La lucha por el poder en Coahuila




Armando Montalvo.

Ambición por seguir gobernando un Coahuila endeudado. Pero, con riqueza aún. No hay nada que los detenga para seguir con su política y demostrar quién es quién. Falta poco más de cuatro años para la sucesión gubernamental en Coahuila; pareciera que estamos a año y medio para conocer a quien será el sucesor del gobernador Rubén Moreira Valdez.

Aunque el gobernador de Coahuila Rubén Moreira Valdez, así como Enrique Martínez y Martínez actual titular de la Sagarpa, no acepten el distanciamiento que existe entre ambos, la realidad es otra. Prefieren mantenerse alejados cada quien uno del otro. Pero, cuando se llegan a encontrar aplican la diplomacia a la perfección.

El “golpeteo” existente entre los subalternos de estos dos políticos coahuilenses cada vez es mayor y ya no guardan las apariencias. Lo hacen ante los reflectores y utilizan a los medios escritos y electrónicos para hacer valer su poderío político en la entidad.

Un ejemplo claro de esto, es el del Rector de la UAAAN, Eladio Cornejo Oviedo, actualmente sancionado por el desfalco millonario detectado por la Auditoría Superior de la Federación, y de quien se asegura que detrás de todo el escándalo se encuentra el ex rector de esta universidad, Jorge Galo Medina Torres, colaborador y funcionario de la secretaría que dirige el ex gobernador Enrique Martínez en la capital del país.

Poco o nada pudieron hacer algunos funcionarios cercanos al ejecutivo coahuilense para respaldar lo que será la caída de Eladio Cornejo ante la embestida que le dio Medina Torres con algunos de sus ex colaboradores que lo acompañaron durante su gestión en la Antonio Narro.

Este asunto fue aplaudido por políticos que apoyan al papá del ex diputado local, Enrique Martínez Morales, actual delegado de la Secretaría de Economía en Nuevo León.

Otro caso que mantiene vivo del conflicto político entre Enrique y Rubén, es el de Javier Omar Aldrete Santacruz, quien causó baja inmediata de la Dirección de la Unidad de Administración del Patrimonio de la Beneficencia Pública de la Secretaria de Salud, por apoyar con aparatos auditivos y venderlos a gente de escasos recursos en sectores que apoyan a Enrique Martínez Morales.

Incluso, lo que está próximo a decidirse es la estadía política del edil saltillense, Jericó Abramo Masso, para quien la moneda sigue en el aire porque tiene oferta de trabajo en Palacio de Gobierno o tiene la opción de irse a buscar arrope a la capital del país, con Martínez y Martínez. Pero hasta ahora, el nieto de Jorge Masso Masso, (qepd) no ha hecho público por quien se definirá.

Las diferencias entre Rubén y Enrique han propiciado que este pleito silencioso llegara a las filas del PRI Estatal, que encabeza David Aguillón Rosales. Las más inquietas son las féminas, aunque las profesionistas que ocupan las carteras importantes dentro del organigrama tricolor apoyarían en un momento dado al gobernador Rubén Moreira, porque fue durante la gestión de su hermano Humberto en donde empezaron a sobresalir, tal es el caso de Diana Patricia González Soto, Hilda Flores Escalera, Lucia Ramos, Martha Loera, Pilar Cabrera, María Guadalupe Rodríguez, Sonia Villarreal, Ana María Boone, Irma Elizondo López y Verónica Martínez, entre otras.

Habrá que esperar el camino que decida tomar Boreque Martínez porque se encuentra en una verdadera encrucijada, dado que ella hizo su carrera política con los Moreira, pero ahora se encuentra relacionada con Enrique Martínez Morales, porque su sobrina está casada con el hijo del ex gobernador Enrique Martínez.

Pero aquí no termina esto, porque el verdadero encono se dará cuando los panistas deban decidir qué rumbo tomarán y a qué grupo político del priismo estarán dispuestos a respaldar, para fortalecer su estructura y afianzar su plataforma hacia la gubernatura añorada por los albiazules coahuilenses.

Todo parece indicar que Enrique Martínez y Martínez buscara en el diputado federal panista, Guillermo Anaya y su grupo lagunero, donde está también, el senador Luis Fernando Salazar, los aliados que necesita para mover las piezas del ajedrez bajo sus intereses. Agregándose a esta lista, su amigo fiel y ex secretario de gobierno en su administración, Raúl Sifuentes Guerrero.

Este último jugara un papel importante para amalgamar grupos de Torreón inconformes con el elitismo que ha mantenido el PRI en los últimos años, principalmente a la hora de seleccionar perfiles para un puesto de elección popular, porque siguen siendo los mismos con la oportunidad de contender.

En tanto, que el Ejecutivo Rubén Moreira barajará sus cartas junto a líderes empresariales y figuras representativas del capital financiero de Saltillo, como Juan Carlos López, su hermano Isidro López, actual alcalde electo, y los ex alcaldes, Manuel López y Rosendo Villarreal Dávila, de quien se asegura prepara una estrategia electoral en toda la entidad, con miras a tenderle el camino al sucesor del actual gobernador en 2017. Y que tendrá como característica principal ser panista de abolengo y saltillense.

Lo que está claro, es que no será una mujer ni tampoco ninguno de los nombres relacionados al desorden financiero que prevalece en Coahuila, mucho menos de los partidos minoritarios con registro en el Instituto Electoral y de Participación Social de Coahuila.

De algo podemos estar seguros, Rubén Moreira y Enrique Martínez decidirán el nombre del próximo Gobernador de Coahuila. Sólo que el ex gobernador llega con la venia del primer priista en el país, Enrique Peña Nieto; pero debemos tener presente que el lazo de amistad que realmente vincula a esta entidad con el Presidente de la República es Humberto Moreira Valdéz.