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Septiembre 2013
Edición No. 295
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chayfet y epnÁrabes y judíos en el gobierno


México está en crisis porque la clase política piensa en dinero para ellos
y no en bienestar para el pueblo; se coluden con empresarios para
amasar fortunas y de política nada saben.

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Si queremos entender por qué México está en estas circunstancias tan lamentables, veamos con detenimiento quienes nos gobiernan y comprenderemos por qué nuestras desgracias. Todos sabemos o deberíamos saber, que los grandes capitales de México se han formado al amparo del gobierno debido a la corrupción galopante que lo aprisiona.

Hoy nos gobierna Carlos Salinas, Carlos Hank Rhon y una pandilla de incondicionales entre ellos; de estos, muchos son de origen árabe y judío, los que deben de estar de acuerdo para complacer al presidente Peña Nieto quien no es más que un monigote impuesto en Los Pinos por los primeros mencionados en colusión con los grandes capitalistas nacionales y las trasnacionales que operan en México, los que a su vez son prácticamente dueños de la economía nacional y, ¿qué tiene esto de particular? Me explico: hay una regla invariable en el hecho, de que cuando un árabe y un judío se ponen de acuerdo, como lo están quienes nos gobiernan al alimón con la clase política mexicana, los primeros que pierden son el fisco y el pueblo, sobre todo las clases más pobres.

Árabes y judíos, lo han demostrado a través de la historia, tienen fama ganada a pulso de ser trabajadores, empeñosos y duchos en la materia pecuniaria, en suma, saben acumular riqueza y, como no son tontos, saben observar el entorno en el que viven. ¿Y qué ven en ese entorno, que observan?... pues que la clase política y funcionarios públicos ganan más que ellos y con menor esfuerzo, sólo tienen que mentir, prometer y no cumplir, entonces, estos árabes y estos judíos se mezclan y coluden con políticos y funcionarios públicos para multiplicar exponencialmente sus capitales y además, para hacerse de un poder que no tenían; los vemos de diputados, senadores, alcaldes, gobernadores, secretarios de Estado, de cancilleres y consejeros del presidente y de sus secretarios. No quiero parecer racista porque los hay también que no son árabes ni judíos, más en este gobierno, el de Peña Nieto particularmente, árabes y judíos forman parte integral importantísima, del grupo o pandilla, como usted quiera decirle, de los que nos gobiernan.

Ejemplos: Jesús Murillo Karam en la PGR impartiendo justicia cuando de justo tiene lo que yo de sumo pontífice; Meade Curi-Breña en la cancillería luego de haber hecho el ridículo en Hacienda y de condonar impuestos a los ricos por más de 77 mil millones de pesos; Pedro Joaquín Coldwell, el hombre más rico de Quintana Roo en la Secretaría de Energía, tratando de malbaratar PEMEX entre amigos, parientes y empresas extranjeras, con las que seguramente terminará asociado, como suelen hacerlo -Zedillo es la muestra-; Mario Gabriel Budebo en PEMEX asesorando a Lozoya, hijo del socio de Salinas, Emilio Lozoya Talman, ¿para qué? Para entregar la petroquímica a judíos como Alberto Saba el de Celanese; David Korenfeld en CONAGUA para controlar este recurso y venderlo y o privatizarlo en beneficio de refresqueras, cervecerías, Altos Hornos, mineros y agroindustriales poderosos, y todo en detrimento de la gente del pueblo; Emilio Chuayffet Chemor en la Secretaría de Educación, siendo un mal educado y sinvergüenza.

Culpable Chuayffet como Peña Nieto de la debacle nacional por querer imponer por la fuerza a la CNTE (Coordinadora Nacional de los trabajadores de la Educación) medidas anticonstitucionales con la reforma o contra reforma, provocando un probable levantamiento de masas, el que tendría un costo enorme a la nación; Jaime Zabludovsky desde el Fondo Monetario Internacional, metido hasta la cocina en asuntos del TLC México Israel, que tanto nos cuesta; Moisés Shuartz y Mario Gabriel Budebo, dejando a modo La CONSAR para que los banqueros se ceben con el fondo de pensiones para el retiro de nuestros trabajadores. Sólo en junio de este año, las AFORES perdieron 75 mil millones, y en el último año, más de 160 mil millones.

No olvidemos que quien firmó los pagarés del FOBAPROA hoy IPAB, fue el judío argentino Martín Werner, subsecretario de Hacienda, el que dejó a su hermano Alejandro en la subsecretaría a su cargo. Hoy ambos despachan como altos ejecutivos en la banca israelí norteamericana; ni ignoremos que Alfredo Elías Ayub fue director de la Comisión Federal de Electricidad dos sexenios y concedió a empresas particulares la generación de electricidad, las que hoy generan el 53% de la energía que usa el país y siempre dijo que la CFE era empresa de clase mundial. O ¿usted qué opina apreciable lector?

 
 
 

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