Los desastres naturales y los improvisados
Dos huracanes bastaron para mostrarnos la ineptitud e inoperancia de nuestro
gobierno federal *Es una inaceptable canallada el que la Secretaría de
Gobernación se lave las manos al decir: “Les avisamos a tiempo”
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
En 10 meses de gobierno de Peña Nieto, el pueblo ha comprobado que el gobierno no sabe gobernar; muchos son los motivos que hacen ver en esta apreciación una realidad pasmosa; una de estas muestras de lo inservible de este gobierno es el relativo a los dos huracanes que atacaron al país al mismo tiempo ocasionando graves daños materiales y la pérdida de más de 100 vidas humanas.
El gobierno federal es el principal responsable porque para eso cuenta con la Secretaría de Gobernación, con una institución como CONAGUA, con un organismo de protección civil para atender desde su prevención los desastres naturales como lo son los mencionados huracanes y las inundaciones que éstos provocan; también está la Secretaría de Desarrollo Social para atender en estos y otros casos las necesidades de los afectados, y a pesar de todo este aparato burocrático inoperante, la Secretaría de Gobernación se lava las manos diciendo que se les avisó a tiempo a los gobernadores y a los alcaldes.
No se trata con estos comentarios limpiar de culpas a alcaldes y gobernadores de todas las regiones que fueron afectados por ambos meteoros atmosféricos, porque es bien sabido que gobernadores y alcaldes del partido que fuere, son oportunistas que aspiran llegar a esos puestos con fines muy contrarios a los que deberían ser; son gente improvisada en la cosa pública, lo sabemos, pero la responsabilidad es del gobierno federal que no hizo, ya no dijésemos lo suficiente sino poco menos de lo mínimo necesario. Yo veo a un responsable principal, al presidente Peña Nieto por su falta de oficio político y por su mala fe ampliamente demostrada en muchas ocasiones. El 30 de septiembre en Guadalajara dijo: “Habría sido más fácil no hacer nada y dejar que las cosas siguieran como estaban y dejar al país paralizado” Sin embargo no hizo nada y el país está no sólo paralizado sino que va en retroceso en otros rubros aparte de los de la protección civil. Pero el punto a tratar es ese, el de la protección civil en casos de desastres naturales, y lo que se hizo fue a destiempo y mezquinamente, de ahí la tragedia.
Luis Felipe Puente, director de Protección Civil de la SEGOB se lava las manos, y las de Osorio Chong, el de Gobernación, al decir: “Avisé a tiempo” su obligación era actuar, no avisar y no lo hizo; Rosario Robles la titular de Desarrollo Social es una persona corrupta, inepta y deshonesta a más no decir, sin embargo está al frente del Desarrollo Social del país. ¿Quién es el responsable directo sino el que la puso ahí? Este es Peña Nieto; David Korenfeld, director de CONAGUA, es junto al secretario de Gobernación y el titular de Protección Civil de la SEGOB, tan o más responsable de las pérdidas y desgracias en este desastre, y ¿Quién lo colocó en ese puesto? Peña Nieto, luego y entonces, no tenemos sólo cuatro funcionarios responsables de la desgracia sino cinco, Peña Nieto es el quinto responsable, y lo más grave es que mientras este señor que mal funciona como presidente de México no reconozca ni acepte que él es parte del problema y no de la solución de los problemas, el país continuará deteriorándose y desmantelándose.
Bastaron dos huracanes para que el pueblo de México comprobara que su gobierno, no funciona como tal, y que tanto el titular de la presidencia como sus secretarios, son gente improvisada en el mejor de los casos, y prueba contundente de que son improvisados, reitero, en el mejor de los casos, es que cada uno de ellos ya tiene una historia previa de qué y quienes son; la historia de los cinco principales responsables de esta desgracia que nos dejaron ambos huracanes es obvia, ninguno de ellos tiene credenciales suficientes que los acrediten para estar en los puestos que ocupan, sin embargo cobran como príncipes y viven como marahás a costa de los dineros del pueblo, y mientras esto siga así, y México esté en estas pésimas manos, el país se seguirá hundiendo hacia un abismo imprevisible e inimaginable. O ¿usted qué opina apreciable lector?
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