El cómo robaron en SIMAS
Endeudamiento y reestructuración de las deudas de SIMAS, pudiesen mostrar
que hubo fraude. *Probablemente por
medio del sistema financiero se llevó a cabo en SIMAS,
la quiebra inducida ex profeso.
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
La llegada de Jesús Campos a SIMAS fue impulsada por los agroindustriales para mantener el ritmo de expolio del agua que es de todos, o en el mejor de los casos para pagarla al precio que se les pegue la gana, en sí, no se contrató a Campos para mejorar las condiciones de la empresa ni aclarar si hubo o no fraudes dentro de SIMAS en la administración anterior panista; Campos entró -también- para desestabilizar a SIMAS y llevarla a números rojos en su contabilidad para intentar privatizar la empresa tal y como los Moreira -y otros gobernadores- lo hicieron con el agua de Saltillo y Ramos Arizpe,
Sin embargo y a pesar que la encomienda a Jesús Campos de entrampar financieramente a SIMAS, no paró en lo anterior sino que adquirió créditos a alto costo financiero -29% anual- con dos fines: Uno, desviar del erario por medio de cierto contubernio con bancos y financieras -no me lo explico de otra manera- algunas sumas; y dos, acelerar la quiebra de SIMAS.
¿Por qué una institución gubernamental tiene que pagar intereses al 29% anual, cuando el mercado financiero, para estos casos, es y puede ser del 4 y hasta del 10% anual? Claramente aquí podemos tipificar esta acción como un robo descarado a la empresa de aguas de Torreón y por ello entendemos que la renuncia de Campos, atribuida a que guardó una información de desfalco por más de tres años en su cajita de Pandora, fue sólo con la intención de hacer una polvareda mediática o cortina de humo para desviar la atención de los fraudes y trapacerías de toda índole perpetradas por su administración y su gestión como gerente de SIMAS.
La cuestión es que el nuevo endeudamiento y la reestructuración de deudas anteriores fueron maquinaciones fraudulentas contra el erario, y esto es lo que hay que averiguar y no permitir así como así, que Jesús Campos renuncie y se lleve a cabo el borrón y cuenta nueva, tal y como en cada fraude contra los dineros del pueblo se perpetra de parte de políticos y funcionarios públicos al alimón con empresarios de muchas ramas incluyendo la financiera.
El que busca encuentra, y si los consejeros de SIMAS, ¡Claro!... los que no estén coludidos en los despojos a la empresa, de veras quieren hacer su trabajo y no quedar señalados como delincuentes y corruptos -por omisión o comisión- tienen por obligación, para salvar su nombre de la deshonra, impulsar una auditoría específica sobre el por qué SIMAS paga intereses a bancos y financieras como si se tratase de deudores de tarjetas de crédito o del Monte de Piedad, y sin duda encontrarán que ésta fue otra forma de robar y quebrar a SIMAS. O ¿usted qué opina apreciable lector?
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