vecino está estrenando casa y automóvil último modelo, y tu amigo anda de viaje en París.

Que contradicciones tiene la vida, pero ambas situaciones tienen un común denominador; ¿tiene amigos, conocidos, familia, compañeros u alguien a quien le importe lo que le está aconteciendo en esos momentos?

Así como constatamos que a muy pocos les importan los problemas sociales, así también comprobamos a muy pocos o a nadie le afligen nuestras tragedias.

Haz la prueba; si estuvieras muriéndote ¿a quién le importa lo que te sucede?

Todavía vivimos en una sociedad que en general sus miembros están en comunidad y existe la bella oportunidad de sembrar lazos de amistad firmes y duraderos para no padecer los estragos de ¿a quién le importa que viva?
Cada quien escoge, ¿verdad?

 
 
 
Eloy.dewey@hotmail.com
@Eloydeweyc
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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