Fuera el nacionalismo
Peña Nieto se burla y engaña al pueblo de México, viola y escupe sobre los sentimientos
más caros de la nación y del pueblo, atentando contra nuestra seguridad y soberanía.
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
El nacionalismo nos fue inculcado a partir de la independencia y posteriormente al término de la guerra de reforma y al final de la revolución maderista; cada gobierno se encargó de enaltecer a los personajes, las gestas históricas y las fechas puntuales como el grito de independencia, el desfile del 16, el 20 de noviembre y el 5 de mayo , pero al llegar de Miguel de la Madrid ese ímpetu inyectado con festejos y recordatorios se fue diluyendo porque la consigna era el maridaje desventajoso para México con EEUU.
Desde el primer día que Vicente Fox se hizo huésped de Los Pinos y titular de la presidencia, en Palacio, un cuadro significativo con la figura de Benito Juárez fue sustituido por una cruz y todas las gestas históricas heroicas o no, fueron desvaneciéndose y el servir al pueblo como es la obligación de los gobernantes se tornó en letra muerta, al grado que hoy al gobierno de Peña Nieto sólo le interesan los negocios para las clases privilegiadas y para las trasnacionales, y que su partido recobre su poder perdido con el control de las masas.
Felipe Calderón en el bicentenario de la independencia y en el centenario de la revolución, simple y llanamente dilapido miles de millones de pesos en festejos anodinos que despertaron la ira del pueblo; la torre del bicentenario es solo una de todas las pruebas que hay, el ejecutivo tanto como los secretarios encaminaron sus tareas a negocios y a servirse del pueblo no a servirlo. Peña nieto con cualquier pretexto cancela el desfile del 20 de noviembre y se da a la tarea de reformar la Carta Magna violándola flagrantemente, y legalizar lo que ya se hace anticonstitucionalmente; lo grave no es que los que gobiernan sean pésimos gobernantes, ineptos y corruptos sino que el pueblo permanece pasivo ante estas violaciones, solo unos cuantos mexicanos critican este anti nacionalismo y tienen que hacerlo al margen de los medios masivos porque estos están vendidos al gobierno, ya con su silencio, ya con notas que distorsionan u ocultan la gravedad de esa mala actuación y solo engañan al pueblo, además el gobierno los compra con el dinero del pueblo.
Lo grave, reitero, no es que los legisladores funcionan como servidumbre del ejecutivo al igual que el poder judicial y la procuraduría general de la república sino que los mexicanos al parecer ya nos acostumbramos que nos mientan, roben y engañen y nada hacemos, mostrando lo pusilánime que somos cada vez que se violan nuestros derechos señalados en nuestra Constitución. Por ejemplo: Peña Nieto intenta hacer reformas a nuestra Carta Magna para llevar a cabo la entrega a particulares nacionales y extranjeros nuestros recursos energéticos, cuando de hecho ya los ha entregado. Hay indicios de que NUESTRO petróleo de las aguas profundas del Golfo ya fue entregado a algunas multinacionales. Preguntémonos dos cosas. ¿Por qué y a cambio de qué? Y ¿Cuál es el delito que ha cometido y que con las reformas, las que en sí son contra reformas, pretende cubrirse con la impunidad? El delito es Traición a la Patria y por ello, la misma constitución, nos señala castigos ejemplares para quienes traicionan nuestra Patria. Otro cuestionamiento que debemos y tenemos que hacernos es: ¿Vamos a permitírselo?
El presidente Peña Nieto ha cambalacheado lo más sagrado de nuestra Constitución, el amor a la Patria y el nacionalismo por montañas de dólares, los que pararán en los bolsillos de él, de sus cómplices y titiriteros, de no pocos grandes capitalistas mexicanos y de una docena de trasnacionales, y reitero, eso es Traición a la Patria, y por ello invito a mis conciudadanos a alzar la voz y a no permitir tal canallada. México no saldrá jamás de la crisis eterna que nos flagela si no pugnamos para que a los traidores a la patria se les aplique la ley como lo marca en sus apartados nuestra Constitución, O ¿usted qué opina apreciable lector? |