Obama en México
Obama vino a México no a potenciar la relación sino a ratificar el “pelelismo”
como con Calderón. * 30 años hace, impusieron el gobierno en México
ajeno a nuestros intereses, Peña Nieto no tiene para donde hacerse.
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
El jueves 3 de mayo estuvo en México el Presidente Barak Obama… ¿a qué viene?... a ponerle los puntos sobre la íes a nuestro Presidente, sobre dos asuntos primordiales para la seguridad estadounidense:
Uno.- Para que la cacería de los malos mexicanos continúe porque para ellos esto es considerado su seguridad, aunque para nosotros; ¡Bueno! Eso es lo menos importante, primero la seguridad de ellos, luego la de ellos y al final la de ellos.
Dos.- Para acrecentar los negocios pecuniarios de ellos en México, pero sobre todos ellos y de todos los rubros, el de los energéticos, vía la adquisición de una mayor tajada -para ellos- en PEMEX, sin descuidar el otro que implica la SEGURIDAD de los norteamericanos, gracias a los cambios legislativos que permitirán a los extranjeros adquirir propiedades en las costas nacionales.
En suma, viene a ratificar “el Pelelismo”* que se instauró con la llegada de Miguel de la Madrid, se fortaleció con Salinas, y se acrecentó exponencialmente con la llegada de Vicente Fox, para rematar en una total entrega antipatriota, en el sexenio del criminal que ahora imparte una cátedra en Harvard, Felipe Calderón, la que propios y extraños han denominado: “Cómo partirle la madre a un país de más de 117 millones de habitantes sin ni siquiera despeinarse.”
Obama sabe, o los que saben le han dicho que, el PRI con Peña Nieto, intenta recuperar lo que otrora perdió el Revolucionario Institucional debido a que la perversidad, la corrupción y la impunidad, le invadieron hasta el tuétano y, que Washington eso no lo puede permitir, porque nuestro país dejó de ser nuestro, ya es de ellos absolutamente en lo comercial, industrial, agrícola, tecnológica, financiera y políticamente, y si alguien lo duda, ese es su problema porque la realidad es palpable y el no verla es estúpido.
Los norteamericanos se metieron en la cabeza hace muchos años, que ellos son Tarzán y nosotros cheeta, y los hechos han demostrado que así es: El robo de Texas comenzó con enviar colonos a los que México toleró; luego vino la independencia de Texas como un primer paso para convertirse en el estado 28 de la Unión Americana.
La misma historia sucedió en California, y años después, William Walker, quien se hacía pasar por filibustero pero era enviado por Washington, intentó apoderarse de Baja California y Sonora, e incluso fundó -con proclama y toda la parafernalia ocurrente-, La República de Baja California.
Años después, les gustó Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, y utilizaron a algunos mexicanos mal nacidos -como hoy abundan- para que proclamaran La República del Río Grande, y además, a finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX nos invadieron varias veces, preguntémonos: ¿Les hicimos algún daño?... no, entonces ¿a qué se debe tanta agresividad y despojo a lo nuestro de parte de ellos?... ¡bueno, hay que ser comprensivos!... ellos, hace 190 años no más por sus cojones decidieron que América era para los americanos, y por ello Obama viene a ratificar “El Pelelismo Instituido” que no el presidencialismo que instauró el Revolucionario Institucional, por lo mismo, Peña Nieto no tiene para donde hacerse, y tendrá que asumir su papel histórico del pelele del momento.
Todo lo anterior dicho no es una fantasía ni un producto de mente calenturienta alguna, y mucho menos antinorteamericanismo, es la cruda realidad. Les recomiendo a mis conciudadanos que no les deprima este hecho palpable e innegable, la realidad hay que aceptarla, asumirla y si no podemos disfrutarla, cuando menos acomodémonos a nuestras propias circunstancias. Es para dar vergüenza pero no es culpa de los norteamericanos, ni particularmente de ninguno de nosotros, es de los peleles que nos han impuesto desde 1982.
No tienen idea lo que me gustaría poder trascribirles el discurso de Gustavo Díaz Ordaz ante el Congreso de Washington, él era un verdadero Presidente, no como los remedos de gobernantes que hemos tenido que soportar estos últimos 30 años. Trataré de encontrar este discurso, y si hay alguien interesado en leerlo, intentaré, lo prometo, hacérselos llegar por E-mail. Solicítenlo al mío que es: ah.pd@hotmail.com lo haré con inmenso placer, no sin antes advertirles que he dicho que en lo particular no somos, nadie culpable, pero en lo general sí, porque hemos tolerado toda clase de abusos, mentiras y procacidad y media de quienes dicen gobernarnos. O ¿usted qué opina apreciable lector?
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