El desempleo y la usura
La banca extranjera y nacional en México es una suerte de usura consentida por el gobierno
*90% de los mexicanos requieren créditos y estos son leoninos porque nuestros gobiernos lo permiten.
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
El desempleo es un fenómeno en México a partir del gobierno de Salinas de Gortari; con Zedillo amainó y con Fox creció de nuevo; con Calderón y hoy con Peña Nieto se ha disparado como una de las plagas que azotan a la población; los responsables en toda instancia son los gobiernos que tienen en los puestos clave de la administración a una caterva de improvisados y vividores que no hacen su trabajo porque su condición de inútiles les tienen impedidos de actuar correctamente.
El presidente de la república, éste y los cinco anteriores, gastaron el tiempo en enriquecerse y dejar que sus secretarios y cómplices se enriquecieran a costa del pueblo, y de ahí el que las cosas marchen mal en México. Con el desempleo proliferó la usura y el agiotismo; antes, hace apenas 30 años, en cada pueblo se podía señalar a los malditos agiotistas y a los pérfido usureros, hoy eso es imposible, porque todos los banqueros lo son y muchos comerciantes también.
El Monte de Piedad se puso guapo y bajó los intereses de sus préstamos prendarios del 4% al 3%, hoy sólo cobran el 36% anual, porcentaje suficiente para quebrar económicamente a cualquier persona, pero los bancos y sus tarjetas de crédito se han ensañado más con sus deudores; hay bancos como el de SORIANA y Banco Azteca que cobran intereses de hambreador, de ahí el crecimiento de estos negocios. SORIANA paga intereses al 3 o 4% anual y cuando usa esos empréstitos no lo hace porque necesite dinero sino porque deduce de impuestos los intereses y así paga la tasa cero. Por un lado roba al cliente y por el otro al fisco. Hoy los dueños de SORIANA se pavonean con lo más granado de la política y las altas esferas sociales, son parte de la lista de FORBES ¡Bravo por ellos!
La familia Salinas -Salinas Price y Salinas Pliego- ha seguido a pie juntillas el negocio usurero de sus ancestros, y amén de estar en la lista de FORBES se ha convertido en un Factotum del poder en México y en el mundo; la usura y el agiotismo que es sudor y sangre de la gente jodida, es el motor que la mueve y lava sus conciencias. Como muestra expondré un tipo de préstamo que las tiendas ELECTRA -en cada una hay un banco Azteca-, hacen a sus clientes, ejemplo: Prestan 12 mil pesos para pagarlos en 100 semanas a razón de $ 244.00 pesos semanales, o sea que la gente supone que le prestan al 100.2% bianual, sin embargo, como los pagos son diferidos semanalmente en 100 abonos insolutos, la realidad es que prestan al 99% anual. ¡Ah!... eso es si el cliente es puntual en sus pagos, cosa que por estadísticas jamás sucede, porque al tener incumplimiento, la mora o intereses moratorios hacen que el infeliz que recibió el préstamo, pague otro 100%.
Este tipo de préstamos sólo a los malditos usureros se les ocurren, primero porque a la gente que le prestan es pobre y segundo porque ellos son unos pérfidos agiotistas. No conformes con robar al pueblo, los banqueros y comerciantes ahora se han adueñado del gobierno, lo compran con prácticas dicotómicas y los políticos y funcionarios públicos, de todo nivel, se venden como prostitutas financieras y mercantiles, dejándoles a sus víctimas el consuelo bíblico que reza: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico se vaya al cielo” Qué Maravilloso consuelo.
Todo esto sucede porque el gobierno gobierna para los ricos, y a los pobres que se los lleve el carajo. Los préstamos de SORIANA no son menos peores que los del Banco Azteca porque te prestan en comida y otros productos a los que de antemano ya les ganaron el 40%, o sea que por cada peso que les debes, en promedio sólo te prestaron 60 centavos, y a esto, banqueros, gobernantes y financieros, le dicen desarrollo y progreso, cuando se trata de un vil atraco a las clases bajas, a los pobres y hambrientos, y todavía algunos de ellos sueñan con tener su Estado propio por medio de (ELLA) el Estado de La Laguna. O, ¿usted qué opina apreciable lector?
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