Ayuntamiento de Torreón:
Administración fallida
“En política el
fondo es forma.
Jesús Reyes Heroles
Jesús M. Moreno Mejía.
Si nos atenemos a lo sentenciado por Jesús Reyes Heroles (padre), resulta que nuestras autoridades no cumplen con el mandato constitucional en lo relativo a Soberanía Nacional y Forma de Gobierno (Art. 39), que a la letra dice: La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste.
Para desgracia de quienes vivimos en Torreón, venimos padeciendo desde hace casi cuatro años una administración municipal fallida en todos los rubros que se supone deberían ser atendidos por nuestras autoridades: seguridad y servicios públicos esenciales.
Han sido cuatro largos años de mala administración municipal, a los que en anterior colaboración habíamos calificado como peor que otras (que también fueron señaladas como malas), pero la actual resultó ineficaz en grado superlativo.
En conocida columna periodística (Politicón, de Vanguardia) se leía en días pasados “…los laguneros no ganan para vergüenzas (pues si bien) hay 740 municipios que tienen adeudos con la CFE (Comisión Federal de Electricidad), el ayuntamiento de Torreón resulta ser de los más morosos… es una administración patas pa´rriba desde el inicio”.
En esto último es en lo único que no coincidimos, pues el comienzo de la administración de Eduardo Olmos fue brillante, pero con el apoyo del Gobierno del Estado (pavimentación de calles, avenidas, bulevares; con la colocación de señalamientos viales, semáforos, reposición de luminarias, etc., e incluso el inicio de la Plaza Mayor y de un moderno edificio para la Presidencia Municipal, que no alcanzará a ser inaugurado hasta 2014.
Pero todo fue “llamarada de petate” pues a la fecha no hay dinero ni para reponer o instalar señalamientos viales o luminarias que no encienden, por sólo mencionar algo de lo que significa una menor inversión, sin considerar aquello que se prometió como “grandes proyectos para beneficio de la ciudadanía”.
Lalo Olmos ha demostrado no tener autoridad, ni siquiera para hacer lo que él quisiera hacer, pues políticamente depende “de más arriba” (como se comenta en cafés, bares y reuniones privadas), e incluso de algunos que se supone deberían ser sus subalternos, pues existen directivos de algunas dependencias municipales que hacen lo que a ellos les viene en gana, sin consultarlo, e incluso hay quienes hasta lo han increpado públicamente por tal o cual situación.
Ante tal situación han surgido proyectos ciudadanos, que con razón o sin ella, han emprendido acciones al margen de la autoridad, como el plan denominado ELLA (siglas correspondientes a Estado La Laguna) cuyos promotores consideran que lográndose la instauración de un nuevo estado se evitará depender del gobierno actual de Coahuila y de Durango.
La administración actual tiene adeudos millonarios con la empresa concesionada para el servicio de limpieza (PASA); con la empresa encargada de optimizar el alumbrado público, con el fondo de pensiones de los trabajadores al servicio del ayuntamiento, con la CFE, con los comerciantes desplazados del área donde se ubican la Plaza Mayor y la Presidencia, con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), y un largo etcétera.
Y en cuanto a la recaudación de impuestos, centrados solamente al ciudadano común pues a las grandes empresas para nada se les molesta, tal como lo han denunciado públicamente empleados municipales, quienes afirman han sido condonados los impuestos a eventos realizados por los empresarios del Territorio Santos Modelo (TSM), y en cambio negando el ayuntamiento a sus trabajadores el apoyo escolar a que tienen derecho.
Dichos empleados municipales aseguran que la Presidencia tiene además adeudos millonarios con numerosos proveedores, y no obstante ello se autoriza la condonación de impuestos a empresarios de todo tipo de espectáculos (no sólo son los del TSM) no obstante que de ello se obtienen ganancias de consideración, pues implican renglones tales como control de boletaje, licencia para la venta de bebidas alcohólicas, protección civil, etc.
En materia de seguridad pública, que en mayor medida demanda la ciudadanía, pareciera no existir pues el robo en todas sus modalidades, el asalto a mano armada en lugares públicos (recurrentes hoy en restaurantes), ejecución de personas de todas edades, ocurren a diario y sin que se detenga la ola de violencia que priva no sólo en Torreón, sino en toda el área metropolitana de La Laguna.
¿La policía preventiva? No existe en la región, ni a nivel nacional, como si los protegidos fueran los criminales y no la ciudadanía, pues desde que los principios y valores humanos fueron relegados a segundo término, sólo prevalece la impunidad y la intranquilidad. El secretario del ayuntamiento y el director de la Policía Municipal hablaron recientemente de acciones operativas preventivas, pero el caso es que el crimen es cada día mayor.
Los empresarios de la industria restaurantera de Torreón decidieron mejor cerrar sus negocios, así fuera de manera simbólica y para ello exhibir una manta a la entrada de sus locales como protesta por la inseguridad a que están expuestos.
La ciudadanía espera con ansia que concluya la administración de Olmos y si bien una gran mayoría no votó por Miguel Ángel Riquelme Solís, pues resultó electo no por los votos que obtuvo su partido (PRI) sino por la suma sufragios de otros partidos pequeños que fueron en coalición, la gente tiene la esperanza de que la situación sea diferente con nuevas autoridades municipales. ¿Será?
¡Hasta la próxima!
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